Es noticia
Menú
Cristina, la novia que se casó con el vestido de su madre y su boda repleta de detalles
  1. Novias
NOVIAS REALES

Cristina, la novia que se casó con el vestido de su madre y su boda repleta de detalles

Celebrado el pasado otoño en León, la ciudad natal de la novia, Cristina y Daniel protagonizaron un precioso enlace que hoy nos sirve como fuente de inspiración

Foto: La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)
La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)

Los amores de verano no tienen por qué llegar a su fin. Cristina y Dani son un buen y certero ejemplo de ello. Como seguro imaginas, se conocieron un verano, el de 2017, y esa chispa que ambos sintieron antes de dar carpetazo a sus vacaciones se mantuvo año tras año en el tiempo hasta terminar en boda. Un enlace precioso, emotivo y repleto de detalles, desde el look nupcial de ella hasta el catering o la fiesta. El gran día de esta pareja es digno de contar.

Aquel encuentro fue en Luarca, un pueblo costero de Asturias. "Dani y yo veraneamos allí. Nos conocimos en una verbena durante las fiestas. Nuestra primera cita fue en una playa que está allí cerca, se llama Otur. Recuerdo que pasamos un día genial, aunque tuvimos que salir corriendo literalmente porque de repente se puso a llover, así es Asturias", comenta Cristina entre risas. "Cuatro años después me pidió matrimonio. Lo que comenzó como un amor del final del verano acabó en boda", añade.

placeholder La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)
La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)

Para pedir su mano, este gerente de ventas en Cantabria Labs escogió el mismo lugar donde unos años antes sus caminos se habían cruzado. "Una noche de agosto de 2021, Dani quiso que fuésemos a ver las perseidas a esa playa. Reconozco que algo sospeché, tanto que me quité todos los anillos que llevaba puestos. Esa noche, con nuestra canción de fondo ('The One', de Kodaline), me dijo que quería pasar el resto de su vida a mi lado. No podía parar de llorar, ni siquiera miré el anillo".

Desde ese preciso instante, la idea de montar un enlace emocionante y cargado de detalles acaparó a la pareja. Ella de León y él de Madrid, Cristina confiesa que "a mí me hubiera gustado casarme en Luarca, en una iglesia preciosa que se llama la Atalaya, donde se casaron mis abuelos, pero la logística era muy complicada. Así que decidimos casarnos en la catedral de León, donde se casaron mis padres, que es impresionante".

¿Quieres ver tu boda en Vanitatis?

Si quieres que el reportaje de tu gran día perdure para siempre en el tiempo, dale una nueva dimensión escribiéndonos a pmata@elconfidencial.com y, quizás, tu boda pueda ser una de las seleccionadas.

placeholder La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)
La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)

Daniel y Cristina fijaron su gran día en otoño, en concreto, el 15 de octubre de 2022. Lo adelantando, la ceremonia religiosa se produjo en la catedral de Santa María de Regla, en León, el mismo templo que escogieron los padres de la novia en su día. Ubicado en el casco antiguo de esta ciudad castellanoleonesa, terminó siendo el lugar perfecto para convertirse en marido y mujer y unir sus vidas para siempre.

La noche antes del día B, los novios organizaron una fiesta previa con sus familiares y amigos: "La noche anterior hicimos una preboda en una azotea preciosa con unas vistas espectaculares a la catedral, en la azotea del restaurante Camarote Madrid. Vinieron todos nuestros amigos, hicimos un picoteo y, gracias a este encuentro, conseguí tranquilizarme mucho para el día siguiente".

placeholder La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)
La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)

Aquella mañana del 15 de octubre tocaba prepararse. Cristina lo hizo acompañada de sus padres: "Quisimos tener un detalle especial con los padrinos, mi padre y la madre de Dani, y les regalamos unos pañuelos bordados de Silvana Modesti. Fue superemocionante ese momento, a mi padre se lo entregué en casa con la frase: 'De tu mano, mis primeros pasos y de tu brazo al altar'. Él no podía parar de llorar. Hacía poco que había superado un cáncer, y ver que era posible que me llevase de su brazo al altar... Solo de contártelo se me ponen los pelos de punta".

Del look beauty de la dentista se encargó María de MC Imagen Studio. Un maquillaje muy natural y un impoluto moño trenzado con la raya en medio del que brotaba el velo. Cristina estaba guapísima.

placeholder La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)
La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)

Turno para hablar de la historia que esconde el traje nupcial de esta leonesa. Una pieza que traspasó la barrera del espacio-tiempo y saltó del armario de su madre directamente al suyo. "Utilicé el vestido de novia de mi madre. Ella siempre ha sido mi referente, tenía muy claro que quería llevar su vestido", explica. "Estaba enamorada de la parte superior y de las mangas".

Lucir el vestido de novia de su madre, ese sueño que muchas niñas hemos tenido cuando éramos pequeñas y contemplamos el álbum de boda de nuestros progenitores, y que Cristina logró convertir en realidad para su enlace el otoño pasado. ¿Su aliada? La diseñadora nupcial Castellar Granados.

placeholder La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)
La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)

"Quería mantener la esencia del vestido, pero adaptarlo a mí. El original presentaba unas mangas de farol muy pronunciadas, las cuales conservamos, así como la parte superior con un tejido de encaje doble precioso. Castellar captó desde el minuto uno mi idea: conservar la elegancia y el estilo retro del vestido".

