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Ruth Madoff: la frugal vida actual de la viuda del mayor estafador de la historia
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Ruth Madoff: la frugal vida actual de la viuda del mayor estafador de la historia

La que fuera mujer de Bernie Madoff dejó atrás los lujos de Manhattan tras el arresto de su marido y perder a sus dos hijos

Foto:  Una imagen reciente de Ruth Madoff. (Cordon Press)
Una imagen reciente de Ruth Madoff. (Cordon Press)

Cuando el fallecido financiero confesó ser el responsable de una millonaria estafa piramidal que costó a sus víctimas 64.000 millones de dólares, el único miembro de su familia que permaneció a su lado fue la que llevaba medio siglo siendo su esposa. A sus 79 años, Ruth, la viuda de Bernie Madoff que se casó con él cuando tenía solo 18 años, huyó de su lujosa vida en Manhattan para exiliarse en Greenwich, Connecticut, donde vive desde 2012 una aparentemente frugal y solitaria existencia.

Con la muerte de su marido en una prisión de Carolina del Norte se queda sin más familia cercana, ya que en 2010, poco después de la detención de su padre, su hijo mayor, Mark, se suicidaba ahorcándose con la correa de su perro. Cuatro años después, su segundo hijo, Andrew, fallecía víctima de un linfoma. Se da la circunstancia, además, de que fueron ellos dos los que denunciaron el juego sucio del financiero y propiciaron su detención.

placeholder  Bernie Madoff, en su juicio de 2009. (Getty)
Bernie Madoff, en su juicio de 2009. (Getty)

Es de reseñar que Ruth siempre ha mantenido que no estaba al corriente del Esquema Ponzi de Madoff, pese a haber llevado la contabilidad de la empresa durante años. Lo supiera o no, durante su matrimonio disfrutó de todos los lujos que le garantizaban la millonaria fortuna de su marido, como un ático de 7 millones de dólares en la mejor zona de Manhattan o una mansión de 4 millones en los Hamptons. Por no hablar de su impresionante casa de vacaciones en Palm Beach, otra en el sur de Francia, varios jets privados y un yate.

Era habitual ver a Ruth en extravagantes viajes de compras en París, gastándose pequeñas fortunas en muebles antiguos o disfrutando de los dos millones y medio de dólares en joyas que le regaló a lo largo de los años Bernie. Aunque era habitual verles en fiestas codeándose con la alta sociedad neoyorquina, Ruth mantenía su vida privada lejos del ojo mediático.

Foto: Bernard Madoff, a la salida de los juzgados de Manhattan en el año 2009. (Reuters)

Ruth Madoff se mantuvo fiel al que fuera su esposo hasta el último momento mientras cumplía su condena de 150 años de prisión e incluso pagó los diez millones de dólares de fianza, junto a Peter, el hermano de Bernie, para liberarle mientras se celebraba su juicio.

Pero la imagen de matrimonio perfecto se vino abajo tras el arresto de Madoff, cuando salieron a luz sus constantes críticas hacia Ruth, que según declararon amigos de la familia vivió en un permanente estado de terror hacia su marido durante gran parte de su relación. En una biografía de 2011, su viuda llegó a admitir que Bernie le había sido infiel durante 16 años con una mujer llamada Sheryl Weinstein. También confesaría que tras su arresto se refugió en el alcohol y que incluso habían planeado suicidarse juntos porque "no podían seguir adelante".

placeholder Parte de las lujosas pertenencias de los Madoff subastadas para indemnizar a sus víctimas. (Getty)
Parte de las lujosas pertenencias de los Madoff subastadas para indemnizar a sus víctimas. (Getty)

En su primera entrevista desde el encarcelamiento de su marido, la socialite reveló en el programa '60 minutes' cómo la pareja ingirió un gran número de pastillas y luego se tumbó en su cama uno al lado del otro en la Nochebuena de 2008 con la esperanza de morir, sin embargo, se despertaron a la mañana siguiente ilesos.

"No sé de quién fue la idea, pero decidimos suicidarnos porque era tan horrible lo que estaba ocurriendo", dijo entonces, quejándose de los mensajes de odio y las críticas a las que se enfrentaron después de que salieran a la luz los crímenes de su marido. "Recibimos llamadas telefónicas terribles. Correos llenos de odio, más allá de lo imaginable".

Durante el juicio de Madoff, Ruth fue destrozada por la opinión pública y se enfrentó a una furiosa reacción por su decisión de apoyarle y, en un principio, por su aparente falta de arrepentimiento o simpatía por las decenas de miles de víctimas de su marido, muchas de las cuales lo perdieron todo como resultado de su estafa piramidal.

placeholder Una imagen de la actual vida de Ruth Madoff. (Cordon Press)
Una imagen de la actual vida de Ruth Madoff. (Cordon Press)

Cuando se reveló que había llegado a un acuerdo con la Fiscalía para quedarse con 2,5 millones de dólares del patrimonio de su marido a cambio de renunciar a una reclamación de su fortuna de 80 millones, la ira popular hacia ella se multiplicó, especialmente después de que finalmente hablara, solo para lamentar el hecho de que "la vida que había conocido durante 50 años había terminado".

"Rompo mi silencio ahora, porque mi reticencia a hablar se ha interpretado como indiferencia o falta de respeto por las víctimas del crimen de mi marido Bernie, que es exactamente lo contrario de la verdad", dijo al conocerse la sentencia de su marido.

"Desde el momento en que me enteré de que mi marido había cometido un enorme fraude, pensé dos cosas: primera, que tantas personas que confiaban en él quedarían arruinadas financiera y emocionalmente, y segunda, que mi vida con el hombre que conozco desde hace más de 50 años había terminado", aseguró antes de confesar que estaba "abochornada y traicionada. El hombre que ha cometido este horrible fraude no es el hombre que he conocido durante todos estos años".

Cuando el fallecido financiero confesó ser el responsable de una millonaria estafa piramidal que costó a sus víctimas 64.000 millones de dólares, el único miembro de su familia que permaneció a su lado fue la que llevaba medio siglo siendo su esposa. A sus 79 años, Ruth, la viuda de Bernie Madoff que se casó con él cuando tenía solo 18 años, huyó de su lujosa vida en Manhattan para exiliarse en Greenwich, Connecticut, donde vive desde 2012 una aparentemente frugal y solitaria existencia.

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