Al Bano habla abiertamente sobre sus graves problemas económicos

Su desaparición en Nueva Orleans el 6 de enero de 1994 es uno de los misterios sobre los que más se ha escrito en los últimos tiempos. No solo por los enigmas que lo rodean, sino por ser la hija de uno de los matrimonios más mediáticos, el formado por Al Bano y Romina Power. Ylenia Carrisi habría cumplido hace un par semanas 50 años y aunque su caso se cerrara oficialmente hace seis años, los fantasmas que lo rodean siguen muy presentes.

Aunque Al Bano y Romina ya no sean pareja sentimental y pasearan por los platós sus trapos sucios tras su divorcio en 1999, este año les volvimos a ver juntos en el Festival de la canción de San Remo, y lo hicieron además presentados por otra de sus hijas, Romina Jr. Y eso que el italiano había anunciado su retirada, finalmente no cumplida, de los escenarios en 2018, tras separarse de la presentadora de televisión Loredana Lecciso.

Tras hablar abiertamente de los graves problemas económicos a los que se había visto abocado tras el estallido de la pandemia, su nombre ha saltado a los titulares en nuestro país por haberse descubierto como uno de los participantes en el exitoso reality 'Mask Singer'. En concreto los espectadores creían que podía esconderse tras el disfraz de Girasol, y así ha sido finalmente aunque otras teorías mencionaban a Bigote Arrocet.

Desde luego, suponemos que el dinero por su participación en el programa habrá sido tentador para el cantante, que a finales de mayo concedía una larga entrevista para la revista 'Diva e Donna' en la que habló sin tapujos sobre su situación económica tras la crisis del coronavirus.

Refugiado entonces en Cellino San Marco, donde posee un hotel y un restaurante, la cancelación de las actuaciones que tenía previstas y el cese del turismo le pasó factura. "Sin los ingresos de los conciertos solo puedo vivir durante un año", aseguraba.

El artista reveló también que percibe una pensión de 1.470 euros al mes, una cifra que hasta el año pasado era de 1.370 euros. "No puedo entenderlo. Siempre he pagado mis impuestos. Desde que era agricultor aquí en Puglia".

Esta crisis también está afectando a los que le rodean, tanto en sus giras como en su establecimiento hotelero y su finca. "Cuando actúo, me acompaña un equipo de veinte personas, más todas las que trabajan aquí en Cellino. ¿Qué pasará en septiembre cuando llegue la campaña del olivo?", se pregunta.

Al Bano se quejaba finalmente con amargura sobre el abandono al que según él está sometida la música en su país. "Al final siempre somos la Cenicienta", asegura. Pero al menos encuentra motivos de optimismo a pesar de su grave situación. "Nunca estuve en casa cuatro meses seguidos. Así que he aprovechado para ponerme a dieta. Y hago mucho ejercicio. He conseguido perder 4 kilos y estoy muy orgulloso".