Guillermo y Kate siguen ganando puntos: en la iglesia con la reina y una foto definitiva
Los duques de Cambridge han acudido con su familia al tradicional servicio religioso en Sandringham, en ausencia de los duques de Sussex
Guillermo y Kate van a acabar 2019 con la popularidad por las nubes y están dispuestos a darlo todo de aquí al 31 de diciembre, en ausencia de los Sussex, Meghan y Harry, que, sin embargo, tienen que lidiar en los próximos meses con cuestiones complejas como las demandas que el duque de Sussex ha puesto contra los medios de comunicación británicos.
Hoy los protagonistas han sido los Cambridge, quienes han acudido al tradicional servicio religioso de Sandringham acompañados por sus hijos, George y Charlotte, de seis y cuatro años, respectivamente, mientras que el pequeño Louis, de solo un año, se quedó en casa.
Su aparición hoy llega unas horas después de que publicara en las redes sociales una preciosa fotografía en blanco y negro en la que aparece el príncipe Guillermo acompañado por sus tres hijos y que hizo la propia Kate este mismo año.
El trayecto hasta la iglesia de Santa Magdalena lo hicieron a pie acompañados por el príncipe Carlos, quien vive un momento delicado por la precaria situación en la que se encuentra su hermano Andrés, por sus pasados vínculos con el fallecido Jeffrey Epstein, que fue encontrado muerto en su celda de Nueva York el pasado mes de agosto. El duque de York asistió a un servicio religioso celebrado a las nueve de la mañana, pero no al de las once, en el que estaba toda su familia. Aún así, estuvo acompañado por su madre, la reina Isabel II, y el príncipe Carlos, que han hecho doblete.
En ausencia de su padre, sí ha acudido a la celebración religiosa su hija Beatriz, con su prometido, Edoardo Mapelli, con quien se casará en 2020 y cuyo enlace ha quedado salpicado por el escándalo del duque de York, lo que repercutirá en la dimensión del mismo, pues van a estar sometidos a un gran escrutinio para que no se gaste en ellos más dinero público del imprescindible.
El gran ausente, como es lógico, ha sido el duque de Edimburgo, de 98, que recibió el alta médica ayer, después de haber permanecido hospitalizado cuatro días para recibir tratamiento de una dolencia ya existente. El año pasado, aunque se encontraba bien de salud, tampoco acudió para cumplir con esta tradición familiar.
No han faltado a este encuentro el príncipe Eduardo, con su mujer, Sophie, y sus hijos, Lady Louise Windsor y James.
Guillermo y Kate van a acabar 2019 con la popularidad por las nubes y están dispuestos a darlo todo de aquí al 31 de diciembre, en ausencia de los Sussex, Meghan y Harry, que, sin embargo, tienen que lidiar en los próximos meses con cuestiones complejas como las demandas que el duque de Sussex ha puesto contra los medios de comunicación británicos.