El look de Mary, nieve y fervor en las calles: las mejores fotos de la familia real danesa en Aarhus

Federico y Mary de Dinamarca volvieron a propiciar imágenes que ya quedarán para la historia en Dinamarca. Tras la proclamación como rey del hijo de Margarita II, este pasado domingo 21 de enero se puso fin a toda una semana de celebraciones en honor a la pareja real con un broche de oro.

Aarhus fue el marco de una última celebración en la que la pareja real volvió a cobrar protagonismo.

En la catedral de la localidad se llevó a cabo un servicio religioso al que acudieron Federico y Mary acompañados de sus hijos, Margarita de Dinamarca y la princesa Benedicta.

Todos partieron desde el castillo de Marselisborg hacia la catedral, realizando un recorrido en el que se dieron un baño de multitudes en las calles abarrotadas de gente.

Para combatir las bajas temperaturas, que propiciaron la caída de copos de nieve, Mary de Dinamarca se enfundó en un vestido morado de manga larga, ceñido a la cintura y falda midi en forma de A, que ya la vimos lucir en la coronación de Carlos III, del diseñador danés Søren Le Schmidt.

Combinó la prenda con un sombrero pillbox a juego y unos zapatos de salón negros. Completó el look con un chal azul oscuro, unos guantes de piel color azul petróleo y un bolso de mano del mismo color.

Sus hijas optaron por pantalones largos de pata ancha y abrigos de doble abotonadura, el de la princesa Josephine en color rosa y el de Isabella en tono celeste.

Por su parte, la reina Margarita lució un vistoso abrigo de piel a juego con su sombrero, ambos de color gris, y un vestido malva, mientras que la princesa Benedicta se decantó por el púrpura con un vestido con manga capa a juego con un sombrero del mismo color.

Según DR, en la catedral, Anne Agerskov, organista y cantora, interpretó un himno que había elegido la propia Mary. Se trató de 'Eternal Father, Strong to Save', que, afirma el medio, también se interpretó en el funeral de la madre de la esposa de Federico y en su boda con el entonces príncipe heredero, en 2004.

Una vez finalizado el servicio religioso, la familia real abandonó nuevamente la catedral de Aarhus y regresó por la misma ruta al castillo de Marselisborg.