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"He perdido 12 kilos": el rey Juan Carlos, su cambio físico y sus misas online desde Zarzuela
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FAMILIA REAL ESPAÑOLA

"He perdido 12 kilos": el rey Juan Carlos, su cambio físico y sus misas online desde Zarzuela

Seguidora de don Juan Carlos desde hace años, Laurence Debray ha mantenido contacto con él desde que está en Abu Dabi, e incluso pudo visitarlo en su nueva residencia

Foto: El rey Juan Carlos, en una imagen de archivo. (Getty)
El rey Juan Carlos, en una imagen de archivo. (Getty)

"Siempre le gustó el riesgo. Hasta el punto de aceptar recibirme", asegura Laurence Debray en su nuevo libro, 'Mon Roi déchu' ('Mi rey venido a menos' o 'Mi rey caído'), que ha visto la luz en Francia este miércoles 6 de octubre. Seguidora del emérito desde hace años, Debray ha mantenido contacto con él desde que está en Abu Dabi, e incluso pudo visitarlo este 2021 en su nueva residencia, un encuentro lleno de alegría por ambas partes que detalla en el libro, en el que describe el gran cambio físico por el que ha pasado el padre de Felipe VI desde que el 3 de agosto abandonara España por sus problemas judiciales.

Foto: El rey Juan Carlos y la reina Sofía, en el funeral de Fabiola de Bélgica. (EFE)

En poco más de un año, don Juan Carlos ha perdido más de 10 kilos, como le relata a Laurence. "El rey no viste de rey. Ni siquiera lleva camisa. Claramente, el confinamiento ha tenido un impacto en la forma de vestir de todos. Lleva un polo blanco demasiado grande, chaqueta sin mangas, pantalones de lona y zapatillas negras. Podría confundirlo con un turista estadounidense, o un banquero retirado de Manhattan que se encuentra Florida. No sé si su polo es demasiado grande o si ha perdido mucho peso", explica la autora, pero él, algo presumido, se lo confirma: "He perdido 12 kilos".

El rey Juan Carlos, junto a Laurence Debray durante la grabación de un documental en 2016.

A pesar de la pérdida de peso, "el rey ya no tiene la cara hinchada por los medicamentos. Sus manos siguen tan finas y limpias como siempre. Se ve sereno y tiene un rostro sano y ligeramente bronceado. Lo único que me llama la atención son sus ojos. Si antes eran de un azul deslumbrante, ahora sus pupilas están rodeadas de gris claro. El tiempo desvanece los colores. Afortunadamente, su risa infantil, franca, gentil, ilumina la habitación de vez en cuando [...]. Como para señalar que su fuerza vital permanece intacta a pesar de los imprevistos del destino".

Sin embargo, y a pesar del espejismo de su rostro y sus manos, Debray reconoce la debilidad física de su anfitrión: "Sus protésis le han reducido la movilidad. Se levanta dolorosamente y camina inseguro con un bastón. Entonces surge el peso de su dolor y su destino".

Sigue de forma online la misa de Zarzuela

Y tras el análisis más superficial, Debray pasa ya al interior, a cómo está don Juan Carlos, qué hace, cómo se encuentra. Y una de las cosas que más llama la atención es lo puesto que está en tecnología. El emérito sigue de forma remota la misa diaria que se celebra en la capilla del palacio de la Zarzuela y se siente "a gusto con su tablet, el WhatsApp y el Zoom". Está acostumbrado para sobrellevar la distancia que lo separa de su familia y sus amigos. "Su capacidad de adaptarse a todas las situaciones, desde la infancia, es sorprendente. A todos los contratiempos también. Él se enfrenta con dignidad. Tiene la fuerza de los supervivientes".

El Rey está en Abu Dabi pero su cabeza sigue en España. Y lo que más echa de menos es "la comida", aunque según le confiesa a Debray tiene "un cómplice que le envía jamón serrano". Un pequeño secreto de un hombre que "no oculta su aflicción. No la elude. Su lejanía no le impide estar informado de todo, en todas partes. España, obviamente, sigue siendo el centro de sus preocupaciones. El futuro de la monarquía, la primera de sus inquietudes. Pone sus cartas sobre la mesa: habla abiertamente sobre la delicada situación en la que se encuentra. Y con un cierto pudor, habla de los amigos que le han dado la espalda. Incluso aquellos que le deben riqueza y fama".

placeholder La fotografía de don Juan Carlos en Abu Dabi, publicada por el portal web de Cope.
La fotografía de don Juan Carlos en Abu Dabi, publicada por el portal web de Cope.

Sin embargo, según Debray, "la amargura nunca traspasa sus palabras. No se queja de nada, observa resignado. Definitivamente la infanta Pilar tenía razón: 'Nunca nos lamentamos en esta familia'. Y si no hay quejas, tampoco hay miedo, ni siquiera al coronavirus. En ese esperado encuentro en Abu Dabi, nada más verla, don Juan Carlos le pide a la autora que se quite la mascarilla: "Con él tienes que vivir como antes [...]. Hace más de un año que ya no beso a un amigo. Gracias a él vuelvo a conectar con este sentimiento furtivo de cercanía e intimidad olvidada. Encuentro al hombre espontáneo y cálido. En eso nada ha cambiado. No tiene miedo al covid, y está vacunado. ¿Ha conocido el miedo alguna vez en su vida?".

"Siempre le gustó el riesgo. Hasta el punto de aceptar recibirme", asegura Laurence Debray en su nuevo libro, 'Mon Roi déchu' ('Mi rey venido a menos' o 'Mi rey caído'), que ha visto la luz en Francia este miércoles 6 de octubre. Seguidora del emérito desde hace años, Debray ha mantenido contacto con él desde que está en Abu Dabi, e incluso pudo visitarlo este 2021 en su nueva residencia, un encuentro lleno de alegría por ambas partes que detalla en el libro, en el que describe el gran cambio físico por el que ha pasado el padre de Felipe VI desde que el 3 de agosto abandonara España por sus problemas judiciales.