Dr. Etienne, neurólogo: estos son los efectos de comer queso en el cerebro

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El queso, pilar de la dieta mediterránea, vuelve a situarse en el punto de mira de la investigación científica gracias a los hallazgos de un reciente estudio japonés que asocia el consumo de determinadas variedades con mejoras en la memoria y la función cognitiva. El neurólogo y neurocirujano Dr. Mill Etienne ha difundido estos resultados en medios internacionales, destacando el potencial de quesos como el feta y el cheddar para “reforzar el rendimiento cerebral” en adultos mayores.

La investigación, llevada a cabo entre 1.200 personas mayores de 65 años, reveló que quienes consumían de forma regular feta o cheddar mostraron un mejor desempeño en pruebas de memoria verbal, capacidad de atención y velocidad de procesamiento que aquellos que no incorporaban estos lácteos en su dieta. Según explica el Dr. Etienne, los participantes mejoraron sus puntuaciones cognitivas en un 15 % tras seis meses de ingesta moderada de estos quesos.

Estos resultados cobran especial relevancia en el contexto español, donde la Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que cerca de 800.000 personas padecen alzhéimer y alerta de que el 60 % de los casos de demencia aún no están diagnosticados, aportando un rayo de esperanza en la prevención y el mantenimiento de la salud cerebral en una población cada vez más envejecida.

El Dr. Etienne subraya, no obstante, que no todos los quesos ofrecen los mismos beneficios: “La clave está en la calidad. Hay que huir de los productos excesivamente procesados, como los quesos para untar o envasados individualmente, que suelen contener aditivos —por ejemplo, diacetilo— que pueden resultar contraproducentes para la memoria y aumentar el riesgo de patologías cerebrovasculares”.

El impacto positivo del queso sobre el cerebro se atribuye principalmente a dos aminoácidos fundamentales: el triptófano, precursor de la serotonina, neurotransmisor clave en la regulación del estado de ánimo; y la tirosina, que estimula la producción de dopamina, asociada a la sensación de placer y motivación. Además, los quesos aportan vitamina B12, calcio y fósforo, esenciales para la salud neuronal y la transmisión sináptica.

Para evaluar el efecto del queso en la salud cerebral, el especialista recomienda estar atentos a las reacciones digestivas: si al ingerir variedades con alto contenido en lactosa se experimenta malestar, podría tratarse de una señal de impacto negativo en el bienestar general. Por ello, el Dr. Etienne aconseja optar por quesos con bajo contenido en lactosa y mínima procesación, como el suizo, el parmesano o el cheddar, y especialmente el feta, elaborado con leche de oveja o cabra, que ofrece un perfil de nutrientes más rico y digestible que el queso de vaca.