Dura confesión del príncipe Guillermo: sentimiento de fracaso tras su gira caribeña

Tras una gira de 8 días por el Caribe, el príncipe Guillermo y Kate Middleton han puesto rumbo a Reino Unido con la sensación de que las cosas no han salido como esperaban. Al menos, esa es la conclusión que se puede sacar al analizar las inusuales declaraciones que el hijo del príncipe Carlos ha realizado antes de despedirse de sus anfitriones.

En una confesión sin precedentes, el hermano del príncipe Harry ha roto la norma que sigue a rajatabla la realeza británica: nunca te quejes, nunca des explicaciones.

El viaje de los Cambridge ha estado plagado de errores en las relaciones públicas y de protestas sobre el colonialismo británico. El sentimiento republicano que se ha respirado en la atmósfera en muchos momentos de esta gira ha sido algo que el príncipe Guillermo no ha querido obviar.

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R. R.

Han sido varias las imágenes que Kate y Guillermo han protagonizado en el Caribe que han recibido fuertes críticas de las cuales han sido muy conscientes. Los Cambridge, símbolo de una pareja blanca acomodada y en situación de privilegio, dando la mano a niños pobres a través de una cerca en Trench Town, Jamaica, fue, por ejemplo, una escena que dio mucho que hablar. Otras críticas, encabezadas por la BBC, surgieron cuando la pareja inspeccionó un desfile militar en un Land Rover descapotable que había sido utilizado por la reina en 1953. Según 'Daily Mail', fuentes de Palacio han admitido que ese momento fue planeado como un homenaje a la reina, pero no fue entendido: "Se interpretó como un retroceso a una era pasada”.

El medio británico afirma que el príncipe Guillermo ya sintió preocupación antes de realizar el viaje y que pidió consejo a la reina para saber cómo afrontar de la mejor manera posible las hostilidades que sabía que iba a vivir.

Una vez realizó su periplo, el hijo de Lady Di decidió realizar un cambio de última hora en el discurso que tenía preparado para pronunciar el viernes por la noche. Guillermo quiso agregar unas palabras para mostrar que se había dado cuenta de que los países pueden optar por destituir a la reina como jefa de estado.

Una fuente consultada por 'Daily Mail' ha admitido que “el viernes por la mañana, Guillermo se sentó con su secretario privado, Jean-Christophe Gray, y volvió a redactar un discurso que debía dar esa noche para incluir líneas sobre cómo había reflexionado sobre lo que había escuchado durante la gira”.

El esposo de Kate se plantó por la noche ante los dignatarios en la recepción del Gobernador General en las Bahamas: “Respetamos sus decisiones sobre su futuro. Las relaciones evolucionan. La amistad perdura”, les dijo.

“Las giras en el extranjero son una oportunidad para reflexionar. Aprendes mucho sobre lo que está en la mente de los primeros ministros. Las esperanzas y ambiciones de los escolares. Los desafíos cotidianos que enfrentan las familias y las comunidades. Sé que esta gira ha puesto aún más de relieve las preguntas sobre el pasado y el futuro. En Belice, Jamaica y Las Bahamas, ese futuro lo decide la gente. Pero hemos disfrutado mucho al pasar tiempo con las comunidades en los tres países, entendiendo más sobre los temas que más les importan", añadió.

Pero quizás lo más relevante de su discurso fue el hecho de que admitiera que es posible que nunca suceda a la reina como jefe de la Commonwealth tras su visita al Caribe.

La declaración es un signo de que el nieto de Isabel II es consciente de que han surgido grietas en la Commonwealth y de que la gira por Belice, Jamaica y las Bahamas ha dejado en él y su esposa un cierto sabor amargo que le preocupa.

Según las fuentes de Palacio consultadas por 'Daily Mai,' la actitud del príncipe responde a la de una nueva generación dentro de la realeza que se muestra más comprensiva y dispuesta a escuchar: “Guillermo ha pretendido reconocer que no todo en la gira salió de la manera correcta, pero la pareja es de la generación que aprende de los errores. Tiene que parecer que sabes que no todo funcionó, reconocer que el mundo ha cambiado y reaccionar, no doblar la apuesta. Con sus palabras estaba demostrando que entiende que no se puede dar por sentado que liderará la Commonwealth: sirves mientras la gente quiera que sirvas, escuchas, aceptas sus elecciones y cambias si es necesario".