¡Sorpresa en la Casa Real jordana! El príncipe Hamzah renuncia a su título: sus razones

El suyo ha sido un adiós reivindicativo, en el que se confirma de manera explícita su falta total de entendimiento con Abdalá de Jordania, que hasta el momento no se ha pronunciado sobre esta sorprendente decisión. El príncipe Hamzah renuncia a su título y estas son las razones que aduce en el comunicado que ha emitido a través de sus redes sociales y en el que se desvincula totalmente de la deriva que, a su entender, lleva el país y que no se adapta a sus creencias.

Así empezaba el escrito mediante el cual el hijo mayor de Noor de Jordania manifestaba su decisión: “Conforme a lo que he atestiguado en los últimos años, he llegado a la conclusión de que mis convicciones personales, que mi padre me infundió y a las que a lo largo de mi vida he intentado duramente adherirme, no están en sintonía con los enfoques, las tendencias y los modernos métodos de nuestras instituciones”.

Deja claro su descontento con la manera en la que se gobierna el país poniendo claramente en tela de juicio, por tanto, el papel del monarca, con el que sus desencuentros siempre han sido clamorosos. Y continúa: “Por una cuestión de honestidad con Dios y con mi conciencia, no veo más remedio que renunciar al título de príncipe. Tuve el gran honor de servir a mi amado país y a mi querido pueblo durante los años de mi vida. Permaneceré leal a nuestra querida Jordania, como siempre lo he sido y seré”. No queda claro cuál será su papel dentro de la familia real hachemita y tampoco el tratamiento que recibirá a partir de ahora.

Este comunicado escenifica la ruptura de Hamzah con Abdalá después de que en abril del año pasado el ya expríncipe fuera arrestado por su supuesta participación en un complot que tenía como objeto derrocar al soberano. Él negó su participación en los hechos y contó con la defensa a ultranza de su madre, la princesa Noor. Poco después de su detención, Hamzah firmó un comunicado manifestando su absoluta lealtad a Jordania y a su rey. Esta promesa le sirvió para librarse del juicio, al que sí tuvieron que enfrentarse los responsables del intento de sedición, con el resultado de varios años de prisión. Aun así, no se libró de las represalias y se le obligó a permanecer retenido en palacio e incomunicado.

Casi doce meses después de los hechos, a principios de este marzo, el príncipe pedía disculpas públicamente a través de una carta. “El año pasado, nuestra querida Jordania atravesó una circunstancia difícil y un capítulo lamentable que la Patria ha superado con la sabiduría, paciencia y tolerancia de Vuestra Majestad. Los meses transcurridos desde entonces me han brindado una oportunidad de autorreflexión y franqueza conmigo mismo. Cometí un error, Su Majestad, mi hermano mayor. Asumo mi responsabilidad nacional por las actitudes y abusos que he tomado contra Su Majestad el Rey y nuestro país durante los últimos años y los hechos que siguieron en el caso de sedición. Espero su perdón, al que estamos tan acostumbrados".

Con esto parecía ponerse fin a una enemistad que viene de muy lejos. En el año 1999, tras la muerte de Hussein de Jordania, Hamzah, el hijo mayor nacido de su matrimonio con Noor, era nombrado príncipe heredero, mientras que su hermano mayor, Abdalá (fruto de la unión del soberano fallecido y Muna, su segunda esposa), subía al trono. Aunque inicialmente respetó la voluntad de su padre, en 2004 le retiró el título en favor de su primogénito, que le sustituía como heredero. Y desde entonces las relaciones entre ambos no fueron un camino de rosas.

Tras ser acusado de conspiración y reconocer posteriormente su error, el rey emitía un comunicado que parecía poner fin a la guerra fraternal. "El reconocimiento del príncipe Hamzah de su error y su disculpa por ello representa un paso en la dirección correcta en el camino de regreso al papel de Sus Altezas Príncipes para servir al país de acuerdo con las tareas que les asignó Su Majestad el Rey. Proteger los intereses de Jordania, servir a nuestro orgulloso pueblo y cumplir sus aspiraciones seguirá siendo el objetivo al que los hachemitas siempre han dedicado su camino. A lo largo de su historia, la familia hachemita no ha sido más que una fuente de tranquilidad para nuestro orgulloso pueblo", decía.

Sin embargo, apenas ha pasado un mes y Hamzah vuelve a dar un golpe de efecto con esta renuncia que hace que la brecha entre ellos sea mucho más profunda.

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