Dubái, el nuevo Miami de Oriente Medio

Rascacielos de infarto, 365 días de sol al año, los mejores hoteles del mundo, playas de ensueño, safaris por el desierto, campos de golf, centros comerciales de primer nivel, etc. En apenas diez años, Dubái ha pasado de ser una pequeña ciudad de pescadores a convertirse en uno de los destinos más visitados por todos aquellos que buscan unas vacaciones exclusivas y diferentes. 

Gracias a sus 10 millones de turistas al año, Dubái se ha convertido en uno de los lugares más de moda del momento junto con Tokyo, Hong Kong, Londres o Nueva York. Por su combinación de tradición y modernidad ha sabido situarse como uno de los destinos con mayor atractivo para un tipo de turismo elitista que quiere propuestas nuevas y diferentes. Quizás por ello, en un periodo de tiempo muy corto, todas las cadenas hoteleras del mundo se han instalado en este pequeño emirato que quiere convertirse en el nuevo Miami de Oriente. 

El padre del actual emir de Dubái lo tenía claro. Pese a tener playas, sol y desierto, había que diferenciarse de otros destinos árabes como Marruecos, Jordania o Túnez, que acogían hasta entonces la mayoría de los turistas occidentales que buscaban el exotismo de esta parte del mundo. Para convertirse en un referente en Oriente Medio, ideó un plan de obras que le iba a permitir crear espacios únicos y hacerse con nuevos visitantes: playas con formas llamativas, islas artificiales, gigantescos centros comerciales, hoteles de siete estrellas, pistas de nieve cubiertas, etc. ¿El objetivo? Hacer de Dubái un destino exclusivo, con el encanto del mundo árabe, pero potenciando nuevas propuestas de ocio.

Uno de los símbolos de Dubái es el Burj al Arab, el hotel más lujoso del mundo, también llamado “La vela”. Su altura -321 metros, algo menos que la tour Eiffel- resulta impresionante, aún más sabiendo que se ha construido encima de una isla artificial. No lejos de él, se encuentra otro de los símbolos del emirato, la palmera de Jumeirah, considerada como la octava maravilla del mundo. En su afán por agrandar la costa de Dubái, el padre del actual emir, pensó en crear islas artificiales con formas originales para conseguir más fama. 

Turismo de ocio

En cuestión de una década, el tipo de turismo ha cambiado. Atrás quedaron los viajes en los que se buscaba organizar excursiones para visitar monumentos y conocer la historia local. En la actualidad, lo que prima es el ocio y el descanso. Ante este cambio, Dubái se ha convertido en el destino ideal para todos estos nuevos turistas gracias a su amplio abanico de propuestas: hoteles, campos de golf únicos, parques temáticos, centros comerciales, todos ellos fuera de lo común, que llamen la atención del turista. 

Otro de los edificios más emblemáticos de Dubái es el Burj Khalifa, con sus 828 metros, una torre que se inauguró en 2010, y que tardó seis años en construirse. Junto a él, se encuentra el centro comercial más grande del mundo, el Dubai Mall, donde se encuentran las tiendas más exclusivas del mundo. El Mall of the Emirates es otra de las grandes atracciones para los turistas ya que en él se encuentra la pista de nieve cubierta más grande del mundo.

La parte más auténtica de Dubái

Muchos de los que visitan Dubái asemejan la zona moderna con ciudades como Singapur o Miami, mientras la zona antigua de la ciudad les recuerda a El Cairo o Karachi. El contraste que existe en la ciudad es uno de sus mayores encantos.  Uno de los recorridos más recomendables es el que lleva al turista a la parte antigua de la ciudad, llamada Bastakia donde las viviendas con torres de viento de ricos comerciantes todavía están presentes y donde se encuentra el Museo de Dubái en la fortaleza de Al Fahidi y los zocos de las especias y el oro.

Packs para conocer la ciudad a fondo

Son pocos los tour operadores que proponen packs para descubrir Dubái. Uno de ellos es New Travelers, un grupo que ofrece un ámplio abanico de opciones y en el que no faltan las visitas a los lugares más emblemáticos del lugar, pero también actividades a la medida de las necesidades de cada viajero: desde safaris por las dunas del desierto, hasta estancias en los spas más famosos de la ciudad.