Noche de conciertos sin abucheos para el príncipe Felipe

La candidatura Olimpica ha iniciado su cuenta atrás. La plaza de Las Ventas se convirtió en el escenario de un gran concierto donde cantantes y grupos se reunieron para apoyar a Madrid 2020. Desde Miguel Ríos pasando por Sabina, la Orquesta Mondragón, Nacha Pop, La Unión o Los Secretos, clásicos del siglo pasado por Nena Daconte, Yago Moncar, Melocos, Auryn, Efecto Pasillo o Melendi con los temas de última hora. En total, fueron más de cuatro horas que condujeron Fernando Romay y la periodista de TVE Desirée Ndjambo. La buena energía se transmitió desde el primer momento. Tanto fue así que la presencia del príncipe en uno de los palcos no molestó, como viene siendo habitual en otros miembros de la Familia Real, sino todo lo contrario. Cada vez que aparecía su imagen en una de las grandes pantallas situadas para el concierto, el público aplaudía.

Quiso la casualidad que esa misma noche, pero unas horas antes, se celebrase un concierto de los Hombres G al que el heredero también acudió. Se celebró en la Ciudad de la Raqueta y el Príncipe fue en compañía de la princesa Letizia, como demostraron varias imágenes de los asistentes subidas a Twitter. "que mi madre se encuentre al principe y a la leti en el concierto de los hombres g, muy fuerte XD", escribió una usuaria de la red social. A ese concierto, los príncipes de Asturias fueron pagando la entrada como cualquier hijo de vecino, ya que no estaban en la zona vip. En ambos conciertos, hubo música pero no abucheos. El público se pudo mezclar con los príncipes y empatizó con su gusto por el mítico grupo de los 80.

Éxito en Las Ventas

Poco después, tocó irse a Las Ventas pero sin Letizia. La presencia del Príncipe no se había advertido en el segundo concierto al que acudió esa noche. El heredero llegó sin la compañía de la princesa y con un grupo reducido de amigos. Cuando el público, situado en los palcos y gradas más próximos, se dio cuenta de quién era el espectador que se colocaba cerca, empezó la sesión fotográfica con móviles y Ipads.

El servicio de seguridad fue atento, y no puso impedimentos al público que alargaba la mano para saludarlo. Fue un baño de multitudes en toda regla que escaseaba desde que la imputación de Urdangarin se hiciese pública. Don Felipe bailó con La chica de Ayer de Nacha Pop, Lobo, hombre en Paris de La Unión y coreó a Melendi y a sus lágrimas desordenadas.  Animado y sonriente, representó la imagen más positiva de la monarquía apoyando la candidatura Olímpica en una noche mágica donde los ciudadanos conectaron con el heredero al verle cumplir con su papel. Muchos ven en su presencia en el concierto una forma de retomar el interés perdido asumiendo quizá que, en lugar de colocar barreras de seguridad de doscientos metros de distancia como ocurrió en Girona, el heredero puede haber asumido que acudir a determinados actos lúdicos resulta positivo.

El espectáculo fue redondo e hizo cantar a adolescentes y treinteañeros temas como Bienvenidos y  Vivo en la carretera  de Miguel Ríos o El bulevar de los sueños rotos de Sabina. Algo que resultó tan emocionante como ver bailar a los de cincuenta y muchos de la mano de  Lagarto Amarillo y Pignoise. Una noche que puso de manifiesto que la música es capaz de ideologías y generaciones.