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Esposa, asistente y demandante por acoso: el triángulo femenino de Federico Trillo
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Es embajador en Reino Unido desde 2012

Esposa, asistente y demandante por acoso: el triángulo femenino de Federico Trillo

Casado desde hace casi 40 años, es su asistente quien le elige las corbatas mientras que una exsecretaria en Londres lo ha demandado por acoso laboral. Este es el organigrama femenino de la embajada

Foto: Federico Trillo en un fotomontaje realizado en 'Vanitatis'
Federico Trillo en un fotomontaje realizado en 'Vanitatis'

“Estoy aquí para hacer más cómodo el aterrizaje del Sr. Trillo”. El personal de la embajada española en Londres atiende a las explicaciones de Julieta de Micheo. “Es como de la familia”, les dijo a sus trabajadores el flamante jefe de nuestra diplomacia en Reino Unido. Federico Trillo (Cartagena, 1952), nombrado embajador el 30 de marzo de 2012, lo fue por decisión política; sus homólogos son embajadores de carrera. Trillo 'aterrizó' en Londres en el mes de mayo acompañado de su esposa, María José Molinuevo, su hijo menor, Yago, y su asesora desde hace 20 años, la citada Julieta. En pocos días comenzaría su enfrentamiento con Teresa Hernández, secretaria social del embajador y la tercera mujer en quien más ha pensado desde que estrenó la plaza. Ella es la única que lo ha llevado ante una juez, denunciándolo por acoso laboral, proceso en el que Trillo ha sido finalmente absuelto.

En las semanas previas a la celebración de los JJOO de 2012, la actividad en nuestra embajada en Londres era intensa. El grupo popular en el Congreso dio permiso tanto a De Micheo como a Miriam Blasco –también diputada y exatleta olímpica– para permanecer en Reino Unido. Esa estancia (mucho más larga en el caso de Julieta) no figura en su ficha como diputadas. Como si jamás hubiesen estado allí. “Nunca supe exactamente en calidad de qué venía a trabajar la Srta. De Micheo. Comenzó a reunirse con todo el mundo y a transmitir órdenes”, explica Teresa Hernández a Vanitatis desde Londres. Fuentes de la cancillería confirman a este diario que De Micheo se alojaba en el 39 de Chesham Place, sede de la embajada, y que con el embajador iba a misa por las mañanas; preferentemente al Brompton Oratory, pero también a Saint James y a la catedral de Westminster.

“Durante el juicio, en que Trillo declaró por videoconferencia, explicó a la juez que la Srta. De Micheo lleva con él toda la vida y que es prácticamente como de la familia. Que hasta se ha alojado con su familia en vacaciones. Ella se encargaba prácticamente de todo en la embajada: desde las flores que se tienen que comprar, el almuerzo, la decoración de las dependencias… tareas que normalmente realiza la esposa del embajador”. A finales de junio, María José Molinuevo debió regresar a Madrid para tratarse un serio problema de salud del que ya está felizmente recuperada. Según Teresa Hernández, la esposa de Trillo no tuvo nunca, de todos modos, demasiada intención de interferir. Los papeles estaban intercambiados.

Esposa y abogada

La esposa de Trillo volvió a la embajada antes de los JJOO pero el personal de cancillería la veía poco. “En la recepción a la Reina Sofía y los atletas, que dirigió Julieta, no la vimos allí”, recuerda Teresa Hernández. María José Molinuevo es hija de juez, natural de Orihuela y abogada en excedencia del Tribunal de Cuentas, al que llegó en 1993 con cargo de subdirectora. Lleva casada 39 años con el embajador y con él ha tenido cinco hijos.

María Josées abogada del Consejo de Estado, fue miembro de The Family Watch y autora de El matrimonio: ¿contrato basura o bien social?; Federico, registrador de la propiedad y a cuya boda, en 2014, asistieron Rajoy, Aznar, Botella, Rato, Cospedal, Gallardón y Ana Pastor; Marta, secretaria en el ayuntamiento de Cartagena; Mercedes, administradora de la asesoría Estudio Jurídico Labor, investigada por Hacienda y de la que su padre es accionista, y Santiago, al que llaman Yago y que estudia Relaciones Internacionales en Reino Unido. Tan religiosa como su marido, María José es madrina de la Agrupación Santísima Virgen de la Soledad de Cartagena. Ese mismo año de 2012 planearon rumores de separación sobre el matrimonio, nunca confirmados. Hoy, siguen dejándose ver juntos.

