Dos años de la muerte de Inés Zorreguieta: así ha cambiado la vida de Máxima

Se cumplen este fin de semana dos años del fallecimiento de Inés Zorreguieta, un triste aniversario para la reina Máxima de Holanda, cuyo corazón se partía para siempre aquel 6 de junio de 2018, cuando se encontraba muerta a su hermana pequeña en su apartamento de la calle Río de Janeiro, en Buenos Aires. Una tragedia que se unía a la pérdida de su padre, Jorge Zorreguieta, apenas unos meses antes, aunque en circunstancias muy diferentes, ya que fue la propia Inés la que decidía quitarse la vida, tal y como confirmaron los informes policiales.

La desgarradora noticia sorprendió a toda su familia, a pesar de que la inestabilidad en la salud mental de Inés la acompañó durante gran parte de su vida. En 2012 se publicaba que había sido ingresada en una clínica de Buenos Aires por problemas de depresión y alimentación, mientras que la idea del suicidio también fue la protagonista de su tesina en la Universidad de Belgrano, que vio la luz en 2010. “Mi querida y talentosa hermana pequeña, Inés, estaba enferma. No podía encontrar alegría y no pudo curarse. Nuestro único consuelo es que ahora, finalmente, ha encontrado la paz”, afirmaba Máxima en una comparecencia ante los medios cuando se incorporó a su trabajo, unas semanas después del fallecimiento.

Desde la distancia, Máxima siempre había apoyado a su hermana, ofreciéndole incluso en varias ocasiones que se mudara a Holanda, una propuesta que Inés siempre declinaba, prefiriendo vivir en Buenos Aires y sin depender de nadie de su familia, ya que también los medios de comunicación insinuaron que su propuesta para un cargo en el Ministerio de Desarrollo Social era un claro caso de nepotismo, obligando a la propia Máxima a desmentirlo vía comunicado. Por sus 13 años de diferencia, Inés era su protegida, su niña pequeña. Una debilidad que demostró con el nacimiento de su tercera hija, a la que llamó Ariane Guillermina Máxima Inés, amadrinada además por su tía el día de su bautizo.

Pero aunque el dolor por la muerte de su hermana es grande, la que más sufría la pérdida de Inés Zorreguieta sería Carmen Cerruti, su madre, que además fue quien encontró el cuerpo sin vida de la joven. Por eso, aunque ya viajaba de forma ocasional a Holanda para estar con sus tres nietas, las dos pérdidas casi seguidas de su hija y de su marido hicieron que se planteara pasar largas temporadas en La Haya. Y, aunque la Casa Real nunca ha confirmado si Carmen está viviendo definitivamente en Huis ten Bosch con su hija mayor, al tratarse de un asunto de índole privada, los medios holandeses lo dan por hecho desde hace tiempo.

Lo que es seguro es que Carmen ha sido una más de la familia al menos durante este confinamiento, ya que se la ha visto paseando por los jardines del palacio junto a la reina Máxima. Y tampoco ha faltado a citas importantes para la familia, como el estreno del musical de la princesa Amalia, el pasado diciembre, al que también asistió con la princesa Beatriz, su consuegra, con la que tiene muy buena relación. Un cambio de vida para las dos que, aunque fue auspiciado por una tragedia, permite que hayan desaparecido los miles de kilómetros que antes las separaban y que sean el mejor apoyo y consuelo para pasar esta fecha, que seguro tendrán muy presente en su cabeza y en su corazón.