Un vestido joya, un traje de chaqueta y un minivestido: 3 looks para una novia viral

Demi Bryant y James Hundt fueron una de esas tantas parejas a las que la pandemia afectó de lleno. Comprometidos antes de la explosión del virus, tenían planeado celebrar su boda en 2020, pero avatares del destino, no les quedó más remedio que poner en pausa la celebración. Pospuesto el gran enlace, eso no impidió que, ese mismo año, el que el coronavirus entró en el mundo, Demi y James finalmente pudieran convertirse en marido y mujer, eso sí, en una boda íntima con pocos invitados que nada tenía que ver con la ceremonia que habían imaginado.

Su primer 'sí, quiero' se llevó a cabo el 10 de octubre de 2020 en la iglesia de San Francisco Javier de Lavender Bay, en la costa norte de Sydney, Australia. DJ y modelo de profesión, la novia imprimió personalidad a ese primer atuendo nupcial apostando por un traje de chaqueta de la firma Karen Willis Holmes.

Ante la atenta mirada de 30 invitados, una cifra de asistentes que era la tónica general en las bodas celebradas durante la pandemia, la pareja cumplió así el sueño de convertirse en matrimonio. Aguardando a ese futuro e idílico enlace, Demi prefirió optar por un outfit moderno y rompedor que nada tiene que ver con el tradicional dress code de una novia. Y acertó de pleno.

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Confeccionado en un tejido formal de color blanco, el sastre de la DJ estaba compuesto por dos prendas. La primera, una chaqueta con cierre frontal cruzado, doble botonadura, cuello con solapas de muesca y botones en los puños valorada en 1.200 euros. Y la segunda, un pantalón de vestir de silueta palazzo a la venta por 600 euros. Disponibles en la colección permanente de la marca nupcial, son de esas piezas que se realizan bajo pedido previo.

Unos zapatos de salón metalizados, un velo de tul con bordados de pedrería y un bouquet de rosas blancas, completaron el outfit nupcial de la novia.

Un año y medio después, en concreto, el 5 de marzo de 2022, también en Australia, Demi y James renovaron sus votos matrimoniales en una boda, esta vez sí, que congregó a todos sus familiares y amigos, y que para los novios, era igual de especial que su primera vez.

Repitieron acto y ceremonia por la iglesia, aunque en otro templo, la parroquia de Dalton en Sydney, y la fiesta posterior se llevó a cabo en el Harbour Rocks Hotel. Turno para desplegar sus otros dos looks de novia: un vestido joya de Corston Couture y un minivestido de Karen Willis Holmes.

De silueta ajustada, imagen lencera, detalles semitransparentes y repleto de lentejuelas, el vestido se amoldaba a la figura de la modelo como si de una segunda piel se tratase. Como guiño al enlace de 2020, la novia rescató el velo de tul y añadió un ramo de calas blancas.

Cambio de atuendo para el banquete y la fiesta. Para estar cómoda, bailar y moverse libremente, Demi colgó el delicado vestido joya y se enfundó en un minivestido de organza blanca. ¿Sus señas de identidad? Mangas abullonadas, cuerpo encorsetado, escote cuadrado, cinturón ancho con hebilla y falda voluminosa con vuelo. El toque brillante a su tercer look de novia lo pusieron los zapatos de Meggan Morimoto: acabados en punta, con tiras cruzadas, tacón fino y broche en la pala.