¿Qué hacían Haakon y Mette-Marit de Noruega en la boda de Pierre y Beatrice?

La ceremonia religiosa entre el hijo de Carolina de Mónaco, Pierre Casiraghi (27 años) y la periodista italiana Beatrice Borromeo (29), celebrada este sábado, ha sido un fiasco. Una decepción para los amantes de la pompa propia de las bodas reales al uso, donde la cuota glamourosa depende de cómo princesas y reinas combinan vestidos con tiaras.

En esta, sin embargo, se dieron cita las principales testas coronadas del mundo de la moda o la música como el empresario Lapo Elkann, la diseñadora Carolina Herrera, la editora Franca Sozzani, su hijo Francesco Carrozini y su novia, la cantante Lana del Rey, entre otros. Más de 700 invitados entre los que destacó (y pasó desapercibida a partes iguales) la presencia de Haakon y Mette-Marit de Noruega y Marius Borg, el hijo que la princesa aportó a su matrimonio fruto de una relación anterior. Los únicos royals que fueron invitados, aunque no fuera por su condición de miembro real, pues no hubo invitación oficial a otras casas reales.

Entonce, ¿en condición de qué fueron invitados? La respuesta es sencilla. El pasado mes de mayo la misma Beatrice Borromeo compartió una imagen en su cuenta de Twitter donde se la pudo ver en compañía de Mette-Marit y la princesa Marta Luisa limpiando la basura de una playa del país nórdico. Muchos fueron los que se preguntaron de dónde venía esta amistad, pero simplemente fue un encuentro casual. La mujer de Haakon se encontraba unos días en Troms (norte de Noruega) junto a su familia y allí se encontró con Borromeo.

Tras aquella faena ecológica, los Casiraghi Borromeo no dudaron en cursar una invitación a los príncipes herederos de Noruega para que acudieran a su enlace. Y lo hicieron. Aunque en el tarjetón nupcial quien tuviera el gusto de invitarle al enlace no fueran ni Alberto de Mónaco ni su esposa. Además, Mette-Marit supo estar a la altura estilística de un enlace a la italiana. Apostó por diseñadores alpinos para los múltiples eventos organizados en las islas borromeas: lució vestidos largos de Giambattista Valli y Valentino. Y su hijo y su marido, con chaqués clásicos, volvieron a causar furor entre las monárquicas más recalcitrantes y las fashion victims.