Estos son los 7 consejos, que son mano de santo, para combatir el estreñimiento que recomiendan los expertos

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El estreñimiento es un problema habitual que impacta de forma directa en la calidad de vida, aunque a menudo pase desapercibido o se normalice. Más allá de la incomodidad puntual, un tránsito intestinal irregular puede afectar al bienestar general y convertirse en un motivo de consulta médica si no se gestiona adecuadamente.

La dietista Bárbara Munar, especializada en menopausia y longevidad (@hablandodenutricion), recuerda que el estreñimiento se considera tal cuando se va al baño menos de tres veces por semana, existe sensación de evacuación incompleta o las deposiciones son excesivamente secas. Además, señala que durante la menopausia es frecuente que el tránsito intestinal se ralentice se produzca una disminución de enzimas digestivas y jugos gástricos.

Entre sus recomendaciones, Munar destaca la importancia de no ignorar las ganas de ir al baño. Retrasarlo facilita la reabsorción de agua en el colon, endureciendo las heces y dificultando su expulsión. También enfatiza el papel del ejercicio físico diario como estímulo natural del tránsito intestinal.

La hidratación adecuada es otro pilar fundamental: al menos dos litros de agua al día para mantener la consistencia de las heces. Como técnica adicional, la experta propone realizar un masaje abdominal antes de desayunar, comenzando por el lado derecho del abdomen, pasando por encima del ombligo y descendiendo por el lado izquierdo, durante unos cinco minutos.

Crear rutinas también es clave: sentarse en el WC a la misma hora cada día ayuda a educar al cuerpo y regular el ritmo intestinal. En paralelo, una alimentación rica en fibra, basada en frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, contribuye de manera decisiva a mejorar la digestión.

Por último, Munar recomienda prestar atención a la ingesta de magnesio, ya sea a través de alimentos como el aguacate, las legumbres o los frutos secos, o mediante suplementos de citrato de magnesio, siempre bajo supervisión profesional.

Por supuesto, estos consejos no sustituyen el diagnóstico ni el seguimiento profesional. Si los problemas persisten, lo más recomendable es consultar con un especialista que valore el caso de forma personalizada.