La infanta Cristina sueña ya con el primer permiso de Iñaki, que podría ser en verano

Son tiempos duros que quedarán en su memoria para siempre. Eso es en lo que piensan ahora: dejarlo en memoria, en el pasado. La infanta Cristina ya sueña con el primer permiso de su marido, Iñaki Urdangarin, que podría llegar antes de lo que esperábamos. Este verano, el exduque de Palma podría obtener el tercer grado.

LEER MÁS: Hace cinco años que la Infanta vivió uno de los peores momentos de su vida

A todos los presos en segundo grado se les revisa la situación penitenciaria cada seis meses, tal como explican desde Instituciones Penitenciarias, quienes señalan que Urdangarin es un preso más, por lo que se somete a las mismas reglas que el resto. Y esto es que en verano volverá a someterse a la revisión de su régimen penitenciario, lo que podría resultar positivo para él. El cuñado del rey Felipe VI quiere obtener el permiso para salir en tercer grado, lo que supondría que solo pisaría la prisión de Brieva para dormir.

Tal y como adelantaba este miércoles María Peral en 'El Español', dos de los siete miembros del tribunal que deben decidir su futuro están a favor de otorgarle el tercer grado. Así pues, el tiempo corre a su favor en estos momentos y la próxima revisión, que será en verano, podría serle favorable.

LEER MÁS: Los Urdangarin quieren volver a España

Una de las condiciones para que pueda salir de prisión es tener un domicilio en España. Ahora mismo no lo tiene, pero siempre podría señalar el de su madre, en Vitoria, como posible punto de partida. Lo más probable, no obstante, es que tenga una dirección en Madrid, ya sea solo o con su mujer.

Es este punto el que ha provocado conjeturas de todo tipo y lo que lleva a muchos a asegurar que la infanta Cristina se mudará con sus hijos a Madrid en verano. El curso que viene podría ser el decisivo. Miguel, el más pequeño de los tres chicos, termina el colegio este curso, así que solo es Irene, la benjamina, la que debería seguir sus estudios en una nueva escuela. Irene está muy integrada en su familia materna y cuenta con su abuela Sofía, su tía Elena y su prima Victoria como grandes aliadas.

Pero, por el momento, desde el círculo laboral de la Infanta nada se sabe de una posible mudanza. Ni siquiera de una petición de traslado. Aunque la última vez que la realizó, que fue cuando decidió marcharse de Barcelona rumbo a Ginebra, lo logró en cuestión de días. Y aunque su equipo está en Barcelona, ya ha demostrado que puede liderarlo desde otro lugar. Sus compañeros barceloneses lo recuerdan: está más cerca Madrid que Suiza.