De los 'pinkys' al paseo por la playa: los momentazos de Camilla en el Caribe
La naturalidad de la duquesa de Cornualles se ha convertido en la protagonista de la gira de Carlos y Camilla por el Caribe
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Si por algo se ha ganado Camilla Parker-Bowles el corazón de los británicos, ha sido por su naturalidad, que lleva por bandera desde que se hiciera oficial su relación con el príncipe Carlos. Y la visita oficial que la pareja está realizado al Caribe también está siendo un escaparate de su alabada espontaneidad, que se ha visto especialmente en Granada, la última parada de su viaje antes de la visita de Estado a Cuba, que empezaba este mismo domingo y que se alargará durante unos días, convirtiéndose en la primera visita de un miembro de la familia real británica al país.
Tras las polémicas fotografías de Carlos de Inglaterra bañándose en Barbados -que, además, no gustaron nada al heredero-, parece que el príncipe no quería que la situación se repitiera y ha vuelto a visitar una playa, pero bien vestido y calzado, al contrario que su esposa, que prefirió quitarse las cuñas que llevaba para disfrutar al máximo de la sensación de pisar descalza la arena de la playa. Una imagen que se ha convertido en una de las grandes anécdotas del viaje de los futuros reyes al Caribe y que la prensa internacional ha alabado, destacando la naturalidad de la duquesa de Cornualles.
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Una naturalidad de la que Camilla también hizo gala con los zapatos puestos, prefiriendo la comodidad a la estética. Y es que se colocó unos 'pinkys' para evitar rozaduras que se veían por encima del zapato, sin que le supusiera ningún problema para hacerse las fotos oficiales junto a la gobernadora general del país, Cecile Le Grenade, aun sabiendo que las imágenes darían la vuelta al mundo en cuestión de horas, dada su importancia política.
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Pero si la duquesa de Cornualles tuvo momentos de auténtica espontaneidad fue durante su visita a uno de los mercadillos callejeros de la capital, Saint Georges. Acompañada de una sombrilla para protegerse del sol, disfrutó de las actuaciones de danzas tradicionales que grupos folclóricos realizaron en su honor. Y no se quedó sin probar ni uno solo de los productos autóctonos que les ofrecían, desde bebidas hasta exóticas frutas. Algunas de ellas no fueron exactamente de su agrado, lo que su expresivo rostro no pudo disimular. Y, aunque no es muy habitual ver a los royals manejando dinero en efectivo, Camilla quiso pagar ella misma sus compras, sin dejar que los dueños de las tiendas le regalaran nada.
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Si por algo se ha ganado Camilla Parker-Bowles el corazón de los británicos, ha sido por su naturalidad, que lleva por bandera desde que se hiciera oficial su relación con el príncipe Carlos. Y la visita oficial que la pareja está realizado al Caribe también está siendo un escaparate de su alabada espontaneidad, que se ha visto especialmente en Granada, la última parada de su viaje antes de la visita de Estado a Cuba, que empezaba este mismo domingo y que se alargará durante unos días, convirtiéndose en la primera visita de un miembro de la familia real británica al país.