El angelical vestido y el colgante de diamantes con el que Kate Middleton celebra sus 10 años de casada
Los duques de Cambridge revelan unas nuevas imágenes para celebrar los 10 años de su boda. Se muestran felices y cómplices, pese al duelo por la muerte del duque de Edimburgo
Ha pasado un década desde aquel 29 de abril de 2011, cuando el príncipe Guillermo de Inglaterra le daba el 'sí, quiero' a Kate Middleton en la abadía de Westminster. Fue una boda de cuento de hadas y por amor, un amor que permanece inalterable con el paso del tiempo. Sin duda, este aniversario resulta un tanto agridulce para ellos, pues a la felicidad que sienten se une también la tristeza de ambos tras la muerte del duque de Edimburgo. Pero la vida sigue y la pareja está más unida que nunca, como muestran las imágenes oficiales con las que han celebrado esta fecha tan especial. Han sido realizadas por el reconocido fotógrafo Chris Floyd y son escenas naturales y desenfadadas, tomadas en los jardines del palacio de Kensington. Vestidos de manera casual y a juego, los dos en tonos azules, el príncipe y su esposa sonríen y se cogen de la mano como dos adolescentes enamorados. Esta vez, sus tres hijos no participaron, era una cita romántica...
Kate no ha estrenado ropa para la ocasión, sino que ha rescatado un precioso vestido de la firma Ghost, de largo midi y con distintos estampados florales en la parte superior y en la falda. Un diseño de aire boho cuyo precio ronda los 125 euros. Lo llevó con anterioridad en el año 2019, durante una fiesta privada en el marco de la visita oficial a Pakistán que realizó junto a su marido.
En cuanto a los accesorios, estrenó un colgante con forma de flor, de Asprey London. Aunque se desconoce, muchos están especulando con que pueda tratarse del regalo de Guillermo para una fecha tan especial. Se trata del modelo Daisy Heritage y representa una margarita realizada con diamantes. Su precio es de 14.000 euros. Como dato curioso, la duquesa tiene los pendientes a juego, que estrenó en su visita a Irlanda en febrero del año pasado.
No faltaba, por supuesto, el anillo de compromiso. Perteneció a Lady Di y la duquesa de Cambridge lo lleva puesto casi siempre: es su joya fetiche, con la que recuerda permanentemente a su suegra, a quien no llegó a conocer. Middleton posa con el pelo suelto, con estudiadas ondas, un peinado que se ha convertido en habitual en ella. El maquillaje, muy suave... Naturalidad total, nada de poses rígidas y protocolarias. Si algo define a Guillermo y a Kate es su personal modo de entender su posición en la familia real, con responsabilidad y respeto, pero también con cercanía. Eso hace que sean los Windsor preferidos para el pueblo británico.
Y esta cercanía ha sido confirmada por el propio fotógrafo que se ha encargado de inmortalizar a la pareja en su décimo aniversario. Chris Floyd ha contado cómo se produjo esta colaboración: “El día que conocí a los Cambridge, por primera vez en mi vida, fue también el día en que se me acercaron para retratar al duque y a la duquesa de Cambridge para su décimo aniversario de bodas”. Asimismo recuerda la sesión, realizada días antes del aniversario: “Fue emocionante pasar un tiempo con ellos en el palacio de Kensington, especialmente porque la duquesa es una fotógrafa bastante entusiasta”. La fotografía es una de las grandes pasiones de Kate, que ha publicado su primer libro con fotos de la pandemia.
En este décimo aniversario de Guillermo y Kate cobran fuerza las palabras del tío de ella, que pronunció en el reciente documental sobre la boda que se emitió en Inglaterra. Gary Goldsmith, hermano de Carole Middleton, aseguró que la historia de amor de su sobrina con el nieto de Isabel II "es como un cuento de hadas". Y lo es.
Ha pasado un década desde aquel 29 de abril de 2011, cuando el príncipe Guillermo de Inglaterra le daba el 'sí, quiero' a Kate Middleton en la abadía de Westminster. Fue una boda de cuento de hadas y por amor, un amor que permanece inalterable con el paso del tiempo. Sin duda, este aniversario resulta un tanto agridulce para ellos, pues a la felicidad que sienten se une también la tristeza de ambos tras la muerte del duque de Edimburgo. Pero la vida sigue y la pareja está más unida que nunca, como muestran las imágenes oficiales con las que han celebrado esta fecha tan especial. Han sido realizadas por el reconocido fotógrafo Chris Floyd y son escenas naturales y desenfadadas, tomadas en los jardines del palacio de Kensington. Vestidos de manera casual y a juego, los dos en tonos azules, el príncipe y su esposa sonríen y se cogen de la mano como dos adolescentes enamorados. Esta vez, sus tres hijos no participaron, era una cita romántica...