Adiós a Birgitta de Suecia, la más española de las princesas suecas y también la más rebelde
"En realidad me enamoré totalmente de Mallorca desde el primer minuto", aseguraba la princesa Brigitta en una entrevista, hablando de sus tres décadas en la isla
“Él siempre ha estado celoso de mí y no lo entiendo porque yo lo quiero muchísimo. He intentado hacer lo mejor para nuestro país, pero él sigue echándome cosas en cara”. Estas palabras las pronunciaba Birgitta de Suecia en 2015, durante su participación en un programa sueco. Una frase que nos demuestra que la princesa, quien falleció este 4 de diciembre a los 87 años en Mallorca, no ha tenido nunca pelos en la lengua. Sus declaraciones no dejaban indiferente a nadie, y si tenía que atacar públicamente a su propio hermano, el rey Carlos XVI Gustavo, lo hacía.
Según Birgitta, el monarca siempre tuvo envidia de ella por su carácter abierto y por la vida sin obligaciones de la que disfrutó. Y es que de las cuatro hermanas del rey, conocidas como las princesas de Haga, Birgitta era la única que mantenía su posición en la línea de sucesión al trono sueco, pues mientras Margaretha, Desirée y Christina contrajeron matrimonios morganáticos, con personas fuera de la realeza, la difunta se casó con un príncipe alemán, Juan Jorge de Hohenzoller. Pero eso no le impidió llevar la vida que quiso.
De hecho, en el comunicado que la casa real sueca mandó sobre la muerte de Birgitta, Carlos XVI Gustavo declaraba: "Mi hermana era una persona pintoresca y franca a la que mi familia y yo extrañaremos profundamente". Y añadía: "Junto con toda mi familia, envío hoy mi más sentido pésame a los hijos y nietos de la princesa Birgitta", ha declarado el monarca tras conocer que su hermana ha muerto".
“Yo llevo a Suecia en mi corazón. Cada vez soy más azul y amarillo –colores de la bandera sueca– pero creo que eso nadie lo entiende y menos el rey", aseguró en 2015 Birgitta en la entrevista antes citada. Y es que, tal como ella contaba, se le echó mucho en cara que llevase una vida alejada de su país. Primero residió en Múnich, Alemania, con su marido y sus tres hijos, y tras su separación, en la década de los 90, se mudó a Mallorca, la que ha sido su casa durante más de treinta años.
El motivo por el que se decantó por Mallorca fue su pasión por el golf. Durante varios veranos, la princesa había practicado este deporte en la isla, y cuando quiso un cambio de aires decidió instalarse en Palma. Con un hándicap de 17, su dedicación al golf era tal que incluso existe un torneo que lleva su nombre, el Torneo de Golf Princesa Brígida.
"Decubrí Mallorca gracias a Olga Bestard, una íntima amiga mía de la infancia. Me propuso venir con los niños para pasar el verano. Cuando mis amigos me preguntaban a dónde iba a ir de vacaciones, no lo quería decir. Decía que a España, pero no a Mallorca; tan distinta era la imagen de la isla entonces, sobre todo en Alemania. Desde que me casé con Johan he vivido en Alemania. Gracias a Dios no hice caso de los prejuicios y vine todos los veranos. Me encantó la isla, vi que la mala fama era totalmente injustificada. En realidad me enamoré totalmente de Mallorca desde el primer minuto. Hasta hoy", aseguraba Birgitta en una entrevista con 'Vanity Fair'.
Y continuaba: "He viajado mucho, pero esta isla tiene una magia especial. Aunque mantengo mis raíces suecas y mis relaciones en la familia real, hace más de sesenta años que dejé Suecia para instalarme en Alemania. Puedo decir que he pasado más de media vida allí. Conozco bien los dos países. No me sorprende en absoluto ese amor de los suecos por este paraíso. Es un país que está cerca, a solo dos horas y media de avión, y lo de aquí es tan distinto que les resulta maravillosamente exótico. Igual que si un mallorquín va a Suecia, se sorprenderá también. Hay que romper barreras, conocerse y respetarse. A los suecos les encanta la naturaleza, las montañas, el golf. Mallorca regala todo esto, además tiene oferta para toda la familia, para todas las edades".
“Él siempre ha estado celoso de mí y no lo entiendo porque yo lo quiero muchísimo. He intentado hacer lo mejor para nuestro país, pero él sigue echándome cosas en cara”. Estas palabras las pronunciaba Birgitta de Suecia en 2015, durante su participación en un programa sueco. Una frase que nos demuestra que la princesa, quien falleció este 4 de diciembre a los 87 años en Mallorca, no ha tenido nunca pelos en la lengua. Sus declaraciones no dejaban indiferente a nadie, y si tenía que atacar públicamente a su propio hermano, el rey Carlos XVI Gustavo, lo hacía.
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