Es noticia
Menú
El running da el gran salto a la montaña
  1. Estilo
moda

El running da el gran salto a la montaña

La ciudad se nos ha quedado pequeña. La moda del running que tanto ha crecido en tiempos de crisis porque permite hacer un ejercicio físico completo

Foto: El running da el gran salto a la montaña
El running da el gran salto a la montaña

La ciudad se nos ha quedado pequeña. La moda del running que tanto ha crecido en tiempos de crisis porque permite hacer un ejercicio físico completo de forma barata y sin horarios fijos, comienza a dar el salto a la montaña de manera progresiva. Una evolución inversa a la que experimentaron las gentes de los pueblos cuando salieron ‘corriendo’ hacia las ciudades en busca de oportunidades. Pues bien, la nueva oportunidad que ofrece ahora el campo es la de ponernos en forma sintiéndonos más libres en contacto directo con la naturaleza.

Pero correr por el monte requiere de una mayor preparación. No solo física, sino también mental, técnica y a nivel de equipamiento. Raúl Sánchez es uno de esos valientes que han sabido aprovechar las dificultades laborales de estos momentos para reciclarse y tratar de sacarle partido a su gran pasión: la montaña. Desde su recién inaugurada página web que lleva por nombre Kbralok, ofrece su experiencia como trail runner o ultrafondista tanto a los que se inician en este adictivo deporte como a los que ya son asiduos.

“El ser humano necesita estar en contacto con la naturaleza. Es un sentimiento de libertad que difícilmente se consigue en una ciudad, rodeado de gente, ruidos, contaminación...”, explica Raúl. “El Trail Running es un deporte que atrapa y no te suelta. Si te gusta correr y lo pruebas, no vuelves a pisar asfalto. Poder correr por el monte es una sensación única. Despierta tu lado más salvaje, primitivo quizás, y te hace sentir a la vez pequeño en la grandiosidad de la montaña, y también grande por poder disfrutar de lo que ésta te ofrece”, añade. 

Sin embargo, no todo el mundo puede lanzarse a correr por el monte sin más. La diferencia de terreno entre el campo y la ciudad es significativa, y como tal, hay importantes datos a tener en cuenta antes de dar el paso. “Aunque el concepto es el mismo (correr), las diferencias son muchas. Pero básicamente, que los caminos y sendas son muy inestables por las rocas, raíces, arena... y las articulaciones sufren mucho. No es tan agresivo como correr por asfalto, pero es muy fácil torcerse tobillos y rodillas. Los grandes desniveles cargan las piernas hasta el punto de que creamos que nos van a estallar. Así que antes de nada hay que estar mentalizados de que los ritmos que hacemos en asfalto nada tienen que ver con los que haremos en montaña, que serán más lentos y duros”.

Preparados, listos… ¡ya!

En cuanto a la equipación básica para alguien que empiece, Raúl Sánchez destaca que lo más importante es ser consciente de que el entorno por el que se va a correr es de alta montaña y los cambios de temperatura y exposiciones solares son más intensas. ”Hay que informarse antes de la previsión meteorológica para determinar qué ropa llevar. Y tener en cuenta también que en caso de accidente pueden pasar horas hasta que alguien acuda a nuestra ayuda, con lo que si la ruta prevista es de varias horas, resulta imprescindible llevar agua, barritas energéticas o similar, un teléfono con la batería cargada, crema solar, luz frontal y una manta de supervivencia. Si desconoces por completo los caminos por los que vas a correr, deberías llevar un GPS, o si te apañas a la antigua usanza, brújula y mapa”.

En la ropa es quizás donde más semejanzas se encuentran entre practicar el running en ciudad o en el monte. “Esto sería en la ‘primera capa’, mallas o pantalón corto, camisetas de rápida evacuación del sudor, gorra o buff, gafas de sol... Pero si las previsiones meteorológicas son malas, entonces deberíamos llevar también un cortavientos. El calzado es muy importante, deben ser zapatillas diseñadas para correr por montaña. Las suelas son más ‘agresivas’, con mayor taqueado para no resbalar y adaptarse a los distintos terrenos. Hay muchas marcas especializadas, las más conocidas son Salomon, Asics, North Face, La Sportiva, Mizuno, Saucony, Adidas...

Más allá de una afición, los trail runners se esfuerzan por hacer de este deporte un entrenamiento físico profesional. Lo más recomendable para quien empiece y quiera participar  en una de las muchas carreras que se realizan en España estos meses, es sin duda aceptar que se trata de un duro ejercicio aeróbico y de resistencia, más que de velocidad, y los ritmos varían en función de los desniveles. “Aunque es cierto que los nuevos campeones son cada vez más rápidos, y hacen tiempos de media impensables hace unos años que incluso se acercan a los de asfalto, para el resto de los mortales es tan importante subir rápido como bajar deprisa por los caminos. Casi más lo segundo. Muchas carreras se ganan gracias a hacer las bajadas técnicas muy rápidas”.

Raúl se prepara estos días para participar en los 110 Km. del Gran Trail Peñalara de Madrid. Aunque su verdadera meta este año, después de superarse a sí mismo en el Monte Perdido Extrem Non Stop (Ordesa), será participar en Cavalls dels Vent (Cataluña), una travesía de 85 Km. que se desarrolla en altitudes de entre 780 y 2.500 metros, y cuyo desnivel acumulado es de algo más de 12.000 metros. Si logra ser finisher en estas pruebas, tendrá puntos suficientes para correr el Ultratrail Mont Blanc de Los Alpes, su gran sueño. Pero para él, cualquier montaña es buena para pasar un buen rato. “Es indudable que los Pirineos nos ofrecen más desniveles y rutas maravillosas, pero para mí toda montaña tiene su belleza, sólo es necesario salir corriendo a buscarla y disfrutarla. Sobre todo disfrutarla”. 

La ciudad se nos ha quedado pequeña. La moda del running que tanto ha crecido en tiempos de crisis porque permite hacer un ejercicio físico completo de forma barata y sin horarios fijos, comienza a dar el salto a la montaña de manera progresiva. Una evolución inversa a la que experimentaron las gentes de los pueblos cuando salieron ‘corriendo’ hacia las ciudades en busca de oportunidades. Pues bien, la nueva oportunidad que ofrece ahora el campo es la de ponernos en forma sintiéndonos más libres en contacto directo con la naturaleza.