La familia imperial de Japón, de obras y mudanzas para empezar una nueva vida

El emperador Akihito, que abdicó el año pasado, y su mujer, la emperatriz Michiko, van a abandonar el Palacio Imperial de Tokio el próximo 19 de marzo y van a estar unos días en la Villa Imperial de Hayama, en la prefectura de Kanagawa, donde la familia suele pasar algunas temporadas de descanso en invierno.

Posteriormente, los emperadores eméritos se trasladarán a otra de las propiedades de la familia, Goryo Bokujo, en la prefectura de Tachiai, para vivir unos días rodeados de naturaleza, mientras algunas de sus pertenencias permanecerán almacenadas en Tokio.

Llegados al 31 de marzo, Akihito y Michiko se mudarán a la residencia imperial de Takanawa, en Minato, donde esperarán a que finalicen las obras de la residencia imperial de Akasaka, que está destinado a ser el lugar donde vivan definitivamente una vez que se hayan hecho las reformas pertinentes para adaptarse a su movilidad reducida. Van a poner una serie de rampas y ascensores para el matrimonio.

Todos estos cambios son de un gran voltaje emocional para Akihito y Michiko ya que dejan el palacio imperial después de haber vivido en él durante 26 años, pero regresan al hogar donde criaron a sus tres hijos, por lo que tendrán ocasión de rememorar grandes momentos, la mayoría de ellos muy felices. Era un paso lógico que volvieran al lugar que abandonaron al ocupar el trono, una vez han dejado paso a su hijo.

En cuanto al palacio imperial de Tokio, debemos destacar también que ha comenzado a someterse a una serie de remodelaciones para cumplir con las necesidades de los nuevos emperadores, Naruhito y Masako, y su única hija, la princesa Aiko.

Hay que destacar que hasta el momento los actuales emperadores han estado viviendo en la residencia imperial de Akasaka y que se trasladaban a diario al Palacio Imperial para cumplir con sus obligaciones relacionadas con el cargo que ostentan.

Naruhito llegó al trono un día después de la abdicación de su padre, en mayo del año pasado. Se trataba de la primera vez casi en 200 años que un emperador daba este paso, pero el ahora emperador emérito llevaba ya tiempo queriendo hacerlo por su delicada salud y avanzada edad.