Haya de Jordania logra la custodia de sus hijos: un comunicado lleno de alegría y dolor

Han sido tres años de tortura para la princesa Haya de Jordania, en su cruzada personal contra el que fuera su marido, el jeque Mohamed bin Rashid Al Maktoum. Más allá de las condiciones económicas del divorcio (casi 600 millones de euros ha tenido que pagar el primer ministro de Emiratos Árabes Unidos a su exmujer), lo más trascendental para ambos era el futuro de sus hijos. Pues bien, la hija del recordado Hussein de Jordania ha cantado victoria, ya que el juez Sir Andrew McFarlane, del Tribunal Supremo del Reino Unido, ha dictado una sentencia completamente favorable a sus intereses. Y a tenor de las palabras del magistrado, de los menores... Juzguen si no la severidad con la que se refirió al jeque: "Mostró de manera permanente un comportamiento coercitivo y controlador respecto a los miembros de su familia que considera que se comportan en contra de su voluntad".

El juez, por lo tanto, ha decidido concederle la custodia a la madre, basándose en "la necesidad de reducir el potencial de daño continuo a los niños", porque no considera otras vías, como la custodia compartida, razonables. Así, concluye que "estos niños han sido muy afortunados por tener una madre que se ha esforzado por protegerles lo máximo posible del estrés al que ha estado sometida y para mantenerlos seguros físicamente, satisfaciendo sus necesidades y cuidados". Será responsabilidad exclusiva de la princesa la educación y el cuidado médico de los niños, a los que su madre les ha dedicado las palabras más emotivas del extensísimo comunicado que ha publicado en sus redes sociales.

Haya de Jordania, muy consciente del valor simbólico del rol que representa, comienza teniendo en cuenta el complicado contexto geopolítico que estamos viviendo en estos días: "Mientras somos testigos de las devastadoras atrocidades cometidas en Ucrania y en otros lugares del mundo, como todos los que conozco, mi corazón, mi mente y mis oraciones están con los hombres, mujeres y niños que están sufriendo de maneras impensables. No quiero distraer la atención sobre las tragedias humanas que están sucediendo en estos momentos".

Asimismo ha explicado el motivo de su silencio hasta ahora, que ha abandonado no para hacer reproches hacia su controvertido exmarido, sino para mostrar agradecimiento: "No he utilizado mi voz públicamente durante el tiempo que han durado los procedimientos por respeto al Tribunal y para proteger a mi familia, pero creo que tengo que marcar el final de un periodo de litigios para verbalizar mi gratitud a todos aquellos que me han apoyado durante el proceso".

El apoyo de su hermano

En orden jerárquico, se ha acordado primero de todo de su hermano, el rey hachemita, quien también se ha mantenido en todo este tiempo en un segundo plano mientras la batalla judicial seguía su curso en el Reino Unido: "He querido durante mucho tiempo expresar mi gratitud a Su Majestad, el rey Abdalá II, mi querido hermano. Te has asegurado durante todo el proceso de que tu sobrina, Jalila, y tu sobrino, Zayed, y yo sintiéramos los brazos protectores del reino hachemita de Jordania alrededor de nosotros en Inglaterra y que fuéramos permanentemente conscientes de tu amor y apoyo firmes -a pesar de los complejos desafíos que nuestro predicamento causó-. También estoy eternamente agradecida a mi hermano, Su Alteza Real, príncipe Ali, y a mi familia jordana al completo".

Haya de Jordania se ha permitido incluso la licencia de mostrarse nostálgica y orgullosa de sus raíces, en un retrato intimista de lo que para ella es la quintaesencia de su país, Jordania: "A Jalila y Zayed les encanta sentarse y hablar conmigo de Jordania -la gente honorable y la orgullosa Historia-. El arrullo de las palomas al amanecer bañado por la suave luz. El conocimiento de que cada paso que uno da es en un suelo que fue pisado por profetas y civilizaciones de todo tipo que se abrazaron en una tierra tan vieja como el tiempo. El sabor del cardamomo en el café beduino, las tradiciones, la belleza de nuestros desiertos y los olivares, y la manta de campos verdes y flores salvajes en la primavera. Pero, sobre todo, los corazones sinceros de los jordanos. Adoran y echan de menos Jordania y a los jordanos, como yo, y nuestro continuo amor y apoyo siempre han sido y serán un faro de luz".

Agradecida a la Justicia

Por supuesto, también ha mostrado gratitud hacia su país de acogida y los tribunales (además de a los trabajadores): "Los últimos dos años han sido un viaje aterrador y, aun así, el santuario, la protección y la extraordinaria compasión que hemos experimentado en Inglaterra han fortalecido nuestra creencia en el perdurable poder tanto de la justicia como de la humanidad. Quiero agradecer con todo mi corazón a la Sala de Asuntos de Familia del Tribunal Supremo de Inglaterra y Gales y al equipo de CAFCASS (Servicio de Asesoramiento y Apoyo del Tribunal de Niños y Familia), que han apoyado a los niños y a mí con tanto cariño y sensibilidad. Nos han dado esperanza en un futuro de dignidad, libre de miedo en la medida de lo posible -no pasará un día de mi vida sin gratitud por cada libertad que hemos recibido conjuntamente mis hijos y yo-. En el Tribunal Supremo hay una familia de gente que trabaja muy duro, los estenógrafos, que toman notas, los empleados de seguridad y los secretarios, que con sus amables pequeños gestos o con una sonrisa de ánimo y un alegre 'buenos días', hicieron que mis días fueran seguros y respirables. Agradezco profundamente su generosidad de espíritu".

