Todo lo que no vimos de la boda de Cristina Reyes: segundo vestido, Vargas con collarín y más
La boda de la estilista de Isabel Preysler y Tamara Falcó celebrada este fin de semana en Madrid sigue siendo noticia a cuenta de los famosos que asistieron
El 17 de diciembre de 2022 pasará a la historia como una de las jornadas nupciales más trepidantes y convulsas de la temporada. Ese mismo día se casaron Beltrán Palazuelo y Eugenia Hernández-Antolín Cabello, María Castellanos y Alastair Catto, y Cristina Reyes y Jorge Puras. Los últimos fueron los que más famosos y caras conocidas de nuestro país congregaron entre los invitados. Desde el sexteto de damas de honor de rojo capitaneado por Lourdes Montes y Margarita Vargas hasta unas esperadísimas Isabel Preysler, Tamara Falcó y Ana Boyer, compartiendo mesa con Carlos Baute, Rosanna Zanetti o Carla Barber.
Todos reunidos en Madrid para celebrar el gran día de la estilista de moda y el hijo de Chus Puras, piloto español de rallies. En realidad, los festejos arrancaron el viernes previo. Como sorpresa para sus amigas, Reyes obsequió a las asistentes con un tratamiento de belleza en el centro de belleza de Maribel Yébenes.
"Hay momentos en la vida, que son importantes por sí solos. Vivirlos con la gente que quieres los hace inolvidables. Gracias por querer compartirlo con nosotros", este es el texto que Lourdes Montes, Ana María Chico de Guzmán y otras amigas de los novios leyeron a su llegada al centro de estética para someterse a un tratamiento de belleza flash. Una preboda original en clave beauty que dio el pistoletazo de salida a su encantador enlace de Navidad.
Por su parte, Reyes durmió la noche anterior en el hotel Four Seasons. Hasta allí se desplazó, la mañana de la boda, el peluquero Moncho Moreno (uno de los invitados) para peinar a la novia que lució un moño minimal. Del maquillaje se encargó la 'make up artist' Raquel Álvarez Díaz.
A las 13 horas del sábado, los familiares, amigos y seres queridos de la pareja comenzaron a llegar a la capilla de Nuestra Señora de Begoña, en La Florida, ubicada en el barrio de El Plantío, en la zona norte de Madrid, donde tuvo lugar la ceremonia religiosa.
Tal y como había revelado la estilista en su perfil de Instagram, de la papelería de la boda se encargó 255 Paper & Design. Invitaciones, meseros, menú, seating plan y mucho más, con una temática navideña, letra inglesa, papel italiano y acuarelas pintadas a mano. Cristina, la mujer de Álvaro Castillejo, sobrino de Isabel Preysler, una de las más activas en redes sociales de la boda, nos enseñó el tarjetón que los invitados se encontraron en los bancos de la iglesia y que sirvieron de guía para seguir la ceremonia.
Después del 'sí, quiero', los recien casados y sus invitados se desplazaron hasta el restaurante La Borda del Mentidero, donde tuvo lugar el banquete y la fiesta posterior. Ya allí, pudimos ver a Tamara Falcó, Ana Boyer y Preysler entre las invitadas.
Ataviada todavía con el minimalista e invernal diseño de Jorge Vázquez y el original tocado de rejilla de Mimoki, la novia y su ya marido entraron en el salón repleto de amigos y familiares entre vítores y aplausos. Después, arrancó la comida. En el menú, un primer plato consistente en un canelón de cigalas y langostino tigre con jugo de gamba y puerro; un segundo plato con pularda trufada con salsa perigord y patatas horneadas a baja temperatura; y un postre con bizcocho caliente de chocolate con crema chantilly y un dulce de limón con merengue italiano y frutos rojos.
El montaje, así como la organización de la boda, fue obra de Moira Reyes, wedding planner y hermana de Cristina. El arte floral, todo en rojo, corrió a cargo de Naranjas de la China.
En el salón del restaurante, tres mesas de cristal alargadas e infinitas, bautizadas con nombres de ciudades, Madrid, Santander y Marbella, esperaban a los invitados. Candelabros altos de plata, pequeñas velas, un centro floral en rojo, vajilla y menaje de cerámica con print geomético bicolor, copas de cristal y vasos labrados, sillas con el respaldo metalizado, junto con una servilleta personalizada y el menú a degustar. En pocas palabras, una espectacular estampa de Navidad gracias a Cashmere Decoracion.
Una vez concluida la comida, comenzó la fiesta. Después de su primer baile como marido y mujer, Cristina Reyes se despojó del vestido de Jorge Vázquez para enfundarse en un modelo de corte sastre de Pronovias Atelier, tal y como nos ha confirmado la novia.
Tomando el patrón de la clásica americana como base, el equipo de Pronovias confeccionó en exclusiva un vestido largo de color blanco con los hombros marcados, cierre frontal cruzado con doble botonatura, cuello con solapas de muesca, manga larga y abertura frontal en la falda.
A sus pies, la experta en moda cambió los salones de terciopelo verde de Aquazzura por unas bailarinas joya de Adeba. "Me puse unos planos hechos especialmente para mí de Adeba, la nueva marca de Isabel Moralejo, que eran de terciopelo blanco y un broche joya", nos ha contado la estilista de moda.
Cambio también en el peinado, del recogido de Moncho Moreno a presumir de su característica melena midi suelta.
Desvelado el segundo look nupcial de Reyes, y en medio de la fiesta, pudimos ver a Margarita Vargas, ya sin el tocado de Mimoki y con el vestido rojo de Roberto Diz, con un collarín en el cuello. Debido a una lesión en las cervicales, la duquesa de Anjou se vio obligada a ponérselo en la celebración, cosa que no fue tal en la iglesia mientras ella, y el resto de damas de honor, esperaban la llegada de la novia.
Con Cristina Reyes y Jorge Puras amaneciendo la mañana después en el hotel Four Seasons y disfrutando de un desayuno para todos, concluye la que, sin duda, ha sido la boda más mediática e instagrameada del fin de semana y que pone el punto y final a una temporada nupcial colosal.
El 17 de diciembre de 2022 pasará a la historia como una de las jornadas nupciales más trepidantes y convulsas de la temporada. Ese mismo día se casaron Beltrán Palazuelo y Eugenia Hernández-Antolín Cabello, María Castellanos y Alastair Catto, y Cristina Reyes y Jorge Puras. Los últimos fueron los que más famosos y caras conocidas de nuestro país congregaron entre los invitados. Desde el sexteto de damas de honor de rojo capitaneado por Lourdes Montes y Margarita Vargas hasta unas esperadísimas Isabel Preysler, Tamara Falcó y Ana Boyer, compartiendo mesa con Carlos Baute, Rosanna Zanetti o Carla Barber.