Harry y Meghan Markle: un nacimiento sin precedentes con conspiración incluida

Hacía ya unos días que la prensa británica se impacientaba. El hecho de que desde la Casa Real no se proporcionara información sobre el nacimiento del primer hijo del príncipe Harry y Meghan Markle preocupaba ya a los periodistas que cubren los temas relacionados con la Corona. La propia duquesa de Sussex aseguró durante uno de sus actos oficiales que el alumbramiento está previsto para finales de abril, así que la cuenta atrás para la llegada del nuevo royal estaba ya en marcha, pero desde Buckingham Palace no se daba ningún tipo de novedad sobre el asunto.

"El tema se comentará a su debido momento", era la respuesta que obtenían aquellos que preguntaban. Sin embargo, este jueves finalmente se ha revelado lo que tanto se esperaba: cómo se va a desarrollar el alumbramiento de Baby Sussex (nombre con el que lo han bautizado los británicos). Y la sorpresa ha sido mayúscula al descubrir que será un nacimiento sin precedentes en la monarquía británica, siguiendo el estilo de los padres.

La prensa, a ciegas

Ya incluso la forma de comunicarlo lo ha sido. Cuando Kate Middleton se encontraba embarazada de su tercer hijo, el príncipe Louis, el año pasado por estas mismas fechas, desde Kensington Palace se hizo un briefing de prensa donde se entregó a los periodistas un dosier confidencial dando detalles del lugar y el procedimiento, tal como se hizo con George y Charlotte.

Pero esta vez no. Un breve comunicado conforma el único material del que dispone la prensa. Detalla que los duques desean que todo se haga de forma privada y que ellos serán los encargados de marcar los tempos, pudiendo disfrutar de los primeros momentos de la paternidad sin presión. No habrá anuncio del inicio del parto, no habrá parte del nacimiento y no disfrutaremos de la foto en la puerta del hospital, si es que Meghan da a luz en uno.

Porque el hecho de que no se mencione en ningún momento una clínica hace que las informaciones de que la exactriz está pensando en dar a luz en su nueva residencia, Frogmore Cottage, tomen aún más fuerza. Esa es la mejor opción si, como han dicho, quieren privacidad total, porque resulta casi imposible que la prensa no se entere del nacimiento si este se produce en cualquier hospital de Reino Unido. Por mucha discreción que pidan, siempre hay alguien que se va de la lengua y entonces no tardaríamos en ver imágenes de las entradas de la familia o incluso de la salida del recién nacido, algo que los padres quieren evitar a todo costa, pues serán ellos mismos los que tomen la decisión de cuándo regalar al mundo una instantánea de su pequeño.

Con este plan, los duques no siguen los precedentes de los nacimientos de la familia real británica de las últimas décadas. Y es que es tradición que los padres posen con sus retoños a las puertas del hospital, así se ha hecho con los ocho nietos de la reina Isabel II, lleven título o no (como es el caso de Peter y Zara Phillips, los hijos de la princesa Ana). El caso más reciente es el de George, Charlotte y Louis. Con los tres, Kate Middleton posó a las pocas horas de haber dado luz ante la Lindo Wing del hospital St. Mary, como ya hizo en su momento Diana con Guillermo y Harry.

El abismo entre Kate y Meghan

Si Harry y Meghan se han desmarcado con su elección de la familia real, mucho más lo han hecho de Guillermo y Kate. Son dos parejas distintas y eso se nota. Comentaban al 'Daily Mail' fuentes cercanas a la exactriz que ella no está dispuesta a pasar por el 'ritual' de salir a las pocas horas de dar a luz resplandeciente. Son muchas las voces feministas que no entienden por qué Kate tuvo que posar así de perfecta tras un parto, catalogándolo de antinatural. Y si por algo se enorgullece Meghan es por ser feminista.

"Eso daña a las mujeres. Dar a luz es una cosa muy fuerte y la imagen que da Kate no es real", llegó a asegurar la actriz Keira Knightley, quien se convirtió en un azote para la duquesa cuando nació Louis. Meghan no tendrá que hacer lo mismo, no deberá maquillarse, ponerse unos tacones y sonreír mientras sostiene a su bebé. Ha tomado otro camino que acrecienta el abismo que existe entre ambas cuñadas.

La red y las conspiraciones

La privacidad deseada por los Sussex ha sido aplaudida por muchos en Reino Unido, pero el secretismo a veces tiene consecuencias negativas, y más cuando eres un personaje del que se habla tanto como Meghan Markle. Las filias y fobias en su caso llegan a tal extremo que mientras los primeros ven este hecho como un gran paso hacia adelante para las monarquías, los segundos encuentran en él teorías que rozan lo absurdo.

La más extendida por las redes sociales, sobre todo por los 'haters' de la duquesa, es que no está embarazada y que todo es un montaje. Este nuevo comunicado les ha servido para justificar sus ideas de que todo está orquestado por la familia real y que se trata de una gestación subrogada. Incluso han llegado a crear el hashtag #moonbump en referencia a la barriga de la duquesa, que según ellos crece y decrece según el día porque no es real.

Pero todo esto viene en el cargo y es bien sabido que las teorías siempre tienen muchos adeptos. Como lo fue en su día la que publicó un medio ruso acerca de que nos habían engañado sobre la hora del nacimiento de Charlotte, porque no podía ser que aquel bebé con el que posaba Kate tuviera solo unas horas. Semanas y semanas se estuvo hablando del tema hasta que por fin el foco se desplazó a otra cuestión.

Lo que está claro es que cuando Harry y Meghan dijeron en la entrevista de su compromiso que harían las cosas a su manera no mentían. Ahora solo queda esperar para ver cómo se desarrolla todo.