La infanta Cristina vive el proceso de su separación de Urdangarin devastada y dolida

“De esto y de mucho más”. Mario Pascual Vives, abogado de Iñaki Urdangarin, daba la clave el pasado viernes sobre lo que estaba sucediendo en el matrimonio de la infanta Cristina y su marido. En shock, devastada y sin ánimos para hablar con nadie, la infanta Cristina descubrió muchas cosas al ser informada de que ‘Lecturas’ iba a publicar unas fotos de su marido, Iñaki Urdangarin, con otra mujer.

Supo que su marido tenía una relación, sí, y supo también de los engaños a los que su marido la había expuesto durante meses. Ha esperado unos días para dar su respuesta, pero ha sido tajante y directa: interrumpir su relación matrimonial.

Doña Cristina no ha podido más esta vez. Nos lo cuentan desde su entorno, los mismos que el primer día, con las fotos delante, intentaban buscar alguna similitud de aquella mujer con la familia de Iñaki. ¿No sería una sobrina, una familiar? No daban crédito. Tras confirmarse que no, que aquella mujer era una compañera de trabajo, el mismo entorno empezó a comentar que la pareja pasaba una crisis. ¿Justificaban así los desmanes del exduque de Palma? Incluso relacionaron la cancelación del viaje de la infanta Cristina y su hermana Elena a Emiratos por esa supuesta crisis. Nada. La Infanta no sabía nada, admitieron finalmente.

Distancia entre ellos

Eso sí, insisten en que la pareja no estaba en su mejor momento y que había cierta distancia entre ellos, un “desgaste” que ella atribuía a todo el proceso judicial que ha vivido su marido y a su paso por prisión. Por eso pensaba luchar por su matrimonio y por sus hijos hasta el final. Hasta ahora. Ya no había forma de parar la crisis que han desencadenado unas fotografías que han dejado en evidencia que Urdangarin no estaba entregado a su matrimonio como pensaba su mujer.

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Porque mientras paseaban por Barcelona de la mano, sin saber que les estaban tomando fotografías, tal y como nos cuentan los paparazzi que los seguían, Urdangarin mantenía una relación paralela. Lo intentaba hacer lejos, en Francia. Ni siquiera en Bidart, se iban hasta Hossegor, una localidad situada más al norte, un lugar casi desierto en invierno en el que hay pocos españoles. Allí pensó que nadie le vería. Además, cuando abandona territorio nacional, si no es para ir a visitar a su mujer a Ginebra, Urdangarin no lleva escoltas, con lo que ni siquiera ellos podían conocer la existencia de esta mujer.

Atar cabos

Esa libertad que pensó que tenía se truncó en el momento en el que un desconocido les tomó fotografías. Y ese es uno de los temores de la Infanta: que haya más imágenes. Así que de nada han servido las posibles explicaciones de su marido. Porque mientras ella intentaba hacer un mapa de sus últimos meses y ataba cabos, iban apareciendo más y más fotografías. Incluso vídeos.

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Así se entienden las ausencias de Urdangarin. Sus ‘escapadas’ al País Vasco francés, sus momentos en solitario mientras estaba la familia en Barcelona. Lo que no se entiende desde el entorno es cómo podía fingir ante todos de esa manera. Y eso ha molestado incluso a sus amigos, quienes a pesar de no ser íntimos de ella no están de acuerdo con el ‘modus operandi’ de su amigo. Con amigos estuvieron en Baqueira antes de Nochebuena, con algunos de ellos también habían ido a ver a jugar a Pablo, su segundo hijo, cuando debutó en el primer equipo del Barça. Y ahora pesan todas las dudas.

No es la primera vez

Hay que recordar que no es la primera vez que algo así sucede. Cuando Urdangarin empezó su relación con la infanta Cristina, tenía una novia, Carme, con la que llevaba meses y que se enteró de su ‘ruptura’ cuando vio que su novio salía con la Infanta. Pero es que cuando Carme empezó su relación con Urdangarin, él estaba con otra chica, una atleta del Barça que se enteró de que su novio tenía una relación paralela y rompió el noviazgo. Algo que había sucedido también con esta atleta, que empezó con Iñaki mientras él mantenía una relación con una saltadora de pértiga.

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Y ahora ha sido con su mujer, con quien este año debían celebrar 25 años de casados, con quien ha sido infiel. La Infanta pasaba por un buen momento, sobre todo cuando su marido pudo disfrutar del tercer grado. Lucharon juntos para que la jueza le diera el permiso para poder viajar a Ginebra y así lo ha hecho varias veces. Incluso pretendían que Urdangarin pudiera terminar su condena en la ciudad suiza, junto a doña Cristina y su hija menor, Irene. Juntos querían hacer tantas cosas.

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Javier Díaz J. M.

La Infanta decidió mudarse de casa en Ginebra para evitar el acoso de la prensa, una decisión que estos días se ha revelado como acertadísima. Hasta la ciudad suiza se desplazaron la semana pasada hasta 25 periodistas que buscaron a la hermana de Felipe VI sin éxito. La periodista Mariángel Alcázar de ‘La Vanguardia’ informó de que había pasado la semana en Madrid mientras que ‘OK Diario’ señalaba que se dispone a viajar a Abu Dabi con su padre. Desde Vanitatis no hemos podido confirmar ninguna de esta posibilidades, pero sí sabemos que cuenta con el apoyo de su padre, con quien ha hablado continuamente estos días. El Rey emérito está además muy enfadado con su exyerno por lo que ha sucedido.