Mente en blanco, ¿por qué en ocasiones 'se nos va la cabeza'?
Es muy habitual que en un momento de estrés sintamos cómo nuestra mente se queda vacía y olvidemos lo que íbamos a decir... ¿Por qué sucede esto?
Es más que probable que alguna vez te haya pasado, pues sucede con más frecuencia de la que parece. Durante unos segundos, nuestra mente se queda en blanco, libre de pensamientos, somos incapaces de pensar o recordar algo concreto. Estas incómodas situaciones suceden en momentos concretos, como cuando vamos a hablar en público, pero también puede pasar durante una conversación normal.
Unos segundos que serían la envidia de cualquiera que lleve un tiempo practicando la meditación, durante la cual una de las máximas es poner la mente en blanco, librarla de todo pensamiento, lo que se ha demostrado complicado. En el caso de la meditación en sus múltiples tipologías, este es un proceso buscado, sin embargo, en esta ocasión, hacemos referencia a esas veces en las que no podemos evitar que nuestra mente se vacíe.
En realidad la mente, como señalábamos antes, nunca está en blanco por completo, se trata más de una sensación, una percepción puntual que de una realidad. Estos lapsos de pensamientos pueden deberse a muchos motivos, y aunque algunos de ellos son médicos, en la mayor parte de los casos no es así.
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“La mente en blanco se ha entendido como una falla en la memoria, sobre todo en un contexto en el que se quiere usar un contenido de la memoria de manera utilitaria para lidiar con alguna situación”, explica Christian Salas, investigador del Centro de Neurociencia Humana y Neuropsicología de la Universidad Diego Portales de Chile para ‘La Tercera’. “Se trata de una sensación en la que nuestra mente está sin contenido, pero somos conscientes de eso”.
Quedarse en blanco puede ser un signo de que nuestra memoria no está funcionando bien de manera momentánea, una parte de nuestros recuerdos quedan fuera de nuestro alcance de forma temporal y los motivos por los que esto sucede pueden ser muy variados. La fatiga puede ser uno de ellos, un exceso de uso o sobrecarga que disminuye nuestra actividad. Puede deberse también a cuestiones emocionales, sentimientos muy intensos que dificultan el funcionamiento de nuestro cerebro.
Uno de los motivos más frecuentes que produce esta sensación es el estrés. Situaciones en las que nuestros niveles de ansiedad y estrés son muy elevados pueden llegar a causar este fenómeno. Tener la mente en blanco sería la forma que tiene nuestro cerebro de desconectarse de lo que estamos sintiendo. La ansiedad y la concentración no son buenos aliados y puede llegar a no dejarnos pensar.
Por qué nuestra mente se queda en blanco
Existen varios estudios que han querido analizar este fenómeno, siendo uno de los más importantes el realizado por el departamento de Psicología de la Universidad de Harvard, que fue recogido por ‘Frontiers’ hace ahora diez años. Este sugería que estos estados parecen no afectar a la mayoría de las tareas que realizamos y que, de hecho, gran parte del tiempo podemos hacer cosas mientras esto sucede.
Esta pérdida de consciencia respecto a lo que estamos haciendo sería diferente de las situaciones de bloqueo no deseado a las que hacíamos referencia a lo largo del artículo. La mente deja de estar presente, pero en estos casos no se debe a una situación de estrés que nos inmoviliza, suele estar más relacionado con el aburrimiento y la rutina. Seguro que alguna vez has llegado a tu destino habitual sin ser consciente del camino.
Estos estados de distracción mental han sido estudiados por investigadores de la Universidad de Melbourne (Australia), centrándose en la actividad neuronal al realizar tareas habituales. Los resultados apuntan a que los estados de sueño y vigilia no son excluyentes, sino que están más relacionados de lo que parece.
Los datos de estos estudios han abierto una interesante vía de investigación en trastornos como el TDAH, quienes son diagnosticados de esta afección crónica, un trastorno por déficit de atención e hiperactividad, tienen problemas para conciliar el sueño y también para mantener la concentración en tareas poco exigentes.
No hay muchos estudios relacionados con este estado de la mente, pero uno de los más recientes es el realizado por profesionales de la Universidad de Lieja (Bélgica). Ellos ponen en duda que estemos constantemente pensando de un modo consciente y aseguran que, durante estos periodos de mente en blanco, no llegan pensamientos conscientes, se está en un modo similar al del sueño profundo, pero durante la vigilia.
Como salir de esta situación
En ocasiones nuestro cerebro se sobrecarga y necesita un descanso y eso es precisamente lo que tenemos que darle para salir de esta situación de bloqueo. Es clave tratar de sobreponerse a esa situación que ha hecho que nuestros niveles de estrés sean tan elevados, como con algunas técnicas que nos ayuden a volver a conectar con el momento actual. Si se produce por cansancio, tal vez tengamos que tomar medidas para evitar llegar a estos extremos, por ejemplo, descansando.
Es más que probable que alguna vez te haya pasado, pues sucede con más frecuencia de la que parece. Durante unos segundos, nuestra mente se queda en blanco, libre de pensamientos, somos incapaces de pensar o recordar algo concreto. Estas incómodas situaciones suceden en momentos concretos, como cuando vamos a hablar en público, pero también puede pasar durante una conversación normal.