Del beso de Letizia a los guiños románticos de Ana María: el funeral del rey Constantino, detalle a detalle

La catedral Metropolitana de Atenas ha acogido este lunes la despedida al último monarca griego, el hermano de la reina Sofía y tío del rey Felipe. Una ceremonia que ha durado una hora y media y a la que han asistido miembros de todas las casas reales europeas que han querido así apoyar a su viuda, sus hermanas, sus hijos y sus nietos. Tanto por la lista de asistentes como por el protocolo organizado para ellos, el funeral de Constantino de Grecia ha dado lugar a numerosos detalles e imágenes curiosas. Una lista encabezada por los guiños románticos de la reina Ana María o el beso que doña Letizia ha dirigido a sus sobrinos al entrar en el templo.

Flores muy simbólicas

Como ya sucedió en el funeral de Isabel II, los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía han asistido juntos. Lo han hecho además junto a las infantas Elena y Cristina y los hijos de ambas. Además, una de las numerosas coronas de flores que acompañaban al féretro estaba dedicada por ellos. Pero no ha sido el único detalle simbólico de la mañana en los adornos florales. El más significativo: la corona dedicada por su viuda estaba compuesta en su totalidad por lirios del valle, la misma flor que formaba el ramo de su boda con Constantino. En la cinta se podía leer: "Tu amada Ana María".

Un collar con significado

Pero las flores de su boda no han sido el único guiño romántico que ha tenido Ana María de Grecia con su difunto esposo. A su llegada a la catedral, veíamos cómo en su atuendo, de riguroso luto, destacaba un pendentif en forma de cruz, formado por diamantes. Es la misma que llevó el día de su boda y que también rescató para la última boda que se celebró en la familia, la de su hijo Philippos con Nina Flohr, en octubre de 2021.

Coincidencias de estilo

Entre tanto desfile de invitadas, era inevitable que algunos atuendos tuvieran similitudes, más allá del color negro, obligatorio en estas ocasiones. Así, hemos podido ver cómo Mette-Marit y Marta Luisa de Noruega lucían un outfit muy parecido, con falda plisada y chaqueta, además de collar de perlas y un peinado del mismo estilo en ambas. También la infanta Elena lucía detalles plisados en su dos piezas, aunque sin tanto protagonismo en el look como en las dos anteriores.

El velo de Máxima

Seguimos con los estilismos que han llamado nuestra atención porque Máxima de Holanda ha sido una de las invitadas más destacadas, al ser la única royal europea que llevaba el cabello cubierto por completo, con una mantilla negra de encaje. Este elemento formaba parte antiguamente de la etiqueta, aunque actualmente está en desuso. Pero no es un fallo de protocolo, sino una opción no demasiado común en la actualidad. También Noor de Jordania y su hija Raiyah, que han formado parte de la lista de asistentes, llevaban el cabello cubierto, aunque ellas con un velo blanco, atendiendo a la cultura de Oriente Medio.

Fallos de protocolo

Estábamos muy pendientes de la llegada de la familia Borbón, ya que suponía, como decíamos, una nueva aparición conjunta de los reyes Juan Carlos y Sofía. El grupo, en el que también estaban las infantas Elena y Cristina y sus hijos y la princesa Irene, se trasladaba a la catedral en varias furgonetas, por lo que esos primeros minutos han sido un poco caóticos, entre bajadas de los vehículos y colocaciones para desfilar ante la prensa y público antes de acceder al templo. De ahí que haya habido un pequeño fallo de protocolo, cuando la infanta Cristina, del brazo de su tía Irene, ha obstruido el paso a don Juan Carlos, quien, como antiguo jefe de Estado, tenía que ir el primero.

Pero Cristina no ha sido la única que ha tenido un lapsus de este tipo, ya que exactamente lo mismo le pasaba a su hermana, la infanta Elena. Ya en la capilla del palacio de Tatoi, hasta donde el féretro ha sido trasladado para su entierro, la familia de Constantino de Grecia ha presentado sus respetos al cuerpo. Tras don Felipe y doña Letizia, veíamos a la infanta Elena, sin darse cuenta de que, por protocolo, el rey Juan Carlos tenía que pasar antes que ella y justo detrás de los Reyes.

El beso de Letizia

Tan esperada como la llegada de don Juan Carlos y doña Sofía era la de los reyes Felipe y Letizia. Ambos han sido recibidos en la puerta de la iglesia por Pablo de Grecia, fundiéndose los dos primos en un emotivo abrazo. Ya en el interior, han presentado sus respetos ante el cuerpo del rey Constantino y han tomado asiento en una de las primeras filas. Pero antes veíamos cómo la Reina lanzaba un beso a sus sobrinos, los hijos de las infantas Elena y Cristina, situados unas filas detrás de ellos.

Lágrimas y emoción

Durante toda la mañana, tanto en la ceremonia de la catedral como en el posterior entierro, hemos visto a miembros de la familia real griega completamente rotos, intentando mantener la compostura, pero sin conseguirlo, inundados por la emoción. Un ejemplo ha sido la reina Ana María, que a su llegada al templo ha agradecido, desolada, el cariño de los ciudadanos griegos, que coreaban el nombre de Constantino. Igual de tristes se ha visto a la reina Sofía e Irene de Grecia, así como a Victoria Federica y su hermano, Froilán, cuyo semblante durante la misa ha sorprendido.

El discurso de Pablo de Grecia

Ha sido otro de los momentos más destacados de la ceremonia. El príncipe Pablo, ya convertido en el nuevo jefe de esta Casa Real sin trono, ha dedicado unas emocionadas palabras a su padre. "Este no es el final, padre, siempre vivirás en nuestros corazones, como sucede en cualquier familia que pierde algo precioso en su vida", comenzaba. El marido de Marie-Chantal mantenía la compostura hasta el final, cuando la tristeza pudo con él: "Que tengas un buen viaje", terminaba, completamente roto.

La reina Letizia, sin santiguarse

Una vez más, veíamos a la reina Letizia fiel a su costumbre, sin santiguarse ante el féretro del rey Constantino, primero en la catedral y después en la capilla de Tatoi. Eso sí, no faltaba una respetuosa inclinación de cabeza a su tío político.