Aiko de Japón rompe normas en su debut: asiste sin la tradicional tiara imperial a la cena de Estado con el presidente de Brasil

El pasado martes, 25 de marzo, los emperadores Nahurito y Masako sorprendieron a Lula da Silva, presidente brasileño, y a su esposa, Rosángela, durante su visita de Estado a Japón. En la bienvenida oficial, la esposa del Emperador sorprendió a los invitados con un atuendo que representa un cambio notable en su estilo, apostando por un dos piezas de vestido y chaqueta en azul klein. Sin embargo, no fue el único detalle que ha sorprendido durante estos días.

Por la noche, el Emperador y la Emperatriz celebraron un primer banquete después de seis años en honor al mandatario brasileño. El acto conmemoró los 130 años de relaciones diplomáticas entre Japón y Brasil y reunió a unos 110 invitados, entre ellos el príncipe heredero Akishino y su esposa, la princesa Kiko, hija del emperador; su prima hermana, la princesa Kako. También asistieron el primer ministro Shigeru Ishiba y su esposa. Asimismo, tambiém asistieron distinguidas personalidades políticas, tales como el Primer Ministro Shigeru Ishiba y su esposa, y figuras prominentes del ámbito cultural y deportivo, como el exfutbolista Kazuyoshi Miura y la cantante Marcia, de ascendencia brasileña.

La sorpresa fue la princesa Aiko, quien debuto por primera vez en una cena de gala junto al resto de su familia. La única hija del emperador Nahurito se desenvolvió con soltura durante el acto, charlando con los ministros del gabinete brasileño y la princesa Nobuko. Aunque su actitud causó sorpresa para la prensa local, también fue llamativo su atuendo.

La princesa escogió un conjunto rosa claro con una chaqueta Spencer y vestido a juego con vuelo en la falda. Además, Aiko de Japón seleccionó un broche de oro, collar y pendientes de perlas que ensalzaba su elegancia. Sin embargo, no pudo añadir a su estilismo una tiara, habitual en este tipo de eventos, ya que la Familia Imperial japonesa tuvo que vestir de manera informal y las mujeres a causa de la solicitud de vestimenta por parte de la delegación brasileña.

Por lo cual, el debut de Aiko de Japón se vio empañado por el cambio de protocolo, obligando a prescindir de las joyas de las emperatrices niponas. De esta manera, la joven también mantiene su fidelidad a su propio estilo, ya que incluso para su puesta de largo con 20 años y prefirió no estrenar una tiara, usual regalo entre los miembros de la familia imperial. La hija del Emperador utilizó una prestada, la de su tía Kuroda Sayako, hermana menor del emperador, quien abandonó la casa imperial tras su matrimonio. Un signo de su marcado caracter que mostró por primera vez con la visita del mandatario brasileño, Lula da Silva, durante el banquete en su honor.