Pérdida de memoria: si se te olvida algún nombre esta es la explicación, según la neurología
A veces, la memoria nos juega una mala pasada y las palabras parecen esfumarse en el momento menos oportuno. Entender por qué ocurre es clave para afrontarlo
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Con frecuencia, podemos sentir que se nos olvida algún nombre, lo que nos puede generar frustración y, en algunos casos, preocupación. Esta dificultad para recuperar ciertos datos del recuerdo, conocida por la neurociencia como "anomia", puede producirse por múltiples factores, desde el estrés y la sobrecarga de información hasta el envejecimiento natural.
Según 'Psicología y Mente', es normal que las personas que la padecen usen circunloquios para que los demás puedan entender lo que tratan de decir sin tener que usar el concepto concreto que no son capaces de recordar. También suelen emplear muletillas para ganar tiempo o recurren a categorías más generales que incluyan el término que les causa dificultad, tal como explican en el citado medio.
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También nos explican cuáles son los diferentes tipos de "anomia". Por un lado, tenemos la más común, la "léxica", donde la persona sabe a qué se refiere, pero no logra recordar la palabra exacta. Aunque el concepto está claro en su mente, la etiqueta verbal parece bloqueada.
Por otro lado, está la "anomia fonológica", en la que el individuo reconoce la palabra, pero no puede encontrar su forma sonora. Es frecuente en afasias como la de Broca, donde la producción del lenguaje está afectada y resulta difícil articular correctamente los términos.
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Y, por último, tenemos la "anomia semántica", que es más profunda, ya que la persona no solo olvida la palabra, sino que tampoco logra identificar el concepto. En estos casos, el problema no es lingüístico, sino cognitivo y de memoria, dificultando la comprensión del significado.
Pero no siempre esta es la causa de nuestros olvidos. Según explica el psicoanalista José Abadi en 'La Nación': “Los olvidos cotidianos se relacionan con una alta tensión emocional, mucha agitación y dispersión. Se habla de un tema y se pasa a otro, pero la mente está ocupada en otra cosa, mientras se deja lo que hay que hacer".
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También debemos tener en cuenta que, con el paso del tiempo, pueden producirse ciertos lapsus ocasionales, como no recordar cumpleaños o fechas relevantes, y es algo totalmente normal. Aun así, si se trata de un hecho recurrente, no está de más acudir a la consulta de nuestro médico para que pueda informarnos basándose en nuestro historial de salud.
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Con frecuencia, podemos sentir que se nos olvida algún nombre, lo que nos puede generar frustración y, en algunos casos, preocupación. Esta dificultad para recuperar ciertos datos del recuerdo, conocida por la neurociencia como "anomia", puede producirse por múltiples factores, desde el estrés y la sobrecarga de información hasta el envejecimiento natural.