Daniel de Suecia se abre en canal para hablar de su trasplante de riñón

Llegar al medio siglo de vida parece ser sinónimo de conceder una entrevista a corazón abierto entre los royals escandinavos. Si hace tan solo unas semanas el príncipe Haakon de Noruega se sinceraba a sus 50 años sobre la enfermedad de Mette-Marit y el suicidio de Ari Behn, el exmarido de la princesa Marta Luisa, ahora le ha tocado el turno a Daniel de Suecia de ponerse frente a las cámaras cuando está a punto de alcanzar esta cifra redonda.

El marido de la princesa heredera Victoria lo ha hecho en el canal sueco STV y junto a la periodista Carina Bergdfeldt, en un reportaje que se emite esta noche con el título '50 años del príncipe Daniel', que alcanzará esa edad el próximo 15 de septiembre. La entrevista ha sido descrita en los avances como "implacablemente abierta" y en las partes que ya se han podido ver con antelación en internet, el royal habla sin tapujos sobre su enfermedad de riñón y sobre los rumores de divorcio que le han perseguido durante los últimos tiempos.

Desde su nacimiento, el príncipe Daniel ha padecido una enfermedad renal, por lo que en 2009 se sometió a un trasplante de riñón de su padre Olle Westling, que ahora tiene 78 años. Hasta ahora, el antiguo preparador físico no había hablado sobre cómo de grave había sido su estado de salud antes de someterse a la cirugía.

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Bergfeldt le pide durante su conversación a Daniel que cuente más cosas sobre su trasplante. Este explica que al ser su padre el donante pudieron planificar el procedimiento "más o menos a la perfección". La periodista le pregunta entonces sin rodeos si estuvo a punto de morir antes de la operación, pero el príncipe Daniel niega este extremo con vehemencia, ya que siempre le quedaba la opción de la diálisis. "Pero sin ella te mueres", añade con naturalidad.

El marido de Victoria se muestra muy contento de haber recibido el órgano de su padre hace ahora catorce años. También está "muy agradecido" por no haber sufrido ningún contratiempo desde entonces. Lo siguiente que la entrevistadora quiere saber es hasta qué punto nota hoy el príncipe que su riñón no es suyo. "No lo noto. Pero tomo medicinas todos los días para asegurarme de que el riñón va bien", explica Daniel antes de destacar una vez más la suerte que tuvo de que su padre cumpliera los requisitos para ser donante. "Cientos de personas hacen cola para conseguir un órgano. Es terrible no estar sano y tener que esperar año tras año una donación. Algunos no sobreviven a la espera", dice contundente y sincero.

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"Si se preguntara a los suecos si estarían dispuestos a donar un órgano en caso de emergencia, entre el 80% y el 90% diría que sí", continúa Daniel tratando de convencer a sus compatriotas de que se hagan donantes. "Sin embargo, la triste realidad es que muchos son demasiado perezosos para solicitar una tarjeta de donante, aunque sea un proceso muy rápido".

Más allá de su enfermedad, el otro asunto que más ha llamado la atención durante la conversación ha sido el momento en el que la pareja real debió dar un puñetazo en la mesa y lanzar un comunicado para atajar los rumores sobre su supuesto divorcio.

"Fue un falso rumor desagradable que experimentamos y que tuvo consecuencias importantes. Muchos amigos de Suecia y también del extranjero se pusieron en contacto con nosotros. Llegó a un nivel que nos hizo sentir que no podíamos aceptarlo", dice el príncipe.

Como las especulaciones no cesaban, la familia real sueca decidió compartir un post en las redes sociales, firmado por la princesa heredera y su marido. "Ha llegado a nuestro conocimiento que se está extendiendo un extenso rumor negativo sobre nuestra relación privada. Se han difundido acusaciones de traición en la relación y de divorcio inminente. Normalmente no hacemos comentarios sobre rumores y especulaciones. Pero para proteger a nuestra familia, queremos dejar claro, de una vez por todas, que los rumores que se están difundiendo ahora son completamente infundados".

Cuestionado en la entrevista sobre si hoy hubiera tomado la misma decisión sobre emitir un desmentido oficial, el príncipe Daniel se muestra categórico: "Por supuesto. No creo que ninguna persona cuerda se crea ya ese rumor".