El gafe de Beatriz de York, la princesa que debería haberse vestido de novia este viernes

Este viernes estaba previsto que Reino Unido acogiera una nueva boda dentro de la familia Windsor, la de la princesa Beatriz de York con Edo Mapelli. Aunque finalmente ha sido el coronavirus el que ha hecho que los planes se vengan abajo, desde el anuncio del compromiso los problemas han acompañado a la pareja y los preparativos del enlace, haciendo que algunos lo calificaran como 'maldito'. Primero, con la oposición de la reina Isabel a que se celebrara en Italia, tierra natal del novio. Después, con las numerosas incógnitas y debates en los medios sobre la conveniencia de que hubiera ciertos invitados.

Todo quedaba finalmente zanjado hace pocas semanas, con el resultado que todos conocemos. Los novios anunciaban la cancelación de la boda, sin otra fecha prevista por el momento. Beatriz y Edo quieran celebrarla cuando todas las personas que quieren tener a su lado en su gran día puedan estar. Y, de inicio, la imposibilidad de viajar entre países hace que Edo no pueda tener con él a gran parte de su familia. Así que la pareja prefiere esperar unos meses y así asegurarse de que todos los invitados que habían previsto desde el principio puedan asistir.

Pero quizá también hay una ventaja en esta cancelación. Y es que cuanto más tiempo tarde en celebrarse, más posibilidades hay de que la gran polémica que ha acompañado a este enlace -prácticamente desde el día de su anuncio- quede disipada. Y es que el papel del príncipe Andrés en la boda de su hija ha sido muy cuestionado, incluso sus problemas afectaron a la forma en la que se iba a organizar.

Ya cuando Edo y Beatriz anunciaron su compromiso, los ojos se pusieron directamente en el príncipe Andrés. La noticia y el debate fueron todo uno, ya que muchos cuestionaban que fuera conveniente que acompañara a su hija mayor al altar, especialmente después de que en noviembre el escándalo se hiciera aún mayor, con la polémica entrevista del duque de York para la BBC. Una intervención con la que pretendía limpiar su imagen pero que tuvo el efecto contrario, haciendo que renunciara a su papel institucional solo unos días después. Su implicación con la trama Epstein también hizo que la boda de Beatriz fuera planeada como perfil bajo y sin televisar, al contrario de como fue la de su hermana, la princesa Eugenia, en octubre de 2018.

Beatriz de York siempre ha tenido la fama de tener mala suerte, especialmente en su faceta amorosa. Y para muchos, la cancelación de su enlace no hacía sino refutar esta teoría. Tras una relación de diez años, rompió su relación con Dave Clark. Los motivos que se especularon entonces estaban relacionados con las pocas ganas que tenía de casarse él y las muchas que tenía ella. Incluso se dice que llegó a ponerle un ultimátum después de que naciera la princesa Charlotte y Beatriz, por bajar un puesto en la línea de sucesión al trono, ya no tuviera la obligación de pedir permiso a la reina Isabel para contraer matrimonio. El escándalo llegó cuando Dave, reacio a casarse con la princesa, anunciaba su compromiso con otra mujer, solo unos meses después de su ruptura con Beatriz.

Y ahora ha sido la pandemia la que ha impedido que finalmente Beatriz viva su gran día junto al que parece ser el amor de su vida. Un enlace que iba a tener lugar este viernes, con un Reino Unido vestido de fiesta y con la plana mayor de los Windsor reunidos para la ocasión.