Ana Botella y José Maria Aznar se saltan la dieta en 'El Charoles'

Ana Botella y José Maria Aznar, ajenos a la tormenta política que se avecina estos días en su partido, decidieron esta semana hacer un poquito de turismo gastronómico para relajarse. El lugar elegido para este frugal refrigerio fue El Charoles, en San Lorenzo de El Escorial. Según ha sabido Vanitatis, la pareja llegó a primera hora de la noche acompañado de sus escoltas y se sentaron en una mesa degustando diferentes platos que pusieron en el centro y de los que fueron “picoteando informalmente”. Tras degustar las viandas de este particular santuario gastronómico de la comunidad de Madrid, la pareja se perdió en un paseo romántico por las calles del pueblo.

Lo cierto es que el matrimonio disfrutó a lo grande. Hacía solo unos días que el expresidente había regresado de Moscú, de visitar al mandatario Putin en una visita personal. Muchos ya han significado el cambio de actitud del expresidente, “que está mucho mas simpático”. En concreto, en el viaje a Rusia, Aznar le enseñó una página a Putin cuando estaban reunidos: "Me dicen que te ríes raras veces" le dijo sin más al regidor. Putin contestó: "Yo te diré lo que mi servicio de inteligencia me contó de ti. Ellos me dijeron que eres un tipo frío que te ríes escasamente pero que contigo es posible tener buen trato". Y con esa serie de lindezas se obsequiaron uno a otro y es por eso que Aznar sonríe más.

Lejos de Génova y cerca de Guadalmina

Ahora mientras Mariano Rajoy y el Partido Popular discuten en su sede asuntos de sumo interés nacional, muchos se preguntan dónde están los dos ex más famosos del viejo PP, Ana y José Mari. Pues la pareja, además de estar disfrutando de paseos por los pueblos de la comunidad madrileña, también preparan sus maletas para instalarse en su paraíso marbellí. Mientras en las últimas décadas el expresidente y la exalcaldesa se escaparon a su residencia de Marbella para disfrutar del mar y de los placeres menos días por sus ocupaciones laborales, este año van a disfrutar a tope. Ya el año pasado se instalaron en la millonaria urbanización a primeros de julio. Ana Botella abandonó el pasado 13 de junio, el cargo como alcaldesa y a los 20 días la veíamos ya instalada en Marbella tomándose unas largas vacaciones de tapitas por el Ancla. Dice su entorno que ella está encantada de poder disfrutar de un periodo vacacional más extenso, que hace cosas que años atrás le era imposible hacer. Tras convertirse en 1996 en primera dama, a raíz de que Aznar fuera presidente, a Ana Botella no le dio tiempo a disfrutar de lo que tenían. Ahora, veinte años después, ya prepara toda una fiesta para celebrar el día 23 de este mes su 62 cumpleaños.

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