Las significativas lágrimas de Mary de Dinamarca al dejar Nueva Zelanda tras unas semanas de descanso

Este final de año no ha sido nada fácil para Mary de Dinamarca. Justo cuando los Reyes de España se encontraban realizando una visita de Estado al país nórdico, a principios de noviembre, una revista española publicó unas polémicas fotografías de su marido, el príncipe Federico, junto a Genoneva Casanova. Esas imágenes dieron la vuelta al mundo y pusieron en jaque la estabilidad del matrimonio heredero. ¿Había habido algo más entre el futuro rey danés y la socialité mexicana? A partir de la aparición de esas instántaneas, la agenda de la australiana se vació de actos.

Durante el pasado mes, apenas cumplió con cuatro compromisos oficiales y a principios de diciembre, concretamente el día 6, sorprendió viajando a su país natal solamente acompañada por sus mellizos, Vincent y Josephine. Mary ha estado cerca de quince días en Oceanía, y en el último tramo de su trayecto, en Nueva Zelanda, se les unió en la aventura el príncipe Federico y la princesa Isabella, siendo el primogénito de la pareja, el príncipe Christian, el único que se ha quedado en Dinamarca.

Antes de que aparecieran las sonadas fotografías, Federico y Mary ya habían confirmado que pasarían las Navidades junto a la reina Margarita II, por lo que les ha tocado hacer las maletas y dejar esas soleadas tierras para regresar a Dinamarca, haciendo antes una última parada en Brisbane (Australia). Parece que el regreso al país del que es princesa no es una idea que le hace especial ilusión a Mary, tal como revelan unas nuevas imágenes publicadas por el medio británico 'Daily Mail'.

En ellas, vemos a la princesa llorando al despedirse de unos amigos en el aeropuerto de Queenstown. Unas significativas lágrimas que cobran todo el sentido conociendo la difícil situación que atraviesa Mary, quien estos cuatro días en Nueva Zelanda, más los otros en Australia, ha podido disfrutar de relax rodeada por sus seres queridos. De Queenstown la familia ponía rumbo a la ciudad australiana de Brisbane, y de allí ya cogerán un vuelo directo a Dinamarca.

La vuelta a país escandinavo es sinónimo de enfrentarse de nuevo a la polémica, a los análisis de su comportamiento para saber si hay algo más, en resumen, a una situación nada agradable para ella.

Estás imágenes de Mary llorando ven la luz tan solo un día después del críptico mensaje que compartió en el Instagram de su fundación, la Mary Fonden. "El tiempo es algo peculiar. Cuantos más años has recorrido, más rápido parece pasar volando el año siguiente", escribía la propia heredera consorte, en una sincera reflexión acompañada por una foto suya. "A la vez, con el tiempo te vuelves cada vez más consciente de lo precioso que es cada momento, y cada año".

"La transición al nuevo año es siempre una oportunidad para detenerse y apreciar todo lo que ha ocurrido", continúa escribiendo la princesa, que quiso destacar todo lo mucho y bueno que su fundación ha realizado a lo largo de 2023, mostrándose agradecida "por todo lo que los seres humanos podemos hacer cuando lo hacemos juntos". En opinión de Mary, "nos necesitamos unos a otros si queremos tener éxito".