La resurrección de Tiger Woods: Erica Herman, la novia que ha obrado el milagro

Érase un golfista, de nombre Tiger Woods, que representaba todo lo que el éxito puede significar: títulos mundiales, dinero a raudales y una mujer, Elin Nordegren, que le amaba y le acompañaba por todos los rincones del mundo. Érase una accidente de coche que destapó un montón de relaciones que el deportista tenía debajo de la alfombra.

En 2009, la vida de Woods era la de un héroe nacional con una imagen impoluta. En noviembre de ese año, el deportista ocupaba las portadas de medio mundo, pero no por sus éxitos en el campo, sino por un extraño accidente en el que el golfista había estrellado su coche después de una disputa matrimonial. La información fue confusa, pero al parecer todo tenía que ver con la vida extramarital del golfista, al que en cuestión de semanas le empezaron a salir aventuras hasta debajo de las piedras.

Ese fue solo el prólogo de todo lo que vino después: las infidelidades de Tiger se contaron por decenas: de todas partes del mundo salían mujeres que aseguraban haber tenido encuentros sexuales con el héroe caído. Camareras, actrices porno, prostitutas… Las televisiones norteamericanas se llenaron de mujeres que contaban con todo lujo de detalle cómo habían terminado en la cama con el deportista. Su mujer aguantó el tirón unos meses, pero finalmente llegó uno de los divorcios más caros de la historia.

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Los 730 millones de dólares que tuvo que pagarle a su expareja vinieron a sumarse al cierre del grifo de todas las marcas que le patrocinaban. Se llegó a decir que algunas formas como Nike o Gatorade perdieron hasta 12.000 millones de dólares.

Erica, obrando el milagro

Pero Tiger ha vuelto: cinco años le ha costado al norteamericano volver a ganar un título en el circuito. 1.876 días para ser exactos. Su última victoria había sido en agosto de 2013, cuando aún le tapaba la mala sombra del pasado (incluidos sus problemas con la bebida y lesiones). Pero Woods parece haber encontrado el buen camino. Y todo gracias a Erica Herman, la nueva pareja del golfista, a la que nada más ganar el torneo se abrazó, besó y susurró: “Te quiero”.

El público congregado en el torneo celebrado en Georgia asistió al encuentro entre ambos en lo que parece ser el primer paso para la resurrección del ídolo. La presencia de Erica en los campos de golf no es algo nuevo: de hecho, lleva ya unos cuantos torneos siendo el mejor apoyo del jugador. La última vez que Tiger tuvo problemas con la justicia fue en mayo de 2017 cuando fue arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol. Unos meses después presentaba a su nueva novia en sociedad en el Presidents Cup. Con ella parece haber sentado cabeza y empezado la vuelta al buen camino.