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Preysler, Ana Boyer y Tamara: su puesta a punto (en clave beauty) antes de la boda
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caviar, diamantes y manos expertas iraníes

Preysler, Ana Boyer y Tamara: su puesta a punto (en clave beauty) antes de la boda

Las mujeres Preysler acudieron las jornadas previas al viaje al Caribe para asistir a la boda de Ana a uno de los centros de belleza que frecuentan para ponerse a punto para el gran día

Foto: Isabel Preysler. (Archivo)
Isabel Preysler. (Archivo)

Las semanas previas al enlace fueron un auténtico zafarrancho en casa de mamá Preysler. Reunidas bajo el mismo techo Tamara (que tuvo que confeccionarse su propio vestido), Isabel y los novios (que aunque tienen varias propiedades se han mudado a Villa Meona), los últimos preparativos se cerraron bajo su techo. Por tanto, no extraña que siguieran el ejemplo de la matriarca en algunos aspectos que pusieran algo de tranquilidad en el universo de nervios que debía vivirse en la impresionante mansión de 13 baños que la filipina tiene en Madrid.

Foto: Portada de la revista '¡Hola!'.

Tras los pasos de Preysler

Todo tenía que salir perfecto, incluido (como no podía ser de otra manera) su aspecto. Isabel no arriesgó ni en el peinado, ni en el maquillaje ni tampoco en el estilismo. Tampoco lo hizo en los cuidados previos que desde hace tiempo también se aplica Vargas Llosa.

El tratamiento de las iraníes Massumeh y Nasrin (madre e hija) de caviar y diamantes se ha convertido en su arma preferida contra el envejecimiento. Sus intervenciones faciales son toda una obra de ingeniería cutánea y la ayuda de estos tratamientos de alto standing sin duda pulen un resultado ya de por sí estudiado.

placeholder Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa y Tamara Falcó. (Gtres)
Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa y Tamara Falcó. (Gtres)

La socialite, que tiene cita cada semana en el salón ubicado en el mismísimo barrio de Salamanca, se realizó en los días previos a la boda de su hija todos los tratamientos milagrosos que sus ya fieles asesoras de belleza (se conocen desde hace casi 30 años) le pusieron sobre la mesa: el Hydrolifting facial, que le ayuda a estirar la piel de cara y cuello y cuyo precio por sesión asciende a 195 euros, y la aplicación posterior de una crema antiedad elaborada con caviar, que aporta beneficios antioxidantes y que sin ninguna duda se llevó en su maleta a Mustique. Su precio, no apto para todos los bolsillos, lo pagaría de buen grado vistos los milagrosos resultados: un frasco de 50 ml cuesta 430 euros. Y es que, según explican desde el centro, “los resultados de estos tratamientos son inmediatos dotando a la piel de tersura, firmeza y luminosidad”.

Como decíamos, Isabel no fue la única en pasar por las manos de estas dos expertas que desde años cuidan la piel de Jorge Javier, Marta Ortega, Ana Botella, Richard Gere o Arturo Fernández, entre otros. Llosa es otro de los que se ha vuelto fijo en su consulta y que no dudó en someterse a estos mismos tratamientos para lucir impecable junto a su nueva novia en el extenso reportaje que su revista de cabecera realizó con motivo del enlace. Tratamiento que tampoco quisieron dejar de hacerse ni Tamara Falcó ni Ana Boyer. Era su gran día y nada podía dejarse al azar.

La receta de su buena cara

Aunque este se ha convertido en el tratamiento favorito de la reina de corazones, lo cierto es que, tal y como explican desde la clínica, “se trata del ideal para los días previos a una boda, a una sesión de fotos o a un acontecimiento especial”. Muy versátil y eficaz, sus componentes reafirmantes y antiedad hacen que pueda aplicarse y adaptarse a todas las edades, mediante la combinación de productos, masajes y aparatología. Es tan útil para la novia de menos de 30 años como para su madre.

Foto: Isabel Preysler, Tamara Falcó y Ana Boyer, en una imagen de archivo. (Gtres)

El tratamiento es largo pero muy completo. Tiene varias fases, desde la limpieza y exfoliación a través de una emulsión limpiadora de caviar a la mascarilla reafirmante. ¿Compartirían la carísima crema durante su estancia caribeña?

Las semanas previas al enlace fueron un auténtico zafarrancho en casa de mamá Preysler. Reunidas bajo el mismo techo Tamara (que tuvo que confeccionarse su propio vestido), Isabel y los novios (que aunque tienen varias propiedades se han mudado a Villa Meona), los últimos preparativos se cerraron bajo su techo. Por tanto, no extraña que siguieran el ejemplo de la matriarca en algunos aspectos que pusieran algo de tranquilidad en el universo de nervios que debía vivirse en la impresionante mansión de 13 baños que la filipina tiene en Madrid.

Tamara Falcó Isabel Preysler Mario Vargas Llosa