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Álvaro Fernández, farmacéutico: "El 84% de la grasa perdida se exhala, el 16% restante se elimina como agua"
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Álvaro Fernández, farmacéutico: "El 84% de la grasa perdida se exhala, el 16% restante se elimina como agua"

Respirar, moverse y sudar: tres acciones cotidianas que esconden el verdadero mecanismo detrás de la pérdida de grasa. Lo que ocurre en tu cuerpo al adelgazar te sorprenderá

Foto: Álvaro Fernández, farmacéutico (YouTube)
Álvaro Fernández, farmacéutico (YouTube)

Perder peso no es solo una cuestión de voluntad o estética. También es un proceso bioquímico fascinante que, para muchos, sigue siendo un misterio. ¿A dónde va la grasa cuando adelgazamos? ¿Desaparece? ¿Se transforma en músculo? ¿Se elimina por el baño? Álvaro Fernández, farmacéutico y divulgador en redes sociales, desmonta los mitos con una explicación tan clara como sorprendente.

Lo primero que aclara es que la grasa no se convierte en músculo, ni se “evapora” mágicamente. Lo que realmente ocurre es que el cuerpo descompone los triglicéridos —la forma en que almacena la grasa— en moléculas más pequeñas: ácidos grasos y glicerol. Estas moléculas son utilizadas como fuente de energía por el organismo, pero el dato más curioso está en cómo se eliminan los residuos de este proceso.

Lo que probablemente no sabías es que la mayor parte de la grasa que pierdes se elimina al exhalar, no a través del sudor o el baño como suele creerse. Fernández detalla que, cuando el cuerpo utiliza la grasa como energía, esta se descompone en dióxido de carbono y agua.

Aproximadamente el 84 % del peso perdido —en forma de moléculas derivadas de esa grasa— se elimina a través de los pulmones en forma de CO₂. El 16 % restante se expulsa como agua por medio de la orina, el sudor, las lágrimas y otros fluidos corporales.

placeholder La grasa se puede expulsar como agua a través de las lágrimas. (Pexels / Liza Summer)
La grasa se puede expulsar como agua a través de las lágrimas. (Pexels / Liza Summer)

Por eso, explica, moverse y mantener un metabolismo activo es esencial para favorecer este proceso: más actividad implica más oxidación de grasa y, por tanto, más dióxido de carbono que expulsamos. “La grasa no se derrite ni desaparece por arte de magia. Se transforma en energía y en moléculas que el cuerpo elimina respirando y sudando”, resume el farmacéutico.

Así que la próxima vez que termines una caminata o una sesión de ejercicio y te sorprendas respirando con fuerza, recuerda: literalmente estás expulsando parte de esa grasa que tu cuerpo ya no necesita. Sudor y lágrimas, sí… pero también aire.

Perder peso no es solo una cuestión de voluntad o estética. También es un proceso bioquímico fascinante que, para muchos, sigue siendo un misterio. ¿A dónde va la grasa cuando adelgazamos? ¿Desaparece? ¿Se transforma en músculo? ¿Se elimina por el baño? Álvaro Fernández, farmacéutico y divulgador en redes sociales, desmonta los mitos con una explicación tan clara como sorprendente.

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