La baja de Teresa

Contratada en la embajada desde 2007 y viendo cómo De Micheo asumía de facto sus funciones, Teresa Hernández cree que la intención del nuevo embajador era colocar a su asesora en su puesto. Trillo cambió a 18 cargos en cinco meses. Al no lograr su propósito, comenzaría la mala relación con Teresa, que acabó causando baja por depresión. Federico Trillo ha sido absuelto de la demanda por acoso laboral interpuesta por Hernández, casada y con dos niñas, aunque la sentencia declara su despido improcedente y obliga a que sea readmitida en su puesto o indemnizada con 29.200 euros.

Los abogados del embajador acaban de recurrir. La misma juez que absuelve a Trillo se plantea lo siguiente en la sentencia: “Sorprende que la Sra. De Micheo no solo no es personal de la embajada, sino que ni siquiera es personal del Ministerio de Asuntos Exteriores sino diputada. No acaba de entenderse qué hace una persona ajena al ministerio y a la embajada, que además pertenece a otro poder del Estado, encargándose de la organización de parte de la agenda del embajador”. Así de influyente es Julieta de Micheo que, aunque volvió a España en otoño de 2012, según nos aseguran fuentes que conocen la embajada, sigue dando órdenes desde Madrid. Por teléfono y por e-mail.

Una noble asistente

¿Quién es esta misteriosa mujer que ocupa tanto espacio (y poder) en la agenda del exministro de Defensa? Julia De Micheo Carrillo-Albornoz nació en julio de 1973 en Newcastle (Inglaterra), estudió en la Staffordshire University y es licenciada en Periodismo, Comunicación, Marketing y RRPP. Cobra un salario base como diputada de 5.684,21 euros mensuales y conduce un Citroën C3. Está soltera y no se le ha conocido pareja. “Tampoco escote ni minifalda”, apuntan esas mismas fuentes. Es profundamente antiabortista y ha respaldado a Alberto Ruiz-Gallardón. Según revelan a Vanitatis fuentes confidenciales, conoció a Federico Trillo en el Opus Dei, prelatura de la que el embajador es supernumerario.

Lleva junto a él desde los 20 años y ya ha cumplido los 40. Ha estado junto a él como asesora o jefa de gabinete, en todos los puestos de responsabilidad de la larga carrera del político popular. Incluso ocupa el escaño que Trillo dejó libre para irse a Londres: diputada por Alicante cuando ni siquiera nació en esa provincia. Tampoco Trillo. “No te pienses ni por un momento que Julieta es algo parecido a una secretaria sumisa. Al contrario, yo he visto cómo Federico dejaba a un lado su propia opinión sobre un asunto para tomar la de ella. Es su máxima confidente y hasta le elige las corbatas. Esto es literal. He presenciado cómo le amonestó en una ocasión por no haber escogido otra que le pegaba más con la camisa”.

Poco antes de los JJOO, la embajada fue primorosamente preparada para recibir a Doña Sofía y a los entonces Príncipes de Asturias. Julieta de Micheo se encargó de renovar completamente una habitación y un cuarto de baño que usarían tan altos dignatarios en días distintos. Era un modo de ahorrar el dispendio de un hotel en tiempos de crisis. Según ha podido saber Vanitatis, los almacenes Peter Jones surtieron los materiales y el estudio Chelsea Harbour dirigió la decoración. La obra debió ser magnífica, pues incluso a la propia Reina se laoyó decir en un pasillo: “Hubiese salido más barato alojarse en un hotel”. Siendo llevada al aeropuerto para regresar a España y tras ver el plenipotenciario despliegue de Julieta en la embajada, Doña Sofía, observadora y sagaz, preguntó a un miembro de la comitiva: “¿Y quién es, concretamente, esa señorita De Micheo?”.

“Estoy aquí para hacer más cómodo el aterrizaje del Sr. Trillo”. El personal de la embajada española en Londres atiende a las explicaciones de Julieta de Micheo. “Es como de la familia”, les dijo a sus trabajadores el flamante jefe de nuestra diplomacia en Reino Unido. Federico Trillo (Cartagena, 1952), nombrado embajador el 30 de marzo de 2012, lo fue por decisión política; sus homólogos son embajadores de carrera. Trillo 'aterrizó' en Londres en el mes de mayo acompañado de su esposa, María José Molinuevo, su hijo menor, Yago, y su asesora desde hace 20 años, la citada Julieta. En pocos días comenzaría su enfrentamiento con Teresa Hernández, secretaria social del embajador y la tercera mujer en quien más ha pensado desde que estrenó la plaza. Ella es la única que lo ha llevado ante una juez, denunciándolo por acoso laboral, proceso en el que Trillo ha sido finalmente absuelto.

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