Y proveniente de un entorno con déficit democrático, resultan especialmente significativas estas palabras: "He recibido una lección de humildad a través de esta larga e interesante experiencia de la Justicia británica al ver con claridad meridiana los valores y fundamentos en los que se basa este país maravilloso".

Como decimos, lejos del rencor, también reivindica sus experiencias vividas en Dubái junto a su exmarido, con el que formó una familia que se demostró finalmente disfuncional: "Fue uno de los grandes honores de mi vida ser parte de la historia temprana de Emiratos Árabes Unidos y de llamar mi hogar a Dubái y la tierra de mis hijos durante muchos años. El amor y el respeto mostrados hacia nosotros por parte de mucha gente de todos los caminos de la vida me tocaron el corazón y nunca os olvidaremos. Estamos agradecidos por tantos felices recuerdos en los que pondremos nuestra atención y que mantendremos vivos en nuestros corazones. Permaneceréis siempre en nuestras oraciones. Seguiré cuidando a nuestros hijos con respeto por los valores, la cultura y las tradiciones de nuestros dos países de origen y orgullosos de sus respectivas herencias. Ellos siempre honrarán sus raíces y buscarán hacer una contribución positiva en este mundo de la manera que puedan como educados, honestos y bondadosos 'niños reales".

Una abogada muy tenaz

Su abogada, no podía ser de otra manera, artífice de este éxito judicial, ocupa una gran porción de este comunicado: "Quiero agradecer a la baronesa Shackleton por su corazón extraordinario. Fiona ha trabajado día y noche para protegernos durante estos tres duros y largos años. Ella nunca ha rehuido decirme cuándo estaba equivocada ni apoyarme cuando necesitaba cavar profundo. Gracias, Fiona, por darme fortaleza en las horas más oscuras, por llevarme cuando estaba demasiado cansada para continuar y por nunca perder una oportunidad para hacerme sonreír. La baronesa Shackleton y el maravilloso equipo de Payne Hicks Beach, y el Consejo, han navegado por muchas áreas de la ley en múltiples facetas de este caso. Lo han hecho con la mayor integridad, dignidad y tenacidad. No olvidaré cómo todos y cada uno de vosotros trabajasteis hasta la agonía para protegernos. Las horas, la energía y la pura determinación humana fueron completamente inspiradoras. Sé que paralizasteis vuestras propias vidas durante tres años para proteger las nuestras. Nunca podré agradecerlo lo suficiente", manifiesta a propósito de la letrada que también llevó los divorcios del príncipe de Gales y del duque de York.

Y también ha querido poner el foco en sus hijos y en las duras circunstancias que han vivido en su infancia: "No hay palabras, no hay palabras en absoluto, para describir el amor, el respeto, la admiración y el orgullo que siento por las dos almas más valientes, las de Jalila y Zayed. Se han enfrentado a cada dificultad y desafío con dignidad, fe y una renovada resolución de ser mejores y personas más humildes, decididos a amar, servir y contribuir a un mundo mejor. Jalila, Zayed y yo no somos peones para ser utilizados para la división. Como mi padre, Su Majestad el rey Hussein Bin Talal hubieran deseado, seguiremos honrando la orgullosa tradición de paz de nuestra familia para juntar a la gente y para construir puentes entre Oriente Medio y Occidente. Los niños y yo seguiremos manteniendo nuestra inquebrantable creencia en la bondad, la amabilidad y la humanidad. Seguiremos fieles a nuestros valores".

Un emotivo recuerdo

Haya de Jordania ha recordado también a su madre, Alia de Jordania, tercera esposa del rey Hussein, que falleció trágicamente en un accidente de tráfico a los 28 años en 1977, cuando ella tenía solo tres años: "Durante este proceso me he sentido más cerca de mi propia madre, a quien perdí joven, más que nunca. Sé que si mi madre estuviera viva hoy se sentiría agradecida y, como yo, diría que ninguna mujer ha luchado más duro por otra mujer que Fiona Shackleton ha luchado por mí. La gracia y el coraje de Fiona y su enorme corazón serán un ejemplo que me guiará el resto de mi vida. Me siento verdaderamente bendecida y honrada por todo lo que Fiona ha hecho y continúa haciendo por mí. Gracias por mantener a mis hijos y a mí seguros y juntos".

Por último, no ha perdido de vista el miedo por la integridad física de las personas que la apoyaron en este proceso y los riesgos a los que, a su parecer, se expusieron, por estar de su lado: "Los momentos más duros hacen que emergan los corazones más valientes. La brillantez del doctor William Marczak, el rigor y su decencia nunca serán olvidados. Hay otros también a los que no puedo nombrar, que han mostrado también un enorme coraje e integridad en todo lo que han hecho, nunca renunciando a protegernos a pesar de los significantes riesgos a los que estaban expuestos. A todos vosotros os ofrezco mis más sentidas gracias de corazón".