Esta es la edad a la que nos hacemos viejos, según la ciencia

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¿Cuándo empieza realmente la vejez? Aunque solemos asociarla con la jubilación, la ciencia tiene una respuesta muy diferente. No es a los 60 ni a los 65 cuando el organismo entra en esa etapa, sino bastante más tarde. Durante años, el envejecimiento ha sido visto como un proceso que ocurre de forma gradual, pero recientes investigaciones han demostrado que hay momentos clave en los que el cuerpo experimenta cambios significativos.

Según un estudio de la Universidad de Stanford, recogido por 'Huffington Post' y 'Onda Cero', el envejecimiento comienza de forma clara a los 78 años. A partir de esta edad, el cuerpo experimenta un deterioro celular notable y pierde gran parte de su capacidad de regeneración. Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron más de 4.200 muestras biológicas de personas entre los 18 y los 95 años, identificando cambios progresivos en los tejidos a lo largo del tiempo.

El estudio también señala que el envejecimiento no ocurre de golpe, sino que se desarrolla en tres etapas clave. La primera comienza a los 34 años, cuando el cuerpo alcanza su madurez total y empiezan a aparecer los primeros signos de envejecimiento, aunque de manera imperceptible. Es en esta etapa cuando se pueden notar cambios en la piel, una ligera disminución en la producción de colágeno o en la capacidad de recuperación después del ejercicio.

A partir de los 60 años, la madurez tardía marca un cambio más evidente, con transformaciones físicas y psicológicas que se hacen notar. La pérdida de masa muscular comienza a acelerarse, la piel se vuelve más fina y pueden aparecer problemas como la osteoporosis o el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Finalmente, la vejez plena se inicia a los 78 años, cuando el deterioro es más pronunciado y aumentan las probabilidades de padecer enfermedades crónicas. En este punto, muchos órganos pierden eficiencia, lo que puede traducirse en una mayor fatiga, pérdida de reflejos y una recuperación más lenta ante enfermedades o lesiones.

Es importante recordar que, aunque estos datos ofrecen una visión general del envejecimiento, cada persona es única y el proceso puede variar. Por eso, acudir a un especialista en geriatría o salud preventiva puede ser clave para mantener una buena calidad de vida y adoptar hábitos saludables que ayuden a envejecer de manera activa y saludable. Con el aumento de la esperanza de vida, la clave está en llegar a los 78 años con energía, sin que el envejecimiento se convierta en un obstáculo para disfrutar del día a día.