La infanta Elena, una amazona muy querida: hablamos con Luis Astolfi y otros amigos de la hípica

La infanta Elena cumple hoy 60 años. La hija mayor de los reyes Juan Carlos y Sofía ha sido desde niña una apasionada de los caballos. Comenzó dando paseos en poni junto a su inseparable hermana, la infanta Cristina, siendo aún niñas. Una afición que en ella cuajó y que le ha regalado a la mayor parte de sus mejores amigos, algunas victorias e innumerables alegrías.

Cuadras en palacio

Ya siendo adolescente comenzó a destacar en la disciplina de salto de obstáculos. Siempre ha sido el ojo derecho de su padre, el rey don Juan Carlos, quien le construyó en terrenos del palacio de la Zarzuela unas cuadras para que albergara a sus caballos. También un picadero para que pudiera disfrutar de su deporte favorito.

Alguna vez, estas instalaciones han sido utilizadas por sus sobrinas la princesa Leonor y la infanta Sofía. Pero quien más uso les da, incluso actualmente, es ella. Durante un tiempo, sus caballos estuvieron estabulados en el Club de Campo Villa de Madrid, donde montan a caballo muchos de sus amigos, pero después prefirió la intimidad y el anonimato de Zarzuela. Ella es quien se encarga de pagar el mantenimiento de estos y corre con los gastos de la comida, herrador, veterinario y mozo.

La Infanta compite en todos los circuitos hípicos que le es posible. Un lugar donde es muy querida y respetada, y donde coincide con sus amigos, quienes la tratan con el respeto lógico, pero con normalidad. Algunos de ellos han querido dejar en Vanitatis testimonio de su perfil como amazona y felicitarla en esta onomástica tan especial.

‘El niño del paraguas’

Su íntimo amigo el jinete Alfredo Fernández Durán, quien está casado con Alicia Daurella de Aguilera, prima de la todopoderosa presidenta de Coca-Cola Europacific Partners, y son propietarios de la Yeguada Fuensauco, cuenta a este medio: “Llevamos siendo amigos más de cuarenta años. Yo la acompañé el día que debutó en salto, que ella tendría 14 o 15 años. Fue muy gracioso, no paraba de llover, y su entrenador, Fernando Basail, me dio un paraguas y me pidió que me encargara de que no se mojara. Yo la perseguía con el paraguas y ella me empezó a llamar ‘el niño del paraguas", recuerda riendo.

“Doña Elena es un referente brutal para la hípica española. Mucho mejor amazona de lo que la gente cree. No ha tenido caballos especialmente buenos, pero ella lo ha suplido con la mayor afición que se puede tener, y siempre muchísimo cariño y respeto por ellos. Como amazona tiene mucho tesón, lo lleva su apellido”, bromea Fernández Durán.

También criadora

Actualmente Elena de Borbón monta a Jordano EB, un caballo criado por ella misma (de ahí sus apellidos EB, que corresponden a sus iniciales). Es un caballo alazán con buen físico al que tiene un inmenso cariño pues es hijo de su yegua Ema. Antes de él, otro caballo que marcó a la hermana del rey fue Qant; aunque el mejor que ha tenido fue Miston, con el que llegó a ganar una prueba internacional en Cascais, pero que tristemente murió un mes más tarde.

La Infanta, además de criadora, ha sido una gran impulsora de Ancades, la Asociación Nacional del Caballo de Deporte Español, de la que es presidenta de honor. Siempre han contado con su apoyo incondicional. También es presidenta de honor de la Madrid Horse Week desde 2017. En 2021 recogía en esa feria con gran emoción un premio en reconocimiento a su trayectoria "como amazona de salto de obstáculos y por la enorme contribución de S.A.R al engrandecimiento de la hípica y su imagen en España".

Álvarez Cervera: "En el mundo hípico es muy querida"

En esa línea, su amigo el jinete Luis Álvarez Cervera, medalla de oro de la Federación Ecuestre Internacional, seis veces olímpico y padre del actual jinete número uno del ranking de salto Eduardo Álvarez Aznar, afirma: “La infanta doña Elena ha sido siempre una gran aficionada al mundo de la hípica y una consumada y elegante amazona. Su aportación al mundo de la equitación ha sido múltiple y muy importante. Como presidenta de honor de Ancades (Asociación de Criadores de Caballos de Deporte), asociación que tuve el honor de presidir durante más de doce años, doña Elena provocó un gran impulso de esta asociación con su continua presencia y apoyo incondicional. También brindó su protección a la Fundación para la Promoción al Deporte Ecuestre, cuya actividad tenía tres facetas: la deportiva, la formativa y la terapéutica; siendo esta última en la que mayor énfasis puso doña Elena”, explica.

"En el mundo hípico, igual que en el resto de la sociedad, doña Elena siempre ha sido una persona muy cercana, querida y respetada. ¡Feliz cumpleaños, doña Elena!", termina deseando Álvarez Cervera.

Astolfi: "Los caballos han sido su medicina en los peores momentos"

Los lugares favoritos de la hermana mayor del Rey para montar son el Club de Campo Villa de Madrid y el Real Club Pineda de Sevilla. Tanto por la calidad de sus instalaciones como porque allí tienes grandes amigos que la acompañan y aconsejan. Desde que su padre, el rey Juan Carlos, abdicara, ha dejado de ser miembro de la familia real para convertirse en familia del Rey, lo que no le da derecho a un entrenador militar. Pero son precisamente esos amigos quienes suplen esa labor. El sevillano Luis Astolfi, que mantuvo una relación con ella en su juventud, es su mano derecha en cuestiones hípicas. Juntos compiten siempre en Pineda en el Campeonato de España de Veteranos, en el que este año logró la medalla de plata por equipos.

El sevillano destaca a Vanitatis que la Infanta como amazona es "muy constante, muy valiente". Y que una de las cualidades que más subrayaría de la hermana del Rey a caballo es "su excelente asiento y postura, que son la base de la hípica". Además cuenta que "entrena siempre que le es posible" y confirma que "los caballos le han servido como medicina en los peores momentos de su vida". El jinete andaluz, considerado el mejor amigo de la Infanta, vaticina que le queda mucha carrera hípica por delante, pues cuando su caballo actual Jordano EB se retire, tiene dos potros que podrían sustituirle. "En las distancias cortas es una excelente amiga, sencilla y encantadora", reconoce.

Santiago Pérez de Seoane fue, en palabras de su hijo, “quien enseñó a montar a la Infanta”. Teniente Coronel de Caballería, falleció en 2001 en un accidente de tráfico. Otro disgusto se llevó Elena de Borbón con la muerte de otro de sus profesores, el portugués Manuel Malta da Costa, en 2014, a quien visitó poco antes de morir para despedirse y recordará siempre por haber sido el ‘culpable’ de que adquiriese a Qant. El teniente coronel Juan Queipo de Llano, quien también dirigió las caballerizas del palacio de la Zarzuela, o Felipe Zuleta, hasta que se marchó a Mónaco, también se cuentan entre sus instructores.

Actualmente, en el ranking de la Federación Hípica Española de salto, la Infanta ocupa el puesto 299. Pero ha llegado a estar en el puesto 128 en el año 2015, o en el 167 en 2018. Un deporte, el salto de obstáculos, que le ha regalado a la hermana del Rey grandes instantes deportivos y le ha supuesto un bálsamo para esos momentos duros de la vida, que siempre se olvidan, aunque solo sea por un rato, al subirse a lomos de un caballo.