Cómo respirar (bien) puede ayudarte a adelgazar más

Al respirar de forma inconsciente, a menudo no damos a esta actividad la importancia que merece. No solo es indispensable para mantenernos con vida, también es una parte esencial del resto de procesos que realiza nuestro cuerpo.

Por eso, de respirar bien puede depender nuestro estado de ánimo y nuestra salud, pero también podemos ayudar al sistema cardiovascular, digestivo y muscular. Ayuda a aumentar la concentración y la memoria, combatir el estrés e incluso nos ayuda a perder peso. Además, oxigena las células, fortalece los músculos y provoca una mayor quema de calorías.

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¿Adelgazar respirando?

Así, además de las muchas ventajas que tiene respirar de una forma adecuada para nuestro cuerpo, perder peso no es una de ellas. Pero hacerlo mientras realizamos ejercicios físico puede conseguir que quememos más grasa.

Cuanto más oxígeno tomamos, más aprovechamos nuestra capacidad pulmonar, esto hace que nuestro metabolismo se acelere y se quemen más calorías. Con esto no nos referimos a respirar con más frecuencia, ya que esto podría llevarte a una hiperventilación y provocarte mareos e incluso desmayos.

La clave está en respirar de manera más profunda, aprovechando al máximo nuestra capacidad pulmonar. Cada litro de oxígeno que consumes quema cinco calorías.

Normalmente respiramos de manera automática, por eso nuestra respiración suele ser superficial. Así, estaríamos cogiendo medio litro de aire en cada respiración, frente a los tres litros que puede tomar alguien que haya entrenado su respiración.

Una respiración adecuada cuando hacemos ejercicio nos ayuda a realizar la actividad de forma más efectiva, obtener más oxígeno cuando practicamos deporte puede acelerar la pérdida de peso.

Para descansar mejor

No solo cuando hacemos ejercicio físico, aunque es cuando realizamos un esfuerzo de estas características cuando más nos damos cuenta de que ‘nos falta el aire’.

Una respiración consciente puede sernos útil en otros momentos de nuestra vida, por ejemplo cuando tenemos problemas para dormir. Si queremos perder peso es importante que nuestro cuerpo descanse, dormir toda la noche hace que se pierda una mayor cantidad de grasa.

Cuando no dormimos lo suficiente, se desequilibran las hormonas que regulan el apetito. Aumentan los niveles de grelina, que estimula en hambre y reduce el gasto energético, también disminuyen los de leptina, que es la encargada de decirle a nuestro cuerpo que ya hemos comido suficiente.

Realizar ejercicios de respiración pueden ayudarnos a dormir mejor, como recomienda el doctor Andrew Weil con la técnica 4-7-8. Inhala por la nariz mientras cuentas hasta cuatro, retienes el aire contando hasta siete y lo expulsas por la boca contando hasta ocho. Además, también puede ser útil para reducir nuestros niveles de estrés.

Antes de optar por un picoteo para intentar calmar nuestra ansiedad, respirar de forma controlada puede ayudarnos. Inspira por la nariz durante tres segundos y espira durante otros tres, haz una pausa y repite varias veces.

Respirar de forma adecuada puede ayudarte a adelgazar, pero sobre todo a mantener tu cerebro en forma, proteger tu corazón y hasta aumentar tus defensas.