La razón por la que Harry no invitará a su buen amigo Obama a su boda con Meghan

El príncipe Harry y Meghan Markle se casan. No descubrimos nada nuevo. A estas alturas de la película solo alguien que haya estado metido en una cueva en los últimos seis meses lo desconoce. La pareja ha elegido el 19 de mayo para darse el 'sí, quiero' y adentrarse como marido y mujer en la primavera de 2018. ¿No es muy cuqui? Lo es.

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La capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, se va a llenar de familiares y amigos de la pareja (lo que viene a ser una boda, vamos) y podremos asistir a un magnifico espectáculo humano en el que la alta alcurnia británica y otras casa reales venidas de distintas partes del mundo se mezclan con actrices hollywoodienses y celebrities norteamericanas. Un poco lo del proverbio chino del rey y el peón en la misma caja pero aplicado a una ceremonia más positiva.

Mucho se ha especulado con los invitados que asistirían al enlace, más allá de los invitados de sangre azul. Si en la boda de Kate y Guillermo pudimos ver rostros conocidos como Elton John (amigo personal de Lady Di) y la pareja formada por David y Victoria Beckham, se esperaba que para el enlace de Harry y Meghan el plato fuerte fuera otra pareja, la formada por Barack Obama y su mujer, Michelle. Pero mucho nos tememos que eso no va a poder ser. Sorry about that, Barack.

Ni el expresidente ni su esposa han recibido la correspondiente invitación porque supondría un desagravio para Trump y Melania. El príncipe y la actriz (suena muy peli Disney, ¿no?) no han anotados los nombres del actual jefe de la Casa Blanca y de su mujer en la lista porque, y citamos palabras de fuentes cercanas a Buckingham, “la boda será solo para familiares y amigos”. Y ellos no son ni lo uno ni lo otro. Como ya sucedió en la boda de Kate y Guillermo, aunque sí están invitados jefes de Estado de casas reales del mundo (esto incluye emires y sultanes varios), no hay en la lista de presidentes de naciones.

Si Harry decidiera invitar a Obama y Michelle como amigos, podría cabrear, y mucho, a Donald Trump y poner en peligro la relación que actualmente la Corona británica mantiene con Estados Unidos. Recordemos que Trump ya anuló una visita al Reino Unido porque su antecesor en el cargo 'malvendió' (según sus propias palabras) la antigua embajada y no quería inaugurar una nueva. Así que, si los Markle invitaran a los Obama se podría armar una muy gorda y nadie quiere ver a Trump construyendo un muro en mitad del océano.

Sin embargo, hace unos días cuando Harry fue preguntado en un programa de radio sobre la asistencia o no de uno de los presidentes más carismáticos de los últimos años, dio una respuesta ambigua y afirmó que la lista no está aún cerrada.