La cita secreta (con huida calculada) de Máxima de Holanda y Elena Cué en el restaurante Horcher de Madrid

España se ha convertido en el centro de operaciones de la familia real holandesa, al menos en lo que se refiere a su vida privada. La princesa Amalia, heredera al trono, pasa largas temporadas en Madrid y su madre, la reina Máxima, estuvo hace apenas dos semanas esquiando en Baqueira Beret junto a unas amigas. Tan solo quince días después la reina de los Países Bajos regresó a España, concretamente a la capital, acompañada en esta ocasión por su hija mediana, Alexia, quien se encuentra disfrutando de un año sabático.

Vanitatis fue testigo directo de una cita que la reina y la princesa tuvieron en un famoso y exclusivo restaurante madrileño con Elena Cué y la hija de esta, Alejandra Cortina. Aprovechando que tenía un día libre en su agenda institucional, siempre bastante llena, la argentina decidió abandonar Holanda para pasar unos días en Madrid y el viernes 23 de febrero a mediodía almorzó en Horcher con Cué, con quien hasta ahora no sabíamos que mantenía una relación de amistad.

Las cuatro, madres e hijas, ocuparon una mesa cerca de una ventana. Máxima vestía un traje naranja de la firma Joseph, mientras Alexia llevaba una cazadora burdeos. Por su parte, Elena Cué llevaba un look beis y de su silla colgaba una pequeña bolsa verde de El Corte Inglés. La reina y la princesa disfrutaron de una animada comida con la empresaria española, y la hija que esta tuvo con Alberto Cortina, en el restaurante Horcher, ubicado en la calle de Alfonso XIII, muy cerca de la Puerta de Alcalá.

Una vez terminaron el almuerzo, abandonaron el local por separado. Elena y Alejandra se fueron del restaurante por la puerta principal y fuera había un chófer esperándolas. Justo detrás había otro coche con escoltas españoles con la puerta abierta, en el que supuestamente iban a subirse Máxima de Holanda y Alexia. O eso esperaban los fotógrafos que se habían acercado hasta allí al enterarse de la presencia de las dos mujeres Orange. Pero no fue así.

Conscientes de que fuera del restaurante había prensa, la argentina y su hija protagonizaron una huida calculada. Mientras los reporteros gráficos esperaban en la puerta principal en la que se encontraba un coche con escoltas españoles, la esposa y la hija mediana del rey Guillermo Alejandro abandonaron Horcher por la puerta lateral del servicio, que suelen utilizar algunos famosos. Allí les esperaba un coche en el que se montaron, impidiendo así que se las fotografiara. A partir de ahí se les perdió la pista.

Fuentes el Ministerio del Interior informaron en su momento a Vanitatis sobre el tipo de seguridad que debe llevar un miembro de la realeza si visita España. Esta fuente, muy solvente, explicó que cuando un miembro de una Casa Real extranjera viene a nuestro país, se le asignan miembros de seguridad de la Casa Real española, que les acompañan en su día a día. Pero si este miembro de la realeza se instala y reside en España, entonces necesita que sea su propio país el que le facilite la seguridad.

El que hubiera un coche con escoltas holandesas es una demostración de la estrecha relación de los Orange con España, sobre todo por parte de la princesa Amalia. La mayoría de ocasiones en las que Máxima ha viajado a Madrid ha sido precisamente para ver a su primogénita, y en esta ocasión, aunque la heredera no estuvo en el almuerzo en Horcher, podría ser ella de nuevo la razón de este viaje.

Una visita exprés a Madrid, pues desde la tarde de este domingo 25 de febrero, Máxima se encuentra en Colombia, para cumplir allí con su labor como Defensora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para las Finanzas Inclusivas para el Desarrollo. Allí estará hasta el miércoles 28 de febrero.

En cuanto a Alexia, desconocemos si pasó o pasará más días en Madrid, pues la hija mediana de los reyes no tiene obligaciones al encontrarse disfrutando de un año sabático. Tras aprobar el Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic de Gales, en el que compartió clases con la princesa Leonor, Alexia decidió tomarse un año para conocer mundo y decidir hacia donde quiere encaminar su futuro académico.