Felipe VI de uniforme: el estilo más regio del monarca
Vestido de militar, el monarca se crece y despliega su porte majestuoso. La Sastrería Serna se encarga de ello desde que tenía 17 años
La última vez que vimos a Felipe VI vestir de uniforme fue para asistir a los actos del Día de la Hispanidad. El monarca solo luce de esta guisa cuando asiste a eventos militares o actos castrenses. Uno de los días que con más orgullo seguramente lo lució fue el 19 de junio de 2014 cuando se proclamó Rey. Como jefe del Estado y jefe supremo de las Fuerzas Armadas, Felipe acudió con uniforme de gala.
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La sastrería de Cecilio Serna es la favorita del Rey para los uniformes militares. No es de extrañar que esta casa se sienta orgullosa de ello, porque en uniforme de gala Felipe VI se crece y despliega su porte regio. Además, los uniformes están sujetos a reglas muy estrictas y el largo del pantalón así como la achura del bajo están calculados para favorecer el movimiento, para montar y bajar del caballo sin dificultad, para navegar y, desde luego, para asistir a desfiles y demostraciones militares.
Maestro de la sastrería y el mejor en materia de uniformes militares y diplomáticos, Cecilio Serna, retirado recientemente, se ha distinguido siempre por su discreción y por haber servido a la familia real durante las tres últimas generaciones, desde el conde de Barcelona hasta el rey Felipe, a quien vistió cuando era un jovencísimo Príncipe de Asturias y confeccionó su primer uniforme militar de color caqui para ingresar en la Academia Militar de Zaragoza. Desde entonces, ha elaborado todos los uniformes militares de Marina, Tierra y Aire que el Príncipe de Asturias ha vestido.
Cuando Felipe se vistió de Rey
Cecilio Serna se ha ocupado también de ello en todas las cenas de gala, ocasiones de etiqueta, las bodas de las Infantas y de otros príncipes herederos europeos, muchas veces acompañando a su madre –como en el caso de la boda de Haakon de Noruega con Mette-Marit, donde se encontró con Eva Sannum–, y desde 2004 con doña Letizia.
Para el uniforme de su proclamación se recurrió a materiales excepcionales como el hilo de oro para los bordados de la bocamanga
Asimismo, se le confió el uniforme para su proclamación como Rey, aunque entonces no fue necesario hacerle uno nuevo, sino que, por voluntad don Felipe, solo se retocó el uniforme de gala de teniente coronel del Ejército de Tierra con que se había casado, haciendo las necesarias transformaciones para adaptarlo a su nueva condición de capitán general.
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En esta decisión influyó, sin duda, una cuestión sentimental y simbólica, más que un ejercicio de austeridad. En él se emplearon cuatro metros de tela y trabajaron ocho personas realizándolo completamente a mano. Para su elaboración se recurrió a materiales excepcionales, algunos son del primer tercio del siglo pasado, como el hilo de oro con el que se hicieron los bordados de la bocamanga. Para bordar con estos hilos nobles hacen falta unas agujas especiales, muy finas, y ya quedan muy pocas artesanas capaces de hacerlo.
La tela con la que se confeccionó el uniforme era una satina de Gorina, un fabricante catalán que es el mejor de toda España. Y los botones de la guerrera fueron dorados al fuego, grabados con el escudo del Ejército con la corona real.
Historia de una sastrería
Esta sastrería comenzó su andadura a mediados de los años cincuenta del pasado siglo, cuando el reconocido sastre Martín Arana abrió la Sastrería Arana. Su mano experta le reportó en seguida gran reputación, convirtiéndose en un referente nacional en sastrería militar.
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Allí comenzó como aprendiz de oficio Cecilio Serna que, tras más de veinte años de experiencia, decidió seguir con este antiguo oficio renovando la firma a mediados de los años ochenta. Cecilio reabrió en la antiguamente llamada calle de los Sastres (la calle Mayor) la Sastrería Cecilio Serna. Unos años más tarde trasladó el taller a la calle Miguel Ángel de Madrid.
En esta nueva ubicación siguió atendiendo a una amplia cartera de clientes y fue allí donde empezó Agustín García Montero, que tuvo la oportunidad de formarse en este oficio y aprender cómo deben hacerse las cosas de principio a fin. Tras varios años de aprendiz, ayudante y oficial, llegó a dirigir el taller, convirtiéndose en la mano derecha de Cecilio Serna.
Actualmente es el propietario de la Sastrería Serna, a la que no ha cambiado el nombre en signo de agradecimiento a la persona que creyó en él. “Poco a poco fui enamorándome de este mundo, en el que he aprendido a hacer todo tipo de trajes, uniformes y prendas, tal y como se pueden y deben hacer siguiendo las tradiciones. Desde el traje clásico, pasando por el de caza, hasta las distintas variedades de abrigos, pantalones y uniformes militares”, escribe Agustín en su blog.
La última vez que vimos a Felipe VI vestir de uniforme fue para asistir a los actos del Día de la Hispanidad. El monarca solo luce de esta guisa cuando asiste a eventos militares o actos castrenses. Uno de los días que con más orgullo seguramente lo lució fue el 19 de junio de 2014 cuando se proclamó Rey. Como jefe del Estado y jefe supremo de las Fuerzas Armadas, Felipe acudió con uniforme de gala.