De cuello redondo amplio, con unas grandes mangas, corte en la cintura y una falda con movimiento, la diseñadora elevó aún más el traje que la madre de Cristina llevó el día de su boda. "Le añadimos una larga cola de muselina con una caída preciosa. Modificamos las mangas, ya que en el vestido base eran de manga corta y, para ello, usamos la misma tela que en la falda, muselina con detalles de jaretas en la muñeca".

placeholder La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)
La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)

La imagen final de esas mangas resultó ser de lo más original. Del patrón inicial tipo globo brotaban unas mangas finas que estaban rematadas con unos puños plisados y un pequeño volante con movimiento.

En el terreno de los accesorios, además del velo, Cristina escogió unos zapatos de Flor de Asoka. Para ser más exactos, se calzó el modelo Tilda Garnet en tono granate. Unos salones revestidos de terciopelo acabados en punta, escotados por los laterales, con cierre de pulsera en el tobillo y tacón trapecio de nueve centímetros.

placeholder La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)
La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)

El ramo, una bucólica y otoñal composición de la Flores Sela, presentaba la misma tonalidad que los zapatos, unas flores que se fusionaron con vegetación de color verde: "Quería tener un guiño con Asturias y añadir alguna hortensia. Además, llevé una medalla con un lazo. Perteneció a mi abuelo, el cual había fallecido recientemente y era muy especial para mí. De ese modo fue como tenerlo a mi lado todo el rato".

Más piezas del joyero familiar: "Los pendientes que llevé eran antiguos de mi abuela. Sumé el anillo que me regaló Dani en la pedida, una joya vintage de Urbieta".

placeholder La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)
La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)

La boda resultó superar las expectativas previas de Cristina y Dani: "Fue mucho mejor de lo que me había imaginado nunca. Ese día, desde primera hora de la mañana, estuve muy tranquila y disfrutando de cada momento. En cuanto vi a Dani en el altar me sentí en casa".

Rememorando su gran día, la dentista añade: "Estaba tan emocionada... Soy de León y, aunque lleve muchos años viviendo en Madrid, ver a todos los invitados en mi ciudad, en mi hogar me hizo tremendamente feliz. Con mirar a todos y pensar: '¡Han venido hasta aquí por nosotros!' No podía parar de llorar. ¡Lloré muchísimo, pero de emoción y felicidad!".

placeholder La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)
La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)

Sobre el montaje y la decoración de la finca, la novia afirma que "quedó preciosa". Una carpa, del techo, lámparas industriales y arcos de vegetación; debajo, mesas alargadas con mantelería blanca y servilletas vichy, y en el centro, más y más flores. "Queríamos tener a Luarca presente en algún lado, así que los nombres de las mesas eran lugares de la ciudad, ¡quedó genial! Como ambas familias son de allí fue un sorpresón para todos, nadie sabía nada".

"Después de la comida tuvimos un concierto en directo de Villaboy, que son muy divertidos. Luego le tocó el turno al DJ Chema Erasun, fue un acierto total. ¡La gente lo dio todo! Estuve casi toda la boda por los aires".

placeholder La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)
La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)

El catering de Balbona, asturiano, sirvió tres platos: crema de cigalas con crujiente de jamón, medallón de solomillo a la plancha y dos chocolates con crujiente y helado. "Quisimos tener un guiño con Asturias. Nos pusieron un córner con sidra y de recena, cuencos con fabada. Triunfamos".

Momento del baile. "Lo abrí con mi padre. Tenía claro que no quería bailar un vals con él, mi padre es superbailongo, así que tenía que ser algo animado. Bailamos 'Crazy Little Thing Called Love', de Queen. Aunque habíamos ensayado un poco, al final mi padre hizo lo que le dio la real gana y fue pura improvisación", cuenta entre risas Cristina. "Con Dani bailé nuestra canción, 'The One' de Kodaline, la misma con la que me pidió matrimonio. Fue superemocionante, para variar, no dejé de llorar. Parecía que estábamos completamente solos. El momento más especial".

placeholder La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)
La boda de Cristina. (Cristina Cañibano)

Como consejo para futuras novias, "que disfruten de cada momento, suena a tópico, pero se pasa tan rápido. Para alargarlo, intentaría hacer una preboda, relaja muchísimo e, incluso, también haría comida posboda. Nosotros comimos de tapas al día siguiente con amigos y fue genial comentar todo lo ocurrido el día anterior".

Los amores de verano no tienen por qué llegar a su fin. Cristina y Dani son un buen y certero ejemplo de ello. Como seguro imaginas, se conocieron un verano, el de 2017, y esa chispa que ambos sintieron antes de dar carpetazo a sus vacaciones se mantuvo año tras año en el tiempo hasta terminar en boda. Un enlace precioso, emotivo y repleto de detalles, desde el look nupcial de ella hasta el catering o la fiesta. El gran día de esta pareja es digno de contar.

Vestido novia Bodas Tendencias
El redactor recomienda