El triunfo del look de invitada de Irene Urdangarin: del vestido de su madre a los zafiros que cogió del joyero de su abuela la reina Sofía

Irene Urdangarin fue una de las invitadas de la boda de Teodora de Grecia y Matthew Kumar que más llamó la atención. Su juventud y su belleza hicieron que acaparara numerosos flashes cuando, el pasado sábado, llegó a la catedral Metropolitana de Atenas, la misma en la que se casaron los eméritos en 1962, junto a su abuela materna, su madre, sus hermanos Juan y Miguel y su tía Elena. Irene deslumbró con un vestido que perteneció a la infanta Cristina, y ahora hemos conocido que no era el único préstamo que llevaba, pues los pendientes que lucía son de la reina Sofía.

La benjamina de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina quiso combinar su vestido de terciopelo con motivos vegetales con unos vistosos pendientes, y para ello tiró del joyero de su abuela materna, siendo la primera de las nietas reales que ha aparecido en público con joyas de doña Sofía. De momento, ni la princesa Leonor, ni la infanta Sofía, ni tampoco Victoria Federica de Marichalar, han elegido ninguna de sus alhajas.

La Reina emérita le prestó a Irene, quien dicen que es su ojito derecho, una pieza personal que ella misma había lucido en numerosas ocasiones en el pasado, tal como cuenta a Vanitatis el experto en las joyas de la familia real española Juan Rivero. Los pendientes que eligió la joven son de oro amarillo con pequeños zafiros en cabujón, acompañados de piedra de luna también tallados en la misma forma.

Como cuenta Rivero, doña Sofía posee el collar a juego, pero su nieta solo llevó los pendientes, ya que con el chal que llevaba encima del vestido, a modo de capa, hubiera resultado excesivo. Se desconoce la procedencia de este conjunto de joyas, lo que sí nos confirma el experto es que la madre de Felipe VI lo lució en 1995 en una recepción en el Palacio Real de Madrid con motivo de la celebración de la inclusión de España a la Unión Europea, entre otras ocasiones.

Para Rivero, "es solo cuestión de tiempo que veamos también a la princesa Leonor y la infanta Sofía con piezas de su abuela paterna". Sin embargo, hay que recordar que la hija pequeña de don Felipe y doña Letizia ni siquiera tiene agujereadas las orejas. La heredera lleva pendientes desde los ocho años, ya que es tradición no perforar las orejas a las niñas de la familia real hasta que estas lo elijan; sin embargo, su hermana se resiste a dar el paso por lo que, por el momento, y en su caso, los pendientes quedan descartados.

Tampoco hemos visto a la infanta Sofía luciendo otras piezas que no sean pulseras de tela. Parece que la benjamina de los Borbón Ortiz no siente especial querencia por las alhajas. Leonor, en cambio, sí suele llevar pendientes, pulseras y anillos, y en ocasiones importantes, como la entrega de los Premios Princesa de Asturias, la hemos visto con joyas que pertenecen a su madre, la reina Letizia. Por ejemplo, los pendientes de aguamarinas, diamantes y oro blanco que lució en la edición pasada en Oviedo.

Hasta el momento en el que Leonor y Sofía se animen a lucir joyas de doña Sofía, Irene Urdangarin nos va dejando momentos para el recuerdo. Como hemos dicho, la joven lucía, además, un vestido propiedad de su madre, quien lo llevó en 2010 en un acto celebrado en Nueva York. Durante la entrega de los Premios Sorolla, la infanta Cristina lució el diseño sin cubrirse, dejando el escote, tipo cascada al aire. A su salida, se cubrió con un mantón de Manila.

Catorce años después, su hija lo recuperó para lucirlo en la gran boda griega de la princesa Teodora, junto a los pendientes de su querida abuela.