¿Tengo que dejar de tomar café si quiero adelgazar?
¿Puede tu consumo de café estar boicoteando tu dieta?
El café es una de esas sustancias que forman parte de nuestras vidas sin apenas darnos cuenta. Lo empleamos como bebida social, por ejemplo, cuando quedamos en una cafetería para ponernos al día con nuestros amigos, y también forma parte de nuestra rutina diaria.
No son pocas las personas que necesitan tomarlo nada más levantarse para poder comenzar su día con fuerza, o se ven incapaces de acometer una acción que requiera concentración sin una taza de humeante café a su lado.
Una de las dudas más habituales que surge en torno a esta bebida suele estar relacionada con la cantidad que podemos tomar sin que sea peligroso para nuestra salud, pero también si podemos seguir tomándolo cuando lo que queremos es perder peso.
Café sí, pero con moderación
En ocasiones nos planteamos la duda sobre si el café es bueno o es malo para nuestra salud, y lo cierto es que hay estudios que defienden ambas posturas porque consumido con moderación puedes aprovechar sus beneficios, pero en exceso puede resultar negativo.
Se ha estipulado que un adulto sano puede llegar a consumir al día 400 miligramos de cafeína, lo que sería equivalente a cuatro tazas diarias de esta bebida pero no de un café muy cargado.
Un consumo superior sería un exceso y podría provocar migrañas, insomnio, irritabilidad, incluso malestar físico y problemas más serios de salud a largo plazo.
Con un consumo moderado de café podemos disfrutar de sus ventajas, por ejemplo, puede ayudarnos a permanecer alerta, tiene nutrientes esenciales para nuestro organismo y es una gran fuente de antioxidantes.
Entonces… ¿cómo afecta a mi dieta?
Lo cierto es que el café puede ayudarte en tu dieta para adelgazar o hacer todo lo contrario, todo dependerá de la forma en la que lo tomes.
Una taza de café solo aporta una cantidad de calorías muy baja, el problema para la pérdida de peso suele estar asociada a la forma en la que lo tomamos. Por ejemplo, cuanto más azúcar añadas, más calorías estarás sumando, igual que si lo tomas con grandes cantidades de leche o incluso nata o leche condensada.
Por ello, si estás siguiendo una dieta baja en calorías, es mejor tomarlo solo o con un poco de leche. Al tomar el café solo estaremos ayudando a nuestro cuerpo a quemar grasas más rápido, porque consumido de esta manera tiene efecto termogénico, es decir, aumenta la actividad del metabolismo.
Puede también mejorar nuestro rendimiento físico cuando hacemos ejercicio porque la cafeína aumenta los niveles de adrenalina. También afirman que puede prevenir los dolores musculares posteriores al ejercicio.
Por tanto, no es necesario que elimines el café, pero debes tener en cuenta que por sí mismo no te hará adelgazar, y puedes seguir tomándolo en el marco de una dieta equilibrada diseñada por profesionales y acompañarlo con ejercicio físico.
El café es una de esas sustancias que forman parte de nuestras vidas sin apenas darnos cuenta. Lo empleamos como bebida social, por ejemplo, cuando quedamos en una cafetería para ponernos al día con nuestros amigos, y también forma parte de nuestra rutina diaria.