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Seis reyes de España con el nombre de Felipe: 163 años en el trono, 11 esposas y 90 hijos
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7º ANIVERSARIO EN EL TRONO

Seis reyes de España con el nombre de Felipe: 163 años en el trono, 11 esposas y 90 hijos

Felipe VI fue bautizado con este nombre en homenaje al primer Borbón rey de España y el actual monarca tendió un puente hacia Felipe I al bautizar a su primera hija con el nombre de Leonor

Foto: El rey Felipe, en una imagen de archivo. (EFE)
El rey Felipe, en una imagen de archivo. (EFE)

Es evidente. El grado de dificultad ha ido en aumento. Cuando se cumple el séptimo aniversario de su acceso al trono, el rey Felipe VI es el jefe de un Estado cada vez más complejo y con más frentes abiertos. Desde los propios problemas de la institución monárquica, de todos conocidos, hasta las dificultades que presenta una coalición de gobierno de alma republicana, pasando por una crisis sin precedentes, a causa de la pandemia, o la generalización de la gobernanza del Estado autonómico que con tanto entusiasmo encumbró la Constitución de 1978.

Son solo siete años. Ya. Sigue siendo el principio. Aunque, en todo caso, son muchos más de los que estuvieron algunos de los 22 legítimos titulares del trono de España desde Isabel la Católica: los cuatro de los Trastámara, los cinco de la Casa de Austria y los once de la de Borbón, además de un Bonaparte y un Saboya.

El reinado más breve de los últimos cinco siglos

Siete años son mucho más que los casi ocho meses que duró el reinado más breve de los últimos cinco siglos… Luis I (1707-1724), hijo del primer rey Borbón de España, tuvo la desgracia de fallecer a causa de la viruela cuando acababa de cumplir los 17 años. Fue una verdadera desgracia familiar. Y un quiebro para los intereses de su padre, Felipe V.

En el contexto de su complejísimo marco mental, Felipe V quiso abdicar en varias ocasiones. La primera fue en favor de su hijo Luis; y se dedicó a disfrutar en La Granja de San Ildefonso... Aunque, en realidad, las decisiones se tomaban en La Granja. El entorno del joven monarca era más proclive a la fiesta. La muerte de Luis I fue también una calamidad para su joven y desequilibrada esposa, Luisa Isabel de Orleans, que en pocos meses logró escandalizar a propios y extraños en la Corte… Tuvo el dudoso honor de ser devuelta a su lugar de origen.

placeholder Retrato de la familia de Felipe V. (Cordon Press)
Retrato de la familia de Felipe V. (Cordon Press)

Felipe I, apenas dos años en el trono

De los seis monarcas que han ostentado el nombre de Felipe, el primero fue el más breve. Felipe I (1478-1506) ostentó y compartió el título durante casi dos años como esposo de Juana I de Castilla, aunque es bien sabido que no gozó de la simpatía de su suegro, Fernando el Católico. De hecho, no son pocos los que han considerado que el aragonés no fue ajeno a la repentina muerte de su yerno en Burgos.

En todo caso, Felipe I abrió la saga de los seis que han ocupado con este mismo nombre la Corona de España hasta ahora. En total, los seis representan casi un tercio de todos cuantos han reinado desde los Reyes Católicos (sin incluir regencias u otros altos cargos provisionales) durante seis periodos que suman 163 años, once esposas y unos 90 hijos... De ellos, alrededor de 40 extramatrimoniales.

Su primer hijo fue mujer y de nombre Leonor

Además del nombre, Felipe I (un Habsburgo) y Felipe VI (Borbón) tienen en común que son esposos de una sola mujer y, entre otras, que el primer fruto de su matrimonio fue una niña y de nombre Leonor. La actual, Leonor de Borbón (2005), es la princesa de Asturias por ser la primera hija sin que haya nacido varón alguno posteriormente. La que nació en 1498, Leonor de Austria, no fue la heredera del trono, sino su hermano Carlos (1500-1558), que fue Carlos I de España y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, con el nombre de Carlos V, entre los numerosos títulos que ostentó como rey de tan extenso imperio.

Y Leonor de Austria quiso ser la esposa del alemán Federico el Sabio -el segundo conde palatino del Rin-, pero su hermano Carlos desbarató sus intenciones y la casó con el rey Manuel I de Portugal, que falleció cuando ella tenía poco más de 23 años. Más tarde fue casada con el rey Francisco I de Francia.

