Este es el motivo por el que deberíamos enfadarnos más a menudo, según la psicología

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Ya sea por la educación que nos han dado o por cómo se concibe socialmente, solemos sentir un rechazo hacia el enfado que, muchas veces, hace que lo ocultemos y reprimamos por temor a cómo nos puedan ver los demás si nos enfadamos con facilidad.

Esta doctrina social y cultural nos enseña a ocultar nuestras emociones, generando una desconexión interna que nos aleja de nuestra verdadera esencia. Esta represión emocional es especialmente evidente cuando se trata del enfado, ya que suele ser visto como algo inapropiado y, por lo que, procuramos no experimentarlo ni que los demás sean conscientes de él.

Pero lejos de la rabia o la ira desmedida, el enfado es también una emoción de nuestro carácter que tiene una función valiosa aunque no lo parezca a priori. Si tratamos de ocultar esta emoción terminaremos reprimiendo parte de nuestras emociones, y esto no es sano para nuestra salud mental.

Reprimir el enfado puede afectar a nuestra autoestima y a nuestras relaciones, siendo el enfado una parte importante de nosotros mismos que, al no permitir que aflore, estaremos ocultando una parte de nuestra personalidad como si hubiera algo malo en ella.

La sociedad actual, especialmente en las redes sociales, promueve una imagen idealizada de la vida, donde las emociones "negativas" son vistas como débiles o inadecuadas. Para saber controlar y manejar el enfado y mostrar cómo nos sentimos en todo momento, los psicólogos recomiendan hacer uso de una serie de herramientas.

La primera de ellas es la de dejar de culpar a los demás por cómo nos sentimos al igual que debemos saber entender que cada persona tiene su propia perspectiva acerca de las diferentes situaciones que experimentamos.

Aprender a identificar los sentimientos y pensamientos que acompañan al enfado también nos proporcionará control sobre el mismo. Aprender a expresar nuestro enfado de manera calmada y respetuosa, hará que seamos escuchados de manera efectiva.

Por último, debemos permitirnos tomarnos el tiempo necesario para asimilar nuestra emoción y lidiar con ella de forma sana. Recuerda que el enfado es una emoción natural y válida, siempre que sea gestionada adecuadamente.