La fortuna 'oculta' de Alberto de Bélgica y su estrategia para evitar la prueba de ADN

Es un caso que viene de muy atrás y que parece el cuento de nunca acabar. Sin embargo, la Justicia belga sigue dando pasos hacia delante en la demanda de filiación que le interpuso Delphine Boël, quien mantiene que es hija suya, aunque el monarca ha guardado siempre silencio sobre esta cuestión.

Para corroborar esta afirmación, Delphine ya ha demostrado que su padre legal no es el biológico, pero ahora el tribunal que lleva el caso ha determinado que Alberto de Bélgica debe someterse a la prueba de ADN y que por cada día que pase sin presentarse tendrá que pagar una multa de 5.000 euros.

Recordemos que fue en 1999 cuando se habló por primera vez de la posible existencia de una hija ilegítima y en 2013 cuando se presentó la primera demanda. La madre de Delphine Boël, la baronesa Selys Longchamps, habría mantenido una relación con el hermano del rey Balduino de Bélgica durante años, fruto de la cual habría nacido esta hija.

El caso ha tomado dimensiones internacionales y en 'Royal Central' leemos un demoledor artículo firmado por su redactora jefe, Brittani Barger, quien le pide al padre del rey Felipe que dé un paso adelante. El titular no puede ser más elocuente: "Demuestra que no eres una persona sin corazón, rey Alberto, y hazte las pruebas de ADN".

En líneas interiores afirma que "Delphine solo quiere que su padre la reconozca, lo que es completamente comprensible. Y no se trata de dinero. Ella ya ha dejado claro que el hombre que la crió es más acaudalado que el rey Alberto. Este caso se ha prolongado durante años y el rey debería haber salido al principio del proceso y admitir la paternidad o haberse sometido a la prueba de ADN para demostrar que no lo es".

El estado de sus finanzas

La prensa belga también se hace eco estos días de la hipotética multa de 5.000 euros diarios, en el caso de que, con sentencia firme, se negara a hacerse las pruebas. El economista flamenco Thierry Debels, quien nunca se ha caracterizado por poner paños calientes a la hora de hablar de las finanzas de la Casa Real belga, sostiene que cuando en septiembre de 2007 manifestaron que la fortuna del rey en ese momento era de 12,4 millones de euros, lo hacían para acabar con los rumores que habían surgido al respecto.

Según este especialista en Casas Reales, su fortuna oscilaría entre los 200 y los 300 millones de euros y para él pagar 5.000 euros diarios, si llegara el caso, no sería significativo.