Si el rey Felipe VI fue bautizado con este nombre en homenaje al primer Borbón rey de España (Felipe V), el actual monarca extendió después un puente hacia el primer rey Felipe, al bautizar también a su primera hija —y heredera— con el nombre de Leonor.

placeholder El rey Felipe, con Leonor durante su confirmación. (Limited Pictures)
El rey Felipe, con Leonor durante su confirmación. (Limited Pictures)

Felipe I no puso su nombre a ninguno de sus hijos varones

Sin embargo, Felipe I y Juana de Castilla no bautizaron a ninguno de sus hijos con el nombre de Felipe. Tuvieron seis, cuatro hijas y dos varones: Carlos I, el heredero, y Fernando, que padeció el ‘ninguneo’ de su hermano mayor, aunque llegó a ostentar importantes títulos, se casó con Ana Jagellón y a la muerte de Carlos fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (1558-1564).

En contra de lo que ha sido habitual durante siglos, debido a la alta mortalidad infantil, los seis hijos del matrimonio entre Felipe I y Juana I sí salieron adelante. Además de los que ya se ha hecho referencia —Leonor, Carlos y Fernando—, del matrimonio nacieron Isabel (1501-1526), que fue esposa del rey Christian II de Dinamarca; María (1505- 1558), esposa de Luis II Jagellón de Hungría (hermano de la esposa de su hermano Fernando); y Catalina (1507-1578), hija póstuma de Felipe I, que fue casada con el rey Juan III de Portugal.

Catalina, por cierto, llegó a cumplir nada menos que 71 años. Sobrevivió a su esposo y a todos sus hijos. Entre los herederos, dos fallecieron siendo niños (Manuel y Felipe). Y el siguiente, Juan Manuel, murió antes de cumplir los 17 dejando un hijo y heredero, Sebastián. Y Catalina fue regente de su nieto Sebastián (que también era nieto de Carlos I) durante unos años.

De Felipe Próspero a Felipe Mountbatten

Los sucesivos monarcas de España bautizaron con el nombre de Felipe a algunos de sus hijos, que por diversas circunstancias no llegaron a desempeñar el papel al que estaban llamados.

Felipe IV, por ejemplo, dio su nombre al segundo de sus herederos (hubo tres príncipes de Asturias entre sus muchísimos hijos). El primer heredero, de su matrimonio con Isabel de Borbón, fue Baltasar Carlos (1629-1646), que falleció a los 17 años. El segundo heredero, de su matrimonio con Mariana de Austria, fue el príncipe Felipe Próspero (1657-1661), que falleció con tres años de edad. Y el tercero, también de Mariana de Austria, sí accedió al trono y fue Carlos II (1661-1700), el último rey de la Casa de Austria.

placeholder El rey Felipe IV pintado por Velázquez. (Cordon Press)
El rey Felipe IV pintado por Velázquez. (Cordon Press)

Felipe V, el primer rey Borbón de España, puso su nombre a tres de sus once hijos. Dos de ellos con su esposa María Luisa Gabriela de Saboya: Felipe (1709), que vivió alrededor de 20 días; y Felipe Pedro (1712-1719). Y el tercero, con Isabel de Farnesio, que fue luego Felipe I de Parma (1720-1765), fundador de la Casa Borbón-Parma.

También Carlos III bautizó con el nombre de Felipe (Felipe Antonio, 1747-1777) a su sexto hijo, el primero varón, que no pudo sin embargo ser el príncipe de Asturias por sus problemas de deficiencia psíquica. Por eso heredó su séptimo hijo, que reinó con el nombre de Carlos IV. Y este, por cierto, también dio el nombre de Felipe a su octavo hijo, tercero varón, que solo vivió durante un año.

Hay también, en fin, un destacado Felipe por parte de la familia materna del rey Felipe VI. Fue el duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II del Reino Unido, que nació como Felipe de Grecia y falleció dos meses antes de cumplir los cien años como Felipe Mountbatten.

Fermín J. Urbiola

Periodista y escritor www.ferminjurbiola.com o en Facebook o en Twitter

Es evidente. El grado de dificultad ha ido en aumento. Cuando se cumple el séptimo aniversario de su acceso al trono, el rey Felipe VI es el jefe de un Estado cada vez más complejo y con más frentes abiertos. Desde los propios problemas de la institución monárquica, de todos conocidos, hasta las dificultades que presenta una coalición de gobierno de alma republicana, pasando por una crisis sin precedentes, a causa de la pandemia, o la generalización de la gobernanza del Estado autonómico que con tanto entusiasmo encumbró la Constitución de 1978.

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