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La historia de Constantino y Ana María de Grecia: noviazgo adolescente, boda icónica y amor eterno
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FAMILIA REAL GRIEGA

La historia de Constantino y Ana María de Grecia: noviazgo adolescente, boda icónica y amor eterno

Se conocieron siendo aún muy jóvenes y esperaron a su mayoría de edad para poder casarse en una boda que reunió a la realeza mundial en Atenas

Foto: Constantino y Ana María de Grecia. (CP)
Constantino y Ana María de Grecia. (CP)

El pasado martes 10 de enero de 2023, a los 82 años, falleció el rey Constantino II de Grecia, uno de los personajes más queridos y admirados de la realeza internacional. En nuestro país, es especialmente conocido por ser el hermano de la reina doña Sofía y por su presencia constante entre nosotros desde el matrimonio de esta con don Juan Carlos en 1962.

Precisamente en las fiestas y celebraciones de ese enlace en mayo de 1962, se reunieron en Atenas más de cien miembros de prácticamente todas las casas reales de Europa, emparentados con don Juan Carlos y doña Sofía, entre ellos la joven princesa Ana María de Dinamarca, prima de los novios y una de las ocho princesas reales que llevaron el manto de la novia. Hija menor de los reyes Federico IX e Ingrid de Dinamarca, ella nacida princesa de Suecia, por lo tanto Ana María es prima hermana del actual rey sueco, Carlos XVI Gustavo.

placeholder La boda de Constantino y Ana María de Grecia. (Getty/Central Press)
La boda de Constantino y Ana María de Grecia. (Getty/Central Press)

Ana María de 16 años y Constantino de 22, el único hermano varón de doña Sofía y heredero del trono heleno, pasaron juntos gran parte de las celebraciones del enlace, sobre todo los bailes. Se conocían desde 1959 durante una visita de los reyes de Grecia y sus hijos a la familia real danesa. También coincidieron en unas vacaciones invitados por la familia real griega en su residencia de Corfú. Según contaba el mismo Constantino, al ver en una revista el cambio de su prima de niña a adolescente, quiso de nuevo visitarla en Copenhague, con motivo de unas regatas en 1961. Recordemos que Constantino fue medalla de oro en vela, en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960, donde contó con su hermana Sofía como miembro del equipo.

Estaban emparentados de manera múltiple. Tanto los reyes Pablo y Federica de Grecia como el rey Federico de Dinamarca eran bisnietos del rey Cristian IX de Dinamarca. Los cuatro soberanos, padres de los jóvenes, eran también descendientes directos de la reina Victoria de Inglaterra y de los Románov rusos.

La consolidación del noviazgo entre los jóvenes en la boda de 1962 fue inmediata. Constantino le propuso matrimonio a Ana María unos meses más tarde en unas regatas en Noruega que reunieron a jóvenes de diversas familias reales. Al regresar a Atenas, lo comunicó a sus padres, que ya tenían sospecha de los hechos, según contaba la reina Federica en sus memorias. Los soberanos helenos dieron su aprobación, pero el asunto fue más complicado en la corte danesa: la juventud de la princesa, su formación y el tema de la religión eran temas que había que sortear delicadamente.

De momento se envió a Ana María al internado suizo Le Mesnil, en Montreux, para tener una más completa formación cultural, religiosa y lingüística, sobre todo para consolidar el alemán y el francés y estudiar griego, ya que la novia ya conocía el inglés, danés y sueco.

El 23 de enero de 1963, hace poco menos de 60 años, se anunció en las dos cortes el compromiso oficial y las dos familias se reunieron en Copenhague para una rueda de prensa. Posteriormente viajaron todos a Atenas para presentar al reino a la joven prometida del heredero del trono. El enlace se celebraría en 1965 y la novia se convertiría a la fe ortodoxa. Pero lo inesperado ocurrió en marzo de 1964: poco más de un año después del compromiso, el 6 de marzo, fallecía el rey Pablo I de Grecia, a causa de un cáncer de estómago, dejando desconsolada a su familia y pueblo y a un joven sucesor de 23 años. Ana María y su familia estuvieron presentes en los emotivos y solemnes funerales.

El enlace se adelantó unos meses y, tras el periodo de luto, se celebró el 18 de septiembre de 1964 en una Atenas radiante. Fue, con la boda de Juan Carlos y Sofía, la más esplendorosa y cosmopolita boda real del siglo XX, debido a la variedad y calidad de los invitados, los actos celebrados en torno al enlace y la hermosa ceremonia religiosa en la Catedral Metropolitana de la Anunciación de Atenas (donde se celebrará en funeral por el rey Constantino).

En el evento más brillante previo al enlace, la cena y baile de gala en el palacio real de Atenas, se pudo contemplar a la bellísima novia de 18 años, adornada con las esmeraldas y diamantes rusos de la reina Olga, bisabuela de Constantino, que le había ofrecido la reina madre Federica. En esta gala, se produjo la segunda 'escalera de Atenas', quizás más impresionante que la primera, de la boda de Juan Carlos y Sofía en 1962. En esta, los invitados bajaban de tres en tres, alternados según el del centro fuera caballero o dama. Los caballeros vestidos con uniformes de marina o frac de verano en blanco y condecoraciones y las damas vestidas en tonos claros, con condecoraciones y joyas espectaculares.

En primer lugar bajaba la escalera Constantino del brazo de Federica y Ana María; en segundo, el rey Federico de Dinamarca del brazo de su esposa, la reina Ingrid, y de la bellísima reina Sirikit de Tailandia; después, la reina Juliana de los Países Bajos del brazo del rey Gustavo VI Adolfo de Suecia, abuelo de la novia, y del rey Olav de Noruega; seguían tres reyes: Bhumibol de Tailandia, Balduino de Bélgica y Hussein de Jordania; después, el rey Simeón de Bulgaria, del brazo de las reinas Fabiola de Bélgica y María José de Italia; el duque de Edimburgo, del brazo de la princesa Georgina de Liechtenstein y de la reina Farida de Egipto; el príncipe de Mónaco, del brazo de las princesas Irene de Grecia y Margarita de Dinamarca.

placeholder Constantino y Ana María, la noche antes de su boda. (CP)
Constantino y Ana María, la noche antes de su boda. (CP)

La reina doña Sofía bajó del brazo de su esposo, don Juan Carlos, y el ahora rey Carlos III de Gran Bretaña, entonces joven príncipe. Así hasta llegar a 16 reyes y reinas y más de otros 100 miembros de casas reales mundiales como los reyes Balduino y Fabiola de los belgas, Olav de Noruega, Hussein y Alia de Jordania, Humberto y María José de Italia, Simeón y Margarita de Bulgaria, Miguel y Ana de Rumanía, Farida de Egipto, el duque de Edimburgo y sus hijos Carlos y Ana, los príncipes Rainiero y Gracia de Mónaco, Francisco José y Gina de Liechtenstein, Juan y Josefina Carlota de Luxemburgo, los condes de Barcelona y de París, los duques de Wurtemberg, príncipes de Prusia, Rusia, Yugoslavia, Hesse, Baden, Baviera, Hohenlohe, Hannover, Toerring, Etiopía, Irán. Asistieron también los magnates Onassis y Niarchos, y Lynda Johnson, la hija del presidente de Estados Unidos.

Foto:  El rey Constantino, junto a Isabel II. (Getty)

La ceremonia del enlace, presidida por el arzobispo metropolitano Crisóstomos II, tuvo la brillantez y solemnidad propia de las ceremonias de la Iglesia ortodoxa, con sus rituales, cantos y lluvia de pétalos de rosa desde la cúpula. Ana María vestía un traje blanco en satén recubierto de capas de tul, del diseñador danés Jorgen Bender, inspirado en un modelo de finales del siglo XVIII, de corte imperio, líneas rectas y cola, todo ello realzado por un largo manto de corte. Como velo eligió el mismo de encaje irlandés que habían llevado en sus desposorios su madre, la reina Ingrid, y su abuela materna, la princesa Margarita de Suecia, nacida princesa de Gran Bretaña, primera esposa del rey Gustavo VI Adolfo. Llevaba como joyas la tiara llamada del Khedive, confeccionada por Cartier en 1904 para la citada princesa Margarita, como regalo del soberano de Egipto, y una cruz de diamantes regalo de Constantino.

El manto era llevado por 6 princesas: Irene de Grecia, Ana de Inglaterra, Margarita de Rumanía, Cristina de Suecia, Clarisa de Hesse y Tatiana Radziwill. En el rito ortodoxo, la reina madre Federica coronó a los esposos y luego lo hicieron los testigos del novio durante la danza de Isaías, los príncipes Carlos de Inglaterra, Harald de Noruega, Miguel de Grecia, Ingolf de Dinamarca, Miguel de Kent, Carlos de Hesse, Luis de Baden, Alejandro de Yugoslavia y Miguel Bernadotte.

placeholder Los novios con sus invitados en la escalera de Atenas. (CP)
Los novios con sus invitados en la escalera de Atenas. (CP)

La ceremonia terminó a las 11:15 de la mañana con Ana María convertida en la más joven reina del mundo. Los reyes recorrieron las calles de Atenas en un carruaje descubierto, recibiendo las aclamaciones de cientos de miles de personas.

La historia de amor de los reyes helenos se vio ensombrecida por los problemas políticos que vivió Grecia en el corto reinado de Constantino II. El golpe de Estado de los coroneles en 1967 y el contragolpe fracasado de Constantino para restablecer la democracia en 1968 les expulsó del país, para residir en Roma. El falseado referéndum de diciembre de 1974 llevó a la proclamación definitiva de la república ya instaurada por los coroneles, y liderada por antiguos miembros de gobiernos de la monarquía.

Los reyes habían tenido sus dos hijos mayores durante su reinado en Atenas: Alexia en 1965 y Pablo en 1967. La reina perdió el hijo que esperaba tras los sobresaltos de su huida de Atenas en 1968. Su tercer hijo, Nicolás, nació en Roma en 1969. Las decepciones políticas y personales llevaron a la pareja a vivir una profunda crisis matrimonial en los años 70, cuando decidieron establecer su residencia en Londres, tras residir unos años en Roma. El fallecimiento del padre de la reina, el rey Federico IX de Dinamarca, todo un referente para toda la familia, fue otro duro golpe.

De todas maneras, en esos años vivieron también muchas satisfacciones como la subida al trono de su hermana Sofía en España, y sus continuas estancias en nuestro país; la protección inestimable de su prima la reina Isabel II de Gran Bretaña y de su cuñada Margarita II de Dinamarca; el padrinazgo por Constantino del actual príncipe de Gales, Guillermo. Es de destacar, asimismo, la labor del rey Constantino como miembro del Comité Olímpico Internacional, que fue fundamental en la candidatura de Barcelona 92.

placeholder Constantino, en el bautizo del príncipe Guillermo. (CP)
Constantino, en el bautizo del príncipe Guillermo. (CP)

También vivieron dificultades en las permanentes malas relaciones con los gobiernos griegos que les impedían visitar el país, en la caída y muerte de otro gran amigo de la familia, el sha de Irán, y sobre todo en la inesperada muerte de la reina madre Federica en Madrid en febrero de 1981 y las humillaciones y maltrato del Gobierno griego en los funerales de esta.

Los años 80 significaron la reconciliación del matrimonio real y el nacimiento de sus dos hijos menores en Londres: Teodora en 1983 y Felipe en 1986. En los años 90 se produjeron las primeras conversaciones con los gobiernos griegos y compensaciones económicas de los bienes incautados, tras ganar las denuncias presentadas en tribunales internacionales. También se celebraron los enlaces de sus hijos mayores con asistencia de toda la realeza internacional, sobre todo el del heredero Pablo, con Marie-Chantal Miller en 1995 y el nacimiento del hijo de estos y futuro jefe de la dinastía, el príncipe Constantino Alexios en 1998.

En 2004, tras casi 40 años de exilio, los reyes pudieron visitar Grecia libremente y en 2013 pasaron a residir en Atenas. La historia de amor de Constantino y Ana María, llena de sobresaltos políticos que supieron superar, trasciende sin duda los límites de la reciente muerte del rey, un verdadero golpe para su esposa, hijos, hermanas y sobrinos.

El pasado martes 10 de enero de 2023, a los 82 años, falleció el rey Constantino II de Grecia, uno de los personajes más queridos y admirados de la realeza internacional. En nuestro país, es especialmente conocido por ser el hermano de la reina doña Sofía y por su presencia constante entre nosotros desde el matrimonio de esta con don Juan Carlos en 1962.

Constantino de Grecia
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