La última entrevista de Marta Luisa de Noruega antes del suicidio de Ari Behn

La familia real noruega está conmocionada tras el suicidio de Ari Behn. Por eso, en las redes ha llamado tanto la atención que la princesa Marta Luisa sea la protagonista del nuevo número de la versión rusa de la revista 'Marie Claire'. Pero todo tiene su explicación. En este tipo de publicaciones mensuales, los reportajes se realizan con mucha antelación, así que el artículo y la sesión fotográfica que lo acompaña estaban ya realizados antes de que su exmarido decidiera quitarse la vida el 25 de diciembre, día de Navidad.

En la entrevista, la princesa no habla de Ari Behn, ni tampoco sobre su actual pareja, el chamán Durek Verret, pero sí cuenta detalles muy interesantes de su vida, sobre cómo fue su infancia o cómo es su día a día. "De pequeñas todas las chicas sueñan con ser princesas, pero cuando tus padres son los reyes tienes un sueño completamente diferente", explica la hija de Harald y Sonia de Noruega, quien vivió sus primeros años un tanto atormentada.

"Soñaba con ser normal, con tener unos padres y una vida normal. De pequeña estaba siempre enfadada, trepaba a los árboles, pegaba a los otros niños. Siempre andaba con un labio roto y un ojo morado. Odiaba a los chicos vestidos perfectos, a las chicas con modales correctos, porque yo siempre tenía que ser así, lo que no encajaba bien con mi ser interior", confiesa la princesa.

Tampoco su juventud fue fácil. La hermana de Haakon cuenta que vivió en sus propias carnes el acoso de los medios: "La prensa empezó a escribir sobre mí muy temprano, y lo hacía todo el tiempo. Cuando tenía 16 años, los fotógrafos me perseguían las 24 horas del día, y si estaba en casa, hacían guardia en la puerta. Esa fue la primera gran prueba como princesa. Sentí que me derrumbaba. Todo el mundo podía acceder a mi vida".

Conduce un camión y no cocina

Confiesa que hasta que no visitó a un psicólogo no pudo solucionar todos estos problemas y que se refugió, sobre todo, en los caballos. Amazona profesional, la princesa encontró amparo en los equinos. "En los momentos más dificiles prefería a los caballos que a la gente y me ayudaron a superar mi crisis interna", explica la princesa, que no suele conducir coche, sino un camión: "Sé que las princesas comunes no hacen eso. De hecho, aprendí ese tipo de conducción debido a la equitación. Te diré que me encanta, sobre todo cuando mis hijas me acompañan en la cabina".

Sobre su faceta como madre y como ama de casa, Marta Luisa desvela que "no tengo personal que me ayude constantemente en las tareas del hogar. Solo hay una niñera y una vez a la semana viene un servicio de limpieza. Mi hermano, Haakon, vive en una casa enorme, yo vivio en una casa normal y llevo a mis hijas a clase. Estudian en la escuela Waldorf de Oslo, especializada en arte. No cocino bien, así que rara vez practico. A las niñas no les importa: son lo suficientemente mayores y se cocinan solas, me gusta. Tenemos una vida normal en la medida de lo posible".

Aunque no lo nombra directamente, Marta Luisa sí hace referencias a su relación con el chamán y a las críticas que se sucedieron en Noruega cuando se desveló. "El amor es la base de todo. Pero es triste que hayamos creado una sociedad basada en el miedo. El amor es un puente hacía la unificación. [...] En todos los países, incluso en un país tan seguro como Noruega, nos criticamos constantemente. Encontré muchas críticas, en lugar de aceptar el hecho de que tenemos diferentes puntos de vista", reflexiona la hija de